Mi novio es un...¡Cadaver! [Namjin]

Seis 💀

Todos habían sido muy crueles con el pobre joven Kim, es torpe y todo, pero a la ves es adorable, pero no puedo ser su esposa, yo no quiero casarme con él, mi corazón le pertenece a alguien más...

-Lisa, por favor quita esa cara de angustia- una malhumorada Jennie me miraba con el ceño fruncido

-Ha pasado mucho tiempo desde que Namjoon se fue y no aparece, temo que algo le haya pasado.

-¡Pff! ¡Deja de preocuparte por él!- exploto- ¡Todo ha sido, Namjoon aquí, el joven Kim haya! ¡¿Y yo qué Lisa?! ¡No sabes lo...

Uni nuestros labios, callando sus reclamaciones para sentir nuevamente esa sabor dulce. Sabía que no la estaba pasando nada bien por mi culpa, se cuanto odia fingir ser solo mi "dama de compañía", cuando lo es todo para mí. Traté de borrar aquella dolorosa sensación en el corazón de mi amada con mis labios, lamí su labio inferior, antes de adentrar mi lengua, nos besabamos con desesperación, tanto tiempo sin sentir tu dulce sabor. Era tan demandante que hizo que cayera sentada en uno de los sillones de mi habitación y ella a horcadas sobre mi.

Posé mis manos en su cintura, mientras ella se aferraba a mis hombros, senti algo salado colarse en el beso, ¿lágrimas?. Sentí como su cuerpo se estremecía al alejarse del beso y esconder su rostro en mi cuello, la atraje más a mi y abracé su cuerpo, que cada vez se estremecía más fuerte.

-¡¿Porqué tiene que ser así?!-su voz salío ahogada, odio verla así. -¡¿Porqué tienes que ser una niña rica?! ¡¿Porqué no puedo ser él?! ¡¿Porqué no puedo ser suficiente para tí?!

-¡Jennie!- dije acunando su rostro, sus ojos estaban levemente hinchados y rojizos, mordi su labio con fuerza, aguantando inutilmente sus lágrimas que salian sin permiso de sus ojos- Tú no necesitas que ser él para elegirte, ¡Contigo quiero pasar el resto de mi vida, idiota! No pienses esas cosas, tu eres todo lo que mi corazón anhela, Jennie Kim mi corazón y yo te pertenecemos, no pienso casarme con Namjoon, ni con ninguna otra persona que no seas tú.

Sus lágrimas no paraban de salir, negó con la cabeza antes de abalanzarse sobre mi y abrazarme:- ¿Qué hice para merecerte?

-También te amo- sonreí al escuchar su risita, de acomodo mejor y me miró con ojos brillantes, ya no lloraba, limpie con mis dedos los rastros de lágrimas y bese con ternura sus párpados, dejando otro beso en ambas mejillas, nariz y finalizar en su boca.

-Sabes, me las pagarás caro por haberme dicho idiota- dijo arrecostada sobre mi pecho, cerca de mi corazón

-Vaya, de toda mi confesión amorosa recuerdas eso, pero era para que dejaras de pensar cosas sin sentido.

-Pero igual, me dijiste idiota, qsi que tendrás que darme mimos por el resto de tu vida.

-¡A sus órdenes, patroncita!

-¡Mandilona!

-¡¿Pero qué mierda?!

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Me encontraba sentado justo donde conocía Nam, ya había pasado un gran rato esperendolo, se había tradado mucho, ¿Quizás vivia lejos del bosque? Es de noche, quizás sus padres están dormidos y no lo escuchan... ¿Será qué piensan que esta loco? Es díficil creer algo como «Hey! Adivinen, me he casado con un hombre, y saben que es lo más asombroso ¡Esta muerto!» ¡Es absurdo!

~Oh, simplemente huyó de tí.
-¿Qué?
~Ya sabes, no tienen historia, no se conocen, pudo mentirte solo para salir corriendo de ti y del mundo de haya abajo, es un humano, con vida, es obvio que tiene alguien mejor aquí, quizás...