Capítulo VIII

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Rubius

La caminata por la muralla se volvía lenta, a lo lejos el sol se asomaba por entre las montañas. Sus ojos estaban clavados en un punto perdido en el gran océano que cubría las faldas de un acantilado grisáceo. Lo miré de reojo y apreté los puños por dentro de los bolsos de mi abrigo, sin chistar solté la pregunta que tanto tiempo llevaba tragándome.

—¿qué pasa si no hay salida?

Dio un leve respingo de molestia y se giro a mirarme, sus ojos reflejaban una incomodidad que muy pocas veces había visto en él.

—¿a qué te refieres? — respondió con otra pregunta ajustándose las mangas de la camisa.

—¿qué pasa si no hay salida, si nos quedamos aquí dentro toda la vida?

—no me gusta pensarlo, pero debo admitir que hay veces que por la noche en las que siento  que quizá todo lo que ha ocurrido allá afuera es el sueño y que esto es la realidad — sus ojos se empañaron por las lágrimas que se asomaban por sobre de su parpado inferior y su tono de voz firme que lo caracterizaba flaqueó un poco antes de continuar—siento que estoy olvidando lo que es estar así de vivo, aquí no me siento con vida, me siento en constante peligro, me siento asechado y eso no me gusta, Rubius, esto no es vida.

Lo mire por un largo rato justo antes de sentir como el viento nocturno me impulsaba a abrazarlo por lo gélido de su tacto. Sus manos se apoyaron en mi cintura y con delicadeza se desplazaron hasta mi espalda, con las yemas de los dedos dibujé líneas invisibles por su amplia espalda para después de vez en cuando dar ligeras palmadas en sus omóplatos.

—a veces me siento igual—comente esperando reconfortarlo.

—me gustaría estar en casa con Kira viendo alguna película de Disney contigo en una llamada por WhatsApp, eso sí es vida—soltó con una carcajada al final.

Nos separamos y nos miramos solo unos segundos antes de comenzar a trazar nuestro camino devuelta a la mansión. Hablamos de un par de cosas mas y nos adentramos escandalosamente al salón donde yacían recostados Luzu y Auron, uno en cada extremo del sofá, hablaban sobre el plan que estaban ideando para la investigación de nuevos sitios para encontrar información que nos extrajera de Karmaland. Luzu lucia diplomático como siempre y Auron tenia una sonrisa reluciente entre sus labios.

—ya, pero Luzu, si navegamos hasta ese extremo y no esta el pueblo que dice Lolito nos quedaremos varados fuera de Karmaland una noche, ¿crees qué estos calvos están listos para eso? —señalo el mapa que estaba entre sus manos.

—llevamos un año aquí dentro, creo que ya estamos preparados para una noche lejos de esta maravillosa guarida—comento Willy saliendo de la cocina siendo seguido por un Fargan fachoso que mordía una manzana.

—agh tío no lo digas así de crudo—chille dejándome caer en medio de los organizadores.

—así están las cosas, creo que estamos preparados—peleo Willy desde su posición junto a la fogata.

—supongo que Willy tiene razón, unos meses aquí nos han enseñado a más o menos manejarnos en este ambiente hostil—apoyó Vegetta recargándose en el marco de la puerta.

—nada de que supones y dilo como es, un año—escupió Willy rascándose la irritada piel de su barbilla, <<la mañana de ese día había intentado rasurarse con una navaja que había encontrado en el mercado de Karmaland, por lo visto no había salido como esperaba>>.

—anda, ya vas a comenzar—dijo Vegetta dándose la vuelta y saliendo de la sala dirigiéndose a el comedor.

—¿qué no podéis estar un puto rato sin joderse? —reclame levantadome de mala gana del sofá, saliendo detrás del de ojos morados.

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⏰ Última actualización: Apr 08, 2020 ⏰

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Una persona para sobrevivir [Luzuplay, Rubegetta, Wigetta, Rubelangel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora