1 | Un viento de medianoche

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Caminando por las calles me encuentro. Sólo, sin rumbo. ¿A dónde me llevará el destino? Nadie sabe.

La luna me saluda, acompañada de sus amigas, las estrellas. Haciendo que no me sienta tan sólo.

Caminando por las calles, se escuchan los ladridos de los perros, junto con los maullidos de los gatos, que se encontraban el en tejado, ¿sera por eso que los perros ladran?

Veo a un hombre a lo lejos, me acerqué y empezó a temblar.
— ¡¿De dónde salió todo esté frío?! Exclamó el hombre.

Estaba caminando sólo por las calles, al igual que yo. ¿Se sentirá sólo también? Lo seguí hasta lo que parecía su casa.
Abrió la puerta y entré.

Parecía que vivía sólo, no había nadie más en la casa.
El hombre aún templado, prende la chimenea.

Decidí investigar lo que había, me dirigí al segundo piso. Mientras el hombre estaba tomando calor en la chimenea.

No paso mucho tiempo para que la casa empezará a calentarse. De pronto me siento mal, siento más calor aún.
Estaba lejos del aquel hombre, pero intenté ir a buscarlo.

Me voy desvaneciendo, me debilito aún más...Casi sin fuerzas ya, llegue hasta el hombre.

Apuntó de tocarlo, me consumió el calor.

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