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Jaebeom se durmió casi inmediatamente después de que ambos se limpiaran y vistieran, cosa que Youngjae atribuyó a la influencia del alcohol en el sistema del mayor. De hecho, atribuyó varias cosas que hizo Jaebeom a la influencia del alcohol: la confesión de amor, los besos tiernos, el hecho de que apenas se acomodaron en la cama para dormir el pelinegro se hubiera abrazado al cuerpo del menor como si se tratasen de un árbol y un koala rodeándolo con brazos y piernas... Jaebeom borracho era todo un espectáculo, de eso no cabía duda. Pero aunque el mayor podía dormir tranquilamente después de todo lo que había pasado durante la noche, Youngjae no. Jaebeom llevaba cerca de una hora dormido y el castaño aún estaba recostado boca arriba, acariciando la espalda del mayor suavemente con el pulgar, rememorando uno a uno los acontecimientos, grabándoselos a fuego en la memoria. No podía ni quería olvidar a ese Jaebeom vulnerable y casi romántico que le dedicaba una canción, que lo besaba con amor, que lo miraba a los ojos y le decía "te quiero" luego de tener sexo, como si por primera vez hubiera sido más que algo físico, como si hubieran hecho el amor. Mark había dicho que Jaebeom era agresivo cuando bebía, y sí, Youngjae lo había confirmado porque con apenas dos vasos encima el pelinegro estaba dispuesto a golpear a Jackson nada más por bailar cerca suyo, pero el chico también se volvía muchísimo más cariñoso y sensible, incluso transparente porque hablaba lo que tenía en la cabeza sin pararse a pensar, sin filtro alguno, y al final del día eso favoreció a Youngjae.

Y el tiempo pasaba, y Youngjae no lograba conciliar el sueño. Pronto amanecería y él no había dormido ni un poco, y ya no tenía más cosas en las que pensar verdaderamente porque su tema favorito era Jaebeom y ya había agotado cada recurso que tenía. Y estaba conforme con simplemente quedarse despierto hasta que Jaebeom abriera los ojos, tal vez se pondría en modo full acosador y lo miraría dormir, o tal vez usaría la laptop del chico para ponerse a ver videos o algo así, encontraría la manera de pasar el tiempo de una forma u otra. Entonces el teléfono de Jaebeom comenzó a sonar, y Youngjae de repente recordó que a las 7 am la abuela debía tomar sus medicinas. Se apresuró en apagar la alarma del celular, y luego de dudarlo unos cuantos segundos, decidió que no despertaría a Jaebeom y que él mismo se encargaría de atender a la señora Im porque si ya estaba despierto, ¿por qué no? Le haría un favor al mayor si lo dejaba seguir durmiendo.

Con cuidado de no despertar a Jaebeom se fue moviendo lentamente hasta librarse del abrazo, entonces se levantó de la cama y se dirigió hasta el cajón donde el mayor guardaba las medicinas (y el lubricante, el muy idiota) con el teléfono ajeno aún en la mano. Revisó el papel en el que estaba anotado minuciosamente cada dosis del remedio y bajó hasta la cocina para buscar un vaso de agua, una vez que lo tuvo guardó el móvil de Jaebeom en su bolsillo y caminó hasta la habitación de la abuela, donde golpeó la puerta suavemente. No obtuvo respuesta, pero luego pensó que tal vez la mujer estaría durmiendo, de modo que se armó de valor y trató de convencerse de que no sería incorrecto si simplemente entraba, y eso hizo. A pesar de llevar un mes entero pasando cada fin de semana en la casa de los Im, y de almorzar casi siempre en la cama de la abuela, aún así se sentía un poco fuera de lugar entrando allí sin permiso y sin la compañía de Jaebeom, pero era más importante que la mujer tomara el remedio que preocuparse por los modales, por lo que se adentró tímidamente en la habitación cargando el vaso en una mano y la medicina en la otra. En efecto, la abuela dormía plácidamente, y Youngjae se sintió un poco culpable cuando la sacudió suavemente del hombro para despertarla.

—Abuela, tienes que tomar tu remedio —susurraba—. Lo siento, abuela, despierta.

Cuando la abuela finalmente despertó, abrió los ojos de golpe y miró a Youngjae con confusión, tal como hacía Jaebeom cuando se despertaba repentinamente. Youngjae sonrió sin enseñar los dientes, y saludó a la mujer de esa manera, ganándose otra mirada de confusión como respuesta.

Don't tell noona // 2 J A EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora