Capítulo I

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La brisa de otoño soplaba de manera sutil en los recientes árboles secos, llevándose las hojas que habían caído de estos días atrás. El otoño comenzaba, frío y sutil pero llenando todo de colores sobrios y tristes aunque espléndidos. Elsa, una chica de la ciudad, desabrigada totalmente aunque el ambiente este realmente fresco. Caminaba en silencio en ese lindo parque, pateando pequeñas piedras con sus botas negras, sus ojos no dejaban de divagar por todo el parque, llegando hasta una banqueta blanca y solitaria, llena de unas pocas hojas secas. Perfecto. Se sentó en ésta, percibiendo a su alredor la tranquilidad de esa estación, jugando entre sus dedos con una pequeña hoja naranja.
¿Qué hacía ahí? Sólo despejaba su mente, le gustaba salir de su solitaria casa para ir a lugares tan silenciosos como ella, tranquilos y naturales, llenos de paz. Escuchar las aves cantar siempre le ayudaban a llenarse de alegría.
—Hola.—saludó una chica con cabellos rojizos, recién llegada al parque, sentándose a su lado para luego admirar a su alrededor.

Elsa sonrío alegre, observando a la nueva a su lado, analizando como la fría brisa movía su cabello naranja de un lado a otro sin ser tedioso, captando sus delicadas y añiñadas facciones.

—El clima está algo tosco, ¿no crees?.—volvió a hablar, dirigiendo su mirada a Elsa, sonriendo levemente, subrayando esa hermosa sonrisa con sus labios carmesí. Lindos

Elsa volvió a asentir, callada, pero sonriente, prestándole toda la atenció  a la pelirroja.

Ésta vió su silencio algo raro pero gracioso, la rubia platinada era más grande que la pelirrona, claramente, su sonrisa era tierna con sus labios color rosa pastel, naturales y lindos.
No la conocía pero no dejaría de luchar hasta sacarle unas simples palabras a la mayor, viéndola un poco maleducada.

—¿Te comió la lengua el ratón? —comentó la menor, graciosa, insistente a escuchar su voz. —Soy Anna.

La albina volvió a sonreír, ésta vez sacando su teléfono de su bolsillo trasero, buscando una aplicación que normalmente usaba para escribir.

Anna observaba atenta y desconcertada a la mayor, enternecida por el forro celeste con copos de nieve que cubría el teléfono de la contraria. Sonrío cuando la platinada le extendió el aparato electrónico para que leyera una pequeña frase que acababa de escribir.

"Hola, soy Elsa, un gusto"

Anna hizo sucumbir su sonrisa, analizando todo y sintiéndose estúpida. Estaba tratando crear una conversación con quien no podía articular ninguna palabra. Era muda. Volvió a sonreír a la chica que ahora la que ahora le miraba extrañada por su repentino silencio.

—¿Quieres caminar? —preguntó, levantándose de la banqueta para extender su mano a la hermosa platinada.

Elsa asintió, levantándose de la banca junto a la pelirroja, sosteniendose de su mano sintiendo una pequeña descarga eléctrica que ambas decidieron ignorar para luego caminar con ella por el parque. Mientras tanto podía escuchar a su nueva amiga mientras hablaba de ella misma con total naturalidad sin importarle que Elsa no le pueda corresponder la conversación, cosa que agradeció muchísimo.

Holiss, bueno empecé con este nuevo "proyecto" que es algo diferente a las historias de Elsanna que suelo escribir pero aún así espero que les guste. :)

Sin Palabras 《Elsanna》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora