Capítulo III

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Luzu.

Desperté en una habitación que no logre reconocer del todo pues aunque quisiera creerlo me resultaba completamente imposible estar en aquel lugar, mire hacia la ventana de junto y vi afuera un jardín muy bonito con una fuente de mármol que brillaba a la luz del sol, el agua caía fresca en la pileta provocando un sonido relajante que inundaba la casa, me gire a un costado y vi los armarios que usualmente usaba para guardar materiales, cabe decir que estos no lucían tan feos si se veían como eran realmente eran, la madera era opaca pues esta no estaba procesada. Me levanté de la cama estilo Luis XV y me dirigí al marco que daba hacia la sala de estar donde más cofres decoraban la estancia, echado en medio de la cocina se hallaba un cerdo pequeño el cual dormía plácidamente; unos pasos mas lejos junto a una nevera se hallaba un pingüino de Adelia tirado panza abajo.

—¿WTF?—exclame caminando hacia el cerdo y agachándome a su lado lo acaricie un poco buscando tranquilizarme  hasta que vi que de su cuello colgaba un collar azul turquesa en donde se encontraba una medalla que decía su nombre—Manolo...—susurre.

Una sensación extraña subió por mi columna provocándome un ligero escalofrió. Me levante de golpe y camine hacia el porche que daba al patio trasero, con las palmas comencé a darme pequeños golpecitos y de vez en cuando algunos pellizcos en las mejillas, ya fuera un cálido viento me recibió trayendo consigo el aroma dulce de algunas flores que estaban plantadas ahí, me precipite a la fuente y mirando el agua helada metí mi cabeza hasta el cuello, quería despertar de aquel sueño extraño que se sentía tan real; al sacar la cabeza las gotas de agua comenzaron a escurrir de mi cabello hasta los hombros.

—no es real—afirme devolviéndome hacia la casa y dirigiéndome hacia el segundo piso que daba a la terraza.

—esto no es real, es un sueño—afirme parándome en el filo del techo—si me tiro desde aquí podre despertar—exclame mirando al vacío, donde se hallaba mi proyecto de la montaña rusa como mis amigos en la vida real le llamaban. Di unos pasos hacia atrás y armándome de valor corrí lo mas rápido que pude hasta llegar a la baranda de cristal que me impedía caer, la salte, pero cuando sentí mis pies volar mis manos instintivamente buscaron sostenerse de algo, arañando la baranda pude reducir la velocidad de mi vuelo y caí en la cabañita que una vez hice con Rubius para aparear nuestras mascotas, el techo de lana colapso nada más sentir mi cuerpo impactando encima suyo, las paredes de madera rosa se tambalearon por el movimiento brusco que ejercí pero no se cayeron.

—auch...—susurre a la nada.

Me levante con mucho cuidado pues el cuerpo me dolía demasiado y arrastrando los pies salí del cuarto para cerdos y me senté en las escaleras del porche, me sobe la espalda tranquilamente hasta que vi la casa de cactus al fondo del jardín, pensé que quizá un pinchazo de aquella planta me despertaría del sueño, muy dentro de mi ser sabia que este no era un sueño y que tenia que detener mis intentos por despertar ya que si no lo hacía saldría terriblemente lastimado. Ya frente a la cactácea me quede analizando la situación; si no despertaba tendría que resignarme a que de alguna manera yo estaba dentro de mi mundo en minecraft y quizá no habría una manera de salir, nuevamente el escalofrió se hizo presente y sin pensármelo mas puse un dedo en una de las espinas, al instante el dolor punzante hizo que me apartara de un brinco, cerré los ojos con fuerza y espere a despertar a lado de Lana en nuestra casa en los Ángeles pero al abrirlos la casa de espinas seguía ahí.

—no...—susurre—¡NO!

Después de pegar aquel grito me dispuse a buscar a mis demás compañeros, quizá no era el único que estaba ahí metido, podría existir la posibilidad de que alguno supiera que estaba pasando. Apretado mi dedo camine lento hacia la puerta de la casa pero antes de llegar algo dentro de la construcción que era el cimiento del gimnasio se movió, era una especie de cosa verde que cuando se acerco mas a la luz pude reconocer con mayor precisión, aquel animal o monstruo como quisiera clasificársele era un creeper, el maldito me vio y sin dudarlo se lanzo hacia mi provocando que en un ataque de pánico yo corriera hacia la fuente para protegerme con el agua ya que según había visto en el juego y películas el agua reduce el impacto de una explosión; el monstruo verde exploto impulsándome a la pileta y fue entonces que caí dentro suyo desmayándome en cuanto hice contacto con el agua.

Una persona para sobrevivir [Luzuplay, Rubegetta, Wigetta, Rubelangel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora