Capítulo 12

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El ambiente se tornaba cada vez más tenso, y yo continuaba con mi actitud de perra maldita.

De vez en cuando cruzaba miradas con el señorito idiota, él yacía de lo más campante como siempre sin importarle nada, mientras yo seguía en las piernas de Santiago.

Decidí jugar con la situación.

Creo que me encontraba más cariñosa de lo que en realidad nunca soy, y al parecer Santi lo estaba notando, ya que me decía constantemente que dejara de beber, quizá mi cercanía lo hacía sentir incómodo, ya que somos como hermanos, pero yo andaba en otras, así que solo disfrutaba la reacción.

Ya eran casi las 4am., y las muchachas ya se querían ir, la mayoría había bebido más de la cuenta, incluida yo, pero supongo que no me daba cuenta.

Los muchachos se animaron para llevarlas y yo no quería irme aún, al final decidieron pedir un taxi porque la mayoría andaban ebrios.
El grupito del señorito idiota se iba a quedar, y pues necesitaba aprovechar la oportunidad de seguir incomodando.

-.Me quiero quedar aún, le dije al oído a Santiago mientras observaba directamente a Matthews

.- No Kris, no creo que sea buena idea

-. Ándate, yo me quedo, no creo que haya problema si me quedo con ustedes ¿verdad?, alcé la voz observando con una sonrisa de lado a Matthews

Él solo me miró sonriendo sin mostrar los dientes.

Santiago nos miró a ambos, y pues, se quedó, no quería dejarme sola al parecer.

Todos se fueron y nos quedamos nosotros con el grupito.

La tensión que existía entre ambos era netamente sexual, es lo que sentía, al menos últimamente, hasta ahora que estaba ebria lo podía reconocer, me gustaba jugar con él, las miradas, las insinuaciones muy obvias, pues, eran a propósito.

Normalmente suelo ser bastante disimulada, pero con Matthews era la excepción.

.- ¿Qué les parece si nos vamos a otro lugar? ¿Alguna casa quizá?, habló Leo mientras agarraba de la cintura a su guapa novia

.- Me gusta la idea, esta vez habló Matthews, mientras sonreía y bebía su vaso con alcohol.

-. Si intentas algo no dudaré en llevarte a casa, sea como sea Kris, me dijo en el oído Santiago. Me conocía, y sabía de lo que era capaz.

-. Trato hecho, le susurre

Esto sería interesante.

...

-. Linda casa Leo, no sabía que las carreras dejaban buen dinero, bromee

.- Gracias a eso pude independizarme, deberías regresar, me contestó

-. En esas ando, reí

Todos ingresamos a la casa de dos pisos, bastante linda en realidad, y por dentro, tenía lo necesario y hasta un poco más.

Pusieron música, sacaron trago y cigarros que siempre tenía que haber.

Y empezamos con la jugada.

Encendí un cigarro y empecé a calar lo más sensual posible, de ratos miraba directamente a los ojos de Matthews, estaba sentaba en los brazos del mueble donde Santiago se había posicionado, así que no se daba cuenta de mi atrevimiento.

Matthews solo me observaba, cada movimiento lo analizaba perfectamente, sin expresión alguna, y yo disfrutaba eso.

Cuando los chicos empezaban a bailar yo aprovechaba en soltar mis caderas provocándolo, mientras le bailaba a Santiago y lo observaba a él.

Matthews solo estaba atento a la escena.

Decidí ir a los servicios, pero UPS, no sabía dónde se encontraba.

-. Leo, ¿Dónde está los servicios higiénicos?

Leo observó inmediatamente a Matthews, y éste le asintió sonriendo de lado. Para nada disimulado.

.- Matthews, acompáñala, no se vaya a perder

Santiago solo observaba, esta vez no dijo ni hizo nada, y agradecí para mis adentros.

Matthews se paró y subió las escaleras, yo iba detrás de él.

-. Creí que había un baño en la primera planta, me atreví a decir

.- Está descompuesto, se limitó

Terminamos de subir, y al fondo del pasillo se encontraba el baño.

Me lo señaló, como haciendo reverencia. Solo sonreí e ingresé.

Ya en el baño me miré al espejo, estaba roja por el trago y no se me veía nada mal, sonreí recordando que tenía puesto un enterizo...

Abrí la puerta del baño, y lo vi recostado al lado esperando.

-. ¿Me ayudas?, le dije dando la espada, no alcanzo el cierre

Él rió, y se metió conmigo al baño, cerró la puerta detrás, no lo negaré, eso me puso bastante nerviosa.

.- Ya van 2, primero Richard y ahora Santiago, no sé que intentas Kristel, dijo muy pegado a mí, mientras bajaba mi cierre súper lento.

-.No sé a lo que te refieres, si eres más claro, podría entenderte, hablé en un tono meloso y seductor.

Me volteó, y siguió bajándome el cierre mientras estábamos uno frente al otro.

.- Ay, Kris kris, no juegues con fuego, dijo mirándome a los ojos y terminando de bajar el cierre del enterizo

Solo lo observaba con una mirada retadora, él salió del baño y yo hice lo mío, me lavé las manos y salí.

Me acerqué a él, bastante repentinamente haciendo que éste se sorprenda, y empinándome le dije

-. Y si me quiero quemar ¿qué?, eso ya es cosa mía ¿verdad? Déjame jugar un ratito Harrison, deja que disfrute lo que queda de la noche, le dije susurrando, para luego pasar la punta de mi lengua seductoramente por sus labios entre abiertos.

Y bajé inmediatamente dejándolo recostado en la pared.

-. Santiago, ya estoy cansada, ¿me llevas a casa?, dije mientras bajaba las escaleras

Santiago enarcó la ceja izquierda y miró a otro lado ignorando lo que le había dicho.

Me acerqué y me senté en sus piernas.

-. Odio que me ignoren

.- Kristel, Tú no eres así, te estás comportando como la - y se quedo callado mirándome

-. Estas tratando de decir que soy una facilona, o ¿me parece?

.- No he dicho eso en ningún momento Kris, lamento que me hayas mal entendido

Me paré muy ofendida y salí de la casa.
Santiago me siguió obviamente, haciendo que la discusión se prolongue hasta el patio de Leo.

-. Ni te me acerques, tú me conoces más que nadie Santiago, y vienes con esas pendejadas de pensar lo peor de ¿mí?, puedo ser atrevida cuando quiero quizá, pero más allá de eso, sabes que no

.- ¿Qué rayos quieres que piense? En toda la puta noche no has dejado de mirar al chulito de Harrison

-. ¿De qué hablas? Me sorprendió que me hablara con lisuras, Santiago no era así

.- Ambos sabemos de qué hablo, luego estás que te quejas carajo Kristel, decídete de una vez.

Nos quedamos mirando sin saber que decir, me sentía avergonzada y ofendida a la vez, no era un facilona ni nada por el estilo, me gustaba juguetear quizá, pero a la hora de la hora nunca atracaba. Exacto, era la mejor calienta pollas de todas.

Santiago dio el primer paso y se acercó a mí, me abrazo en señal de disculpa, solo me quedé con ambos brazos caídos sin devolverle el abrazo, pero tampoco lo apartaba.

Santiago besó mi frente. Besó mi Mejía, y no se, pero sentía un cosquilleo que nunca había sentido con Santiago.
Solo atiné a levantar mi rostro inconscientemente para lo que seguía, y solo recuerdo sentir un roce en mi labios.

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⏰ Última actualización: Jun 30 ⏰

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