SOY IMPERFECTO »»NAMMIN««

Epílogo; Un sueño Interminable.Parte 3

-Por favor...

Las manos de Sangmin se deslizan por mis caderas, como moldeándolas, estando debajo de él abrazo su espalda y mi cabeza reposa sobre su hombro mientras me acaricia, con ojos casi llorando por el gusto del tacto recibido observo con cautela el fornido y a la vez delicado cuerpo de Minseok, se despoja de su pantalón como quien se quita una espina de la piel, Sangmin con manos expertas, descubrió mis pechos que aunque pequeños son bastantes cómodos, o eso creo yo…

Ellos se levantan al mismo tiempo que Minseok se acerca a la cama subiéndose por una esquina, lo único que vi antes de que mis ojos se cerraran fue la imagen de ellos dos sobre mí.
He aquí, despierto sudada, de pies a cabeza, no hay nadie en la habitación, estoy sola y la puerta está cerrada, está lloviendo, observo con cautela las gotitas que se deslizan por la ventana que está húmeda, me di cuenta tarde de que me quedé mirando a ese punto fijo por bastante tiempo, cuando me recupero coloco mis pies sobre el frio piso de madera, con un largo suspiro rompo a llorar.

-Era una pesadilla… ¿Qué clase de sueño fue ese?

Entre llantos, recuerdo que bajo aquel frio piso se encontraba oculto lo que saqué, el libro, las fotos y las cartas…

El sonido de la puerta abriéndose interrumpe mis pensamientos, y lo agradezco pues me estaban destrozando cada vez más, entra por ella una figura delgada, vestida de blanco su rostro brilla con tal sencillez que aun así me ciega, intento decir “¿Quién eres?” pero mi boca no se abre.

-Hola.
Esa voz, esa voz…!

¿Por qué me siento llena?, ¿Por qué me siento completa?
Sigo sin poder hablar, él se acerca a mí y se sienta a mi lado, su brazo rodea mis hombros, bastó tan solo olerlo para saber que era omega, me mira fijamente a los ojos y mi alma abandona el mundo por un instante.

-No digas nada, mi pequeña, no es necesario, ven reposa en mis brazos, descansa sé que no has podido hacerlo-

Descubro en mí un sentimiento de amor, amor que no necesita besos ni sexo, solo un abrazo.
Papá…Taehyung.

-Taemyeong, es hora de que vuelvas, pero debo decirte algo-
Me habla dulcemente, por primera vez en mi vida, me siento segura, protegida, con papa Namjoon me sentía así pero yo sabía que en cualquier momento me iba a soltar, quisiera poder estar en sus brazos por toda la eternidad.

-Quiero que seas feliz hija, y para eso, debes olvidarte de mí, has estado haciendo las cosas mal, vive y deja vivir, yo terco y molesto no dejé vivir a tantas personas que al final terminé acabando con mi vida-

Le miro los lindos ojos, sus bellas facciones cada vez que mueve sus labios, mi padre es hermoso, como yo, el ríe como sabiendo lo que pienso.

-Préstame atención, mi pequeña-
Asiento, aunque en realidad sus palabras nunca las olvidaré, lo que me preocupa es no volver a verle, sin dejar de abrazarlo reafirmo que le estoy escuchando.

-Olvídate de mí, para que yo no atormente más y puedas ser feliz, nunca debiste buscarme, a veces es mejor una mentira blanca que una cruel verdad, y tu padre Namjoon, te ama.

-Papá, no quiero vivir, esto, estar en tus brazos, es la mayor felicidad que he sentido y no quiero que desaparezca.

Me doy cuenta de que todo a nuestro alrededor se ha vuelto blanco, yo también estoy vestida de blanco, mi pelo ahora esta peinado con margaritas.

-No, hija mía, de ser así mi alma se entristecerá de saber que por mi culpa perderás tu vida, y sabiendo que eres hermosa lo lamentaré aún más, ve y vive, yo estaré contigo, siempre a tu lado aunque no me veas.