Capitulo 9

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Habían pasado meses desde la desaparición de la pelinegra, Lena no perdía las esperanzas de encontrar a su amada, el consejo como lo llamaba Sergey dejo todo lo que le pertenecía a Yulia en manos de Lena, pues esta era la madre del hijo de la pelinegra, por lo que la ley entre ellos le otorgaba el derecho sobre los vienes de su pareja. Sergey continuaba con la búsqueda, estimaba a aquella chiquilla que jugaba con su hija en el jardín cuando eran solo unas niñas, además el sentía la obligación de cuidarla, el era su padrino, así lo decidió su amigo al presentar a la pelinegra ante la sociedad.

Era el sexto mes, Lena se encontraba hermosa, no tardaría en nacer el pequeño y estaba impaciente en ver su rostro y su sonrisa. Inessa siempre a estado al lado de su hija y últimamente más, sabía que en cualquier momento aquel pequeño nacería.

I-Lena deja el trabajo por un momento descansa
L-mamá estoy bien, además si no soy yo quien atiende las empresa ¿quién lo hará?
I-hay hija, sabes que Alfred y Dennis te ayudan
L-lo se, pero esto es mi responsabilidad
I-bien cariño, por lo menos tomate este jugo
L-madre, no encontraste algo mejor que jugo de naranja —haciendo una cara graciosa al probarlo, últimamente le daba asco él jugó de naranja
I-jajaja se nota que mi nieto tiene sangre Volkov
L-no entiendo
I-siempre han odiado el jugo de naranja
L-ahora entiendo porque ya no me gusta...
I-¿qué se te antoja?
L-jugo de tomate —con un puchero
I-iré por el.

Apenas la mujer tomaba el picaporte de la puerta para salir fue cuando se escucho la silla moverse y el grito de la pelirroja, se giro y miro a su hija recargada en el escritorio con su mano izquierda en el vientre y un charco de liquido a sus pies.

L-mamá...es hora —con una mueca de dolor
en su rostro
I-vamos cariño.

La mujer ayudo a su hija a salir de la mansión, Sergey junto a los dos mayordomos salieron al encuentro de su esposa e hija, al escuchar el grito de la pelirroja rápidamente fue llevada hasta el hospital. Alexis atendió a su amiga, el chico era el hijo de Pietro, conocía la historia de la familia. Pasaron los minutos que para Sergey eran horas, lo bueno es que Inessa estaba con ella. Alexis salio de aquella habitación feliz, llego hasta el histérico Sergey y lo felicito.

A-tenemos una nieta y una hija muy linda
S-jajaj gracias hijo —más aliviado
A-de nada, vamos que me imagino que deseas ver a ambas.

Los dos entraron y vieron una tierna escena, Lena tenia a su hija en brazos tomando su primer alimento, mientras la pelirroja acariciaba su pequeño rostro, Inessa vio las lagrimas de su hija caer.
I-tranquila, ella debió sentir el nacimiento de su hija
L-me gustaría que ella estuviera aquí...

La búsqueda de la pelinegra había cesado, habían pasado meses, parecía que prácticamente la tierra se la había tragado. Lena estaba desconsolada, pero tenía que ser fuerte, por su hija. Alexis vio la oportunidad de acercarse a la pelirroja, en un plan de conquistarla, pero para su mala suerte la pelirroja lo bateo. El chico estaba enfurecido, pero el tiempo pasaría y Yulia al no volver esta pensaría en rehacer su vida. Este siempre estaría a su lado, hasta que ella se diera cuenta que él es el amor de su vida.

1 año ½ más tarde

Yulia se encontraba recostada en una habitación, miraba el techo mientras se perdía en sus pensamientos, una castaña entro en aquella habitación y vio a la pelinegra pensativa. Se acerco y beso sus labios.

—¿qué tanto piensas mi amor?
Y-nada, bueno, solo que ciento que he olvidado a personas muy importantes para mí...
—hay amor, tu y tus locuras. Las únicas personas en tu vida somos nosotros
Y-lo se, solo que es algo que siente mi corazón, como si extrañara algunas personas.

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