Capitulo 9

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_______ quería que Jin se decidiese, que la besase o que se echase para atrás. Teniéndolo tan cerca, con la mirada clavada en la suya, no podía pensar con claridad.
Quizás fuese por eso mismo por lo que lo estaba haciendo. Para desequilibrarla. Para conseguir que aceptase algo para lo que no estaba preparada.
-Quiero decir que nos podemos volver locos en el significado negativo de la expresión.
-¿Qué quieres que hagamos? ¿Que empecemos a salir?
-Me parece que es demasiado tarde para eso. Socialmente nos entendemos bien. Lo que me preocupa es la vida en común.
Él volvió a sonreír y el hoyuelo apareció en su mejilla.
-Me parece la solución perfecta. 
-¿Cuál?
-Irnos a vivir juntos. 
-¿En la misma casa?
-Claro. Es la mejor manera de ver si somos compatibles.
_______ no había compartido piso con nadie desde que se había marchado de casa, donde había tenido que compartir habitación con tres de sus hermanas. Las tres se ponían su ropa y utilizaban su maquillaje sin pedirle permiso. Aunque con Jin no tendría ese problema. Su ropa era demasiado pequeña para él y no se maquillaba.
En su casa, para tener algo de intimidad, había tenido que encerrarse en el baño, y la intimidad había durado máximo uno o dos minutos, antes de que alguien llamase a la puerta.
Pero en aquellos momentos tenía dos baños, si necesitaba escapar. Su casa no era demasiado grande, pero un hombre tampoco ocupaba demasiado espacio.
A no ser que Jin quisiese que fuese ella quien se mudase a su casa, que era el doble de grande. Pero él vivía en una zona en la que todas las casas estaban demasiado cerca las unas de las otras.
No debía estar permitido vivir tan cerca de los vecinos, que podían escuchar a través de las paredes. Ella soñaba con vivir algún día en una granja rodeada de extensas tierras. Se preguntó qué pensaría Jin al respecto, él había nacido y crecido en la ciudad. A pesar de que se conocían muy bien, seguía habiendo muchas cosas que no sabía de él.
Tendría que vivir con él para averiguarlas. 
-¿Y si resulta que somos compatibles? 
-Entonces te casarás conmigo.
-¿Así sin más? 
-Así sin más.
_______ tenía que admitir que aquello tenía sentido. ¿Cómo era posible que estuviese considerándolo? Para sus padres, aparte de las relaciones sexuales prematrimoniales, lo peor que podía hacer era vivir en pecado sin haberse casado antes. Aunque ojos que no ven...
-Si lo hiciésemos. Lo que no quiere decir que vayamos a hacerlo. Pero si lo hiciésemos, pienso que sería mejor que tú te mudases a mi casa -propuso _______-. Tú no tienes jardín del que ocuparte. 
-Me parece bien.
-Y me parece que lo mejor será que no se lo contemos a nadie.
-_______. ¿Te avergüenzas de mí? 
Como si eso importase.
-Ya sabes cómo es la gente aquí. No estoy preparada para que todo el mundo hable de mí. No quiero que se enteren hasta que no tomemos una decisión. 
-¿Y cuándo será eso?
-¿Quieres que pongamos un plazo? ¿Qué te parece un mes?
-¿Un mes? -repitió él cruzándose de brazos y quedándose pensativo.
En un mes les daría tiempo a darse cuenta de si eran compatibles más allá de la amistad y del sexo. 
-Y si en un mes no nos hemos matado el uno al otro ¿pondremos una fecha? -quiso saber Jin.
-Si conseguimos vivir juntos durante un mes, te prometo considerar seriamente tu propuesta.
-En cualquier caso, ahorraremos en gasolina viniendo juntos a trabajar -dijo él encogiéndose de hombros.
-¿Cómo es posible que estés tan tranquilo? 
-Porque estoy seguro de que después de un mes viviendo juntos, estarás deseando casarte conmigo. 
_______ esperaba que tuviese razón.
-¿Por qué estás tan seguro? 
-Por esto.
Se abalanzó sobre ella, que supo inmediatamente lo que iba a hacer. Iba a besarla. Lo sabía, y no hizo nada para detenerlo. Lo peor era que quería que la besase. No le importaba que aquello liase aún más las cosas, tampoco le importaba que alguien los sorprendiese.
Él tampoco le dio vueltas. La agarró por detrás de la cabeza y la besó.
_______ casi había olvidado lo bien que besaba y lo bien que sabía. Supuso que se había forzado a olvidarlo durante las últimas semanas.
Se fue dejando llevar por él, metió los dedos entre su pelo y le clavó las uñas en la cabeza. Él la tenía sujeta por la cabeza, con firmeza y suavidad al mismo tiempo, como si no quisiese dejarla marchar. Sí, como si ella fuese a intentarlo.
Casi ni se inmutó cuando oyó que abrían la puerta y que alguien decía:
-_______, necesito... ¡oh!
La puerta volvió a cerrarse y la persona se marchó. Y a ella le dio igual que todo el mundo se enterase de aquello.
Jin rompió el beso y se echó hacia atrás. 
-Tantos esfuerzos para que nadie se enterase.
-Sí.
A _______ debía haberle importado que su secreto saliese a la luz, pero no le importaba. De hecho, se preguntaba si Jin volvería a besarla. Estaba segura de que si se ponía en pie e intentaba caminar sus piernas no responderían.
Sólo un beso y estaba hecha polvo.
-¿Cuándo quieres que me mude? -le preguntó él sonriendo.
«¿Qué tal ahora mismo?», pensó ella. Pero no quería parecer demasiado ansiosa. Además, era viernes. Tenían por delante todo el fin de semana para que Jin se instalase.
Qué más daba. Lo miró y sonrió. 
-¿Qué te parece esta misma noche?

Secretos De Una Secretaria |•| SEOKJIN |•| 《Terminada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora