Capitulo 12

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Sergey al ver a su hija quedo impresionado de su belleza, le sonrió feliz mientras Yulia solo miraba de arriba a bajo a su futura esposa y no podía emitir palabra alguna, sus piernas habían quedado estáticas. Lena le sonrió y esta le correspondió aún en su estado hipnótico. Sergey se levanto junto a los demás miembros de la junta.

S-estamos aquí por que dos personas han decidido unir sus caminos para la eternidad. Dos familias de gran renombre en nuestra sociedad se unen este día. Ante su presencia estas dos mujeres se profesan su comprensión, su respeto, y su amor para la eternidad o lo que dicte el tiempo. Por favor...

Con un movimiento de su mano Sergey pidió a Yulia que comenzara.

Y-yo Yulia...solo puedo decir que te amo, que tu y mi hija son lo más valioso que me dio la vida...no hay oro, joyas, ni poder más valioso como el amor que le tengo a ambas, prometo ante todos protegerte si es necesario del mismo sol y de la lluvia, hasta de mi. Te amo tanto que no existe nada para expresarlo mejor que el latido de mi corazón cuando tú te acercas a mi. Esta rosa te al entrego, es tan perfecta como tu lo eres amor.

L-te amo tanto mi querida Yulia que los días en que no estas a mi lado te extraño y aún a mi lado te sigo extrañando, amo cada parte de ti...numerar las cosas que amo de tu ser sería un sin fin de cosas, amo tus defectos, pero para mi eso te hace perfecta. Solo deseo estar a tu lado, amarte, cuidarte. Te conocí un día, me sonreíste y me enamore en un instante. Mi corazón late solo por ti, por siempre. Te amo.

Sergey entrego a Yulia una daga antigua, la pelinegra subió la manga de su traje y corto su muñeca del brazo derecho, entrego la daga a Lena quien realizo la misma acción, por sus brazos escurría su sangre,
Sergey se acerco y tomo ambas manos y las unió.

S-desde hoy estas dos chicas quedan unidas por su sangre, por su amor, para toda la eternidad.

Al separar sus brazos las heridas cerraron solo dejando una marca en sus brazos. Yulia tomo a Lena por la cintura y la beso con pasión.

Unas horas después...

Las chicas abandonaron la fiesta, deseaban estar solas, Hanna se quedaría por unas semanas con sus abuelos mientras ellas disfrutaban de su viaje por las islas Griegas, esa noche la pasarían en la habitación principal de aquel castillo.

Y-por fin, solo tu y yo
L-mmmm no —miraba con una sonrisa a su esposa
Y-¿quién más esta?
L-aquí estamos, tú, tu bebe y yo —Yulia abrió sus ojos con sorpresa
Y-¿qué has dicho...? ¿un...bebe?
L-el que esta aquí —poso sus manos sobre su vientre y sonrió a Yulia
Y-Lena...me haces tan feliz —abrazo a su esposa.

Los besos iniciaron con ternura y felicidad, pasaron al deseo y la pasión. En cada instante aumentaba su intensidad, Yulia fue quitando con lentitud el vestido de su esposa, con cuidado lo deslizo hasta dejarlo caer al suelo. Beso su cuello, sus hombros, bajo hasta los senos y los beso con delicadeza, siguió la ruta hasta toparse con las bragas, se hinco y con ambas manos les bajo con sumo cuidado. Al ver a su esposa desnuda se acerco y le beso el vientre ocasionándole que la piel de esta se estremeciera. Entre besos y caricias volvió a los labios de Lena.
La pelirroja se deshizo del saco y la camisa de Yulia para bajar sus manos y quitar el pantalón con cuidado, y aún besándose, Yulia condujo a Lena hasta la cama, la sentó y siguió besando para después ir recostando a su amada.

L-te amo tanto lobito
Y-yo te amo más gatita

La discusión se llevaba acabo con caricias y besos para demostrar su amor por la otra. Las manos de ambas se deslizaban por sus cuerpos, sus corazones se sincronizaban. Entre besos y caricias, Lena se posiciono sobre Yulia, la chica montaba a la pelinegra y movía sus caderas. Cuando Yulia cerró sus ojos de tanto placer la pelirroja se levanto para correr al baño, Yulia sorprendida la siguió. Lena estaba en la regadera, y está camino hasta ella, pero la pelirroja la de tuvo.

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