𝑻𝒉𝒆 𝑹𝒐𝒚𝒂𝒍𝒕𝒚 || 𝐹𝑖𝑙𝑙𝑖𝑒

𝑿. 𝑮𝒖𝒊𝒍𝒕𝒚 𝒍𝒊𝒆

CHAPTER TEN
𝒢𝓊𝒾𝓁𝓉𝓎 𝓁𝒾ℯ

Millie

Las lágrimas que corrían por mi rostro lo decian todo, sabía que si le confesaba a Finn quien era. Todo acabaría. Sobre todo después de lo que Mayte había confesado sobre us supuesta ex novia.
La reacción de Finn al escuchar su nombre me dio todas las respuestas. Era real lo que Mayte me había dicho, y no podía volver a destrozarlo.

El suave toque de un puño contra mi puerta me hizo limpiar rápidamente las lágrimas que corrían por mi rostro, dejando ver a mi madre quien entró apresurada a la alcoba.

-¿Pasa algo? -mis ojos viajan a sus manos que entre sí viaja un sobre.

-Millie, las invitaciones para la boda real han sido enviadas. Y me duele mucho decir esto pero, es me momento de que empecemos a ver tu vestido y todo lo que implica.

Mi corazón parece detenerse ante las palabras de la reina. Suspiro pesadamente.

-¿Tan pronto?

-Lo siento tanto pequeña -sus brazo ahora me rodean, calmando las lágrimas rebeldes que caen por mi rostro -Se que no quieres esto, se que ahora te siente feliz con ese chico. Pero es tu deber.

-Debe de haber otra manera. Debo de encontrarla.

Mi mirada pasa con desesperación a los ojos de mi madre, quien solo acaricia mi mejilla.

-Lo solucionaremos...lo juro, pero ahora tenemos que seguir con los planes.

Asiento con la cabeza, dejando caer las últimas lágrimas antes de alistarme para cenar junto a los Grimaldi.

[...]

Cuando los platos chocan contra la mesa, intentó concentrarme en el exquisito olor de la crema de champiñones que acaba de ser colocada frente a mi. Mientras que mi padre y el rey de Mónaco charlaba alegremente sobre la boda.

La mirada de André se clavaba fuertemente en mi. Pues esta vez su servicio había sido colocado justo frente a mi. Dejándome totalmente incomoloda lo que restaba de la cena.

-Princesa, disculpe el atrevimiento de interrumpir su cena. Pero quisiéramos saber cómo van con los preparativos para la gran boda...

Miró con brusquedad mi cena. Respirando profusamente para preparar una respuesta breve pero convincente.

-De maravilla, mañana iremos a probar el vestido -musito esbozando una sonrisa falsa.

André me mira entrecerrando los ojos. Como si intentará averiguar algo. Su mirada es tan pesada que juro haberla sentido alguna otra vez en mi vida. Tal y como lo senti con aquella mirada que se aferraba a mi cuando esperaba por Finn en la calle.
Miró de nuevo mi cena, concentrandome completamente en ella.