Capítulo VII

192 28 6
                                    

Mangel.

Camine hacia la puerta, con manos trémulas la abrí y me asome por esta, delante de casa no había nada fuera de lo común así que me di la oportunidad de salir y mirar con mas detenimiento el paisaje, detrás de mi se situó Lolito, tenia los ojos entrecerrados pues estaba analizando cada detalle del lugar. A lo lejos pudimos ver como una cortina de polvo se levantaba y de fondo a esta un cuerpo oscuro salía disparado hacia el cielo y después por tarea de la gravedad se precipito hacia el vacío.

—mierda...—murmuro Lolito echándose a andar hasta las faldas la montaña donde se cernían varias secoyas, lo seguí expectante.

—¿qué pasa? —pregunte deteniéndome en una escalinata que ascendía dificultosamente por el muro de la montaña.

—vi a alguien volar, tú también lo hiciste—respondió apeándose de las rocas y ascendiendo veloz pero cuidadosamente.

—ya pero eso fue muy lejos y la noche llegara pronto, ¿no sería mejor irnos a casa y esperar a la mañana? —exclame trepando detrás de él.

—quizá mañana ya sea tarde, podría ser cualquiera de nuestros amigos—señalo brincando sobre un tronco caído.

Como dije la noche comenzó a llegar. El susurro del bosque era diferente al de hace unas horas; comencé a experimentar la sensación de que alguien nos estaba siguiendo, así que asustado apreté el paso para estar mas pegado a mi compañero, note que también él estaba pasando por lo mismo que yo así que delicadamente tome su mano para tranquilizarlo y de paso a mi también. Se giro para verme y busco mis ojos con los suyos, le sonreí tratando de transmitirle valor porque realmente lo necesitábamos, parecía que lo había logrado porque llevando su vista al frente se paro más derecho y su caminar fue más seguro.

A lo lejos se escuchaba el chillido de los pájaros volviendo a sus hogares y el sol se veía cada vez más rojizo y pequeño, alzando la vista busque el nacer de la luna, pero desde mi posición parecía imposible encontrarla.

—¿crees que haya muerto? —pregunte descorazonado.

—espero que no, desde hace rato que no escucho nada—comento serio agachándose a tomar una rama grande.

—¿escuchabas cosas? —cuestione adelantándome a él tomando una rama que seguramente me iba a pasar.

—si, ¿tú no? —soltó mi mano y se acomodó en posición de pelea: un pie tras otro y con ambas manos sostenía sobre su pecho la rama que había tomado segundos antes—quiero que me hagas un favor Mangel quiero que te escondas detrás de ese arbusto y que no salgas hasta que te llame, si algo se acerca le asestas un golpe, pero no te muevas de ahí.

Al terminar de decir esto una flecha salió disparada desde abajo y rozo la cabeza de Lolito quien asustado se preparo para pelear. Obedecí a su orden y me escabullí hacia donde me dijo.

Oculto tras la hierva vi como desde abajo corrían esqueletos humanos, trastabillaban un poco por su estructura pero parecían decididos a pelear sin problema, uno de ellos apunto nuevamente a la cabeza de Lolito y disparó, pero mi compañero fue bastante veloz y con un golpe de su rama desvió la trayectoria del proyectil puntiagudo; pegó un salto y atinó a darle un golpe en las costillas al esqueleto que estaba delante suyo, provocando que este se desarmara, se veía como un verdadero guerrero peleando contra todos esos esqueletos, blandía aquel palo como si de una espada se tratase y golpeaba a cada uno de sus enemigos destruyendolos  al toque. Sonreí orgulloso acomodándome por si necesitaba salir a ayudar, aunque parecía que no iba a ser necesario.

Después de surtirle un golpe en la cabeza a otro enemigo se agacho y tomo el arco disparando dos flechas por segundo rompiendo el viento derribó a dos más; realmente parecía tener una habilidad excepcional de pelea.

Una persona para sobrevivir [Luzuplay, Rubegetta, Wigetta, Rubelangel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora