El peor error de la princesa fue escabullirse del castillo, en medio de esa gran fiesta.
Donde Millie es una princesa y Finn un simple chico.
#18 en Fillie 10/01/20
La portada tiene mi anterior user
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CHAPTER THIRTEEN 𝓑𝓻𝓸𝓴𝓮𝓷
Nota: Escuchen la canción, es mi fav.
Millie
La mañana había sido cálida y perfecta, me sentía más que feliz. Finn había sido un caballero, complaciendonos a los dos, siempre al pendiente de que yo estuviera disfrutándolo tanto como él. Y fue así. Aunque tuve que regresar después a casa, pero los recuerdos golpearon mi mente toda la noche, sintiéndome amada y deseada. No había sido mi primera vez, pero si lo había sido amando a alguien de verdad. Y se que el me ama, tanto como yo a él.
Sonrió aún metida en mi mente, la cómoda cama me pedía a gritos quedarme ahí, descansando y reviviendo el momento en mi mente. Pero sabía que tenía que ir al desayuno, era lo mínimo que podía hacer después de faltar a la cena, sin explicación alguna. De un brinco logro ponerme de pie, colocando en mi mis pantunflas y sin molestarme por esta vez presentarme ya arreglada, salgo de mi alcoba con una gran sonrisa y tarareando 'Fallin' All In You' del cantante canadiense, Shawn Mendes. Cuando llegó al gran comedor, la mirada de mi padre me recorre, la cual solo respondo con una pequeña reverencia, mientras me dirijo a mi lugar.
—¿Porqué no te presentaste a la cena de ayer, Millie? —suspiro, concentrando en cómo el jugo cae sobre mi vaso.
—Estaba agotada, me quedé dormida —miento, dando un largo sorbo a mi bebida para que mi padre solo ignore lo sucedido.
—La extrañamos, princesa.
Doy una falsa sonrisa a André, quien solo me mira expectante. Sigo mi comida, el buen humor nadie ni nada podrá quitármelo, me siento de maravilla. Sigo degustando mi desayuno, sin prestar atención la apasionada platica que mi padre tiene con el rey de Mónaco. Mientras que la mirada de André y Sadie me recorre. ¿Acaso buscan algo en mi?
Cuando termino mi platillo, salgo de ahí, sin antes dejar una reverencia a la gente que se encuentra ahí. Detrás de mi Sadie sale corriendo, con aún un poco de mermelada en sus labios.
—¡Millie, espera! —volteo con curiosidad una sonrisa, que Sadie corresponde justo después de limpiar la mermelada.
—Se que no te quedaste dormida, que raro que llegaras tan tarde...
—Solo no nos dimos cuenta cuando la noche llegó, fue una gran fiesta —musito para después seguir caminando hacia mí alcoba, pero los tacones de Sadie me siguen el paso.
