La tarde caía en las frías calles de Andorra, finas agujas de agua caían del cielo formando una leve niebla después de la colisión de las gotas en el suelo. Desde la ventana de su habitación recorría las viejas callejuelas de aquel pueblo, con una mano temblorosa acerco a sus labios la taza de café que se encontraba bebiendo, el espeso vapor que emanaba de la bebida subió hasta sus fosas nasales hasta adentrarse en su cuerpo provocando que el dulce aroma lo relajara por un instante. Después de unos largos minutos su móvil el cual se hallaba sobre el escritorio de su sala de trabajo comenzó a vibrar de forma desesperada atrayendo su atención, girando rápidamente dejo la taza sobre una de sus repisas del librero y sin ver el número que marcaba la pantalla contesto apretando el "botón" verde.
—hola, Vegetta— se escuchó al otro lado de la línea la voz gruesa de Rubius.
—hola, muy buenas Rubius, ¿qué tal la noche?
—oye perdón por llamarte a estas horas de la noche, ¿recuerdas que hace unos días alguien estaba lanzando piedras a la puerta de mi casa e intentaba entrar?
—claro que lo recuerdo, ¿está pasando de nuevo ahora mismo?
—no, bueno esta tarde paso otra vez, no se que hacer tengo miedo mi novia no está salió de casa ayer y no regresara hasta la otra semana, se que sueno muy marica, pero en serio tengo miedo y aunque llame a la policía no me siento muy seguro.
—diablos, Rubén, ¿quieres que vaya a tu casa?
—no quiero molestarte aparte estas muy lejos, no debí llamar perdón
—no me molesta, somos amigos. Si me lo permites puedo preparar una maleta y conducir hasta tu casa, aunque si es muy urgente puedo comprar un ticket de avión, estaría llegando a tu ciudad en una hora y media.
—no lo hagas no quiero que gastes podemos hablar y así me relajo
—no lo creo compañero que tal si un loco intenta entrar durante la noche, si esta en mis manos cuidarte lo haré déjame buscar un vuelo— el chico de músculos se encamino hacia el ordenador el cual solo tenia la pantalla bloqueada en un par de minutos ya estaba comprando el ticket de un vuelo que salía a las 8:30 pm—bien Rubius el vuelo ya está apartado tengo que poner una maleta para estar halla contigo un par de días.
—gracias, amigo
—no hay de que niño, nos vemos en un rato
Terminando la llamada se dirigió a la habitación contigua, rebuscando en su habitación encontró una maleta pequeña de emergencia que siempre usaba para viajes cortos como aquellos que a veces hacia con Willy a Londres a las oficinas de Google. Empaco un par de prendas cómodas que encontró en su closet; también guardo unos cuantos productos de limpieza personal y finalmente ya teniendo todo listo para su viaje exprés pidió un Uber que lo recogiera y llevara hasta el aeropuerto. Cuarenta y cinco minutos después ya estaba registrado esperando a que hicieran la llamada para abordar.
Ya en el avión le mando un mensaje a su amigo avisándole que en 36 minutos estaría llegando a Madrid para que este pudiera ir a recogerlo.
Llegando a su destino camino entre la multitud, un par de veces lo reconocieron algunos fans con los cuales se tomo unas fotos y les pidió que no dijeran nada en sus redes sociales de que es estaba ahí, sabia que no le iban a hacer caso pero no quería quedarse con la idea de no haberlo intentado, anduvo hasta llegar a la salida donde pudo ver por entre los cristales el auto de su amigo estacionado delante de una de las puertas eléctricas, saludo alzando la mano y se encamino hasta ya estar a un lado de la carrocería y con los nudillos dio dos golpecitos a la ventana avisando que iba a subir.
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Una persona para sobrevivir [Luzuplay, Rubegetta, Wigetta, Rubelangel]
FanfictionAferrarse a lo único que te lleva al pasado es una de las maneras que te pueden mantener a flote en un mar de problemas del cual sientes que nunca más podrás salir. El tiempo ya dirá que tan grande es nuestra capacidad de sobrevivir en un mundo par...