Out 1. ¿Verdad o Reto?

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Empecemos esta historia desde el principio, desde chica fui una ferviente, apasionada, fanática desmedida del béisbol, ¿Cómo es que saca una chica esos gustos tan fuera de lugar? Sencillo, mi padre fue jugador profesional, era cuarto bate en su equipo, la cantidad de cuadrangulares anotados por el son sensacionales, siempre fue una estrella en todo su esplendor, oh, pero esa es otra historia… Yo crecí viéndole jugar, y mi admiración hacia él es como la que jamás tuve con nadie más, era mi ídolo, mi ejemplo a seguir. Es por eso que decidí que me convertiría en una comentarista profesional del béisbol. Un apoyo incondicional para todos los jugadores y alguien que llevaría la emoción de los juegos de béisbol a la gran pantalla, a la radio, donde quiera que quisieran escuchar mi voz.
Por supuesto también llegue a practicarlo, pero no es muy común, que exista algo como un club femenino del béisbol, muchas chicas, no son como yo, mis amigas más cercanas preferían jugar muñecas, que sudar mientras corrían por un enorme campo, ellas, no lo entendían, asi que poco a poco mi circulo fue cerrándose, me convertí en alguien solitario, asi fui acostumbrándome a mirar partidos y anotar todas las características de los jugadores en mis libretas, un día recibí una carta luego del accidente de mi padre, me habían admitido para entrar en la preparatoria Seidou. En realidad, al principio no podía creérmelo, alguien como yo, yendo al Seidou, era surreal, claramente acepte encantada, aunque al principio no entendía muy bien por qué.

Paso un año, me convertí en el tipo de persona que miraba las practicas todos los días, por si fuera poco, me encontré con un gran amigo, junto al que fui a la secundaria, por dos años seguidos, fue increíble, aunque era obvio que alguien magnifico como él debía estar allí.

Claro que tenía una libreta en la que escribía todo sobre todos los jugadores, a pesar de que siempre estaba allí mirando, no muchos se percataban de mí, y asi lo prefería, pasar desapercibida, era lo mejor.

Cuando acepte entrar al Seidou, sabía que podría resultar complicado, ser comentarista no es algo que cualquiera pueda hacer, hay que aprenderse muchos términos y cosas del béisbol, estudiar a la vez, y llevar una vida normal como chica en la escuela, todo eso no iba de la mano, la preparatoria era famosa por sus métodos de entrenamiento, para saber más sobre el béisbol pasar por allí, seria esencial, ese lugar era la mejor opción para continuar mis estudios.

Estando en segundo año, luego de pasar un montón de cosas difíciles, lo conocí. Por aquel entonces no tenía idea de que conocería a alguien como él. Un prodigio dirían algunos, una persona carismática, muchos lo definían de varias maneras. Durante un año, yo no tuve el tiempo de conocerlo personalmente, pero sí que sabía muchas cosas sobre él, aunque él no supiera nada de mí. Aunque no se confundan, no es mi tipo ni nada que se le parezca, es para mí más como, un sujeto de observación, solo eso… Pero una noche…

—¡Hey Nifuji! Qué tal si jugamos a verdad o reto ¿Qué dices?

Ella es una de mis amigas, y compañera de clase, vivo en un departamento, realmente cerca de Seidou, esa noche, dos chicas vinieron a quedarse en mi casa, para terminar una tarea grupal. Yo estaba comiendo un poco de ramen instantáneo, cuando la escuche, termine mi bocado y volví mi mirada hacia ella.

—Mmm… Está bien, no tengo nada que perder.

—Me uno, me uno —comento la otra chica que estaba regresando de la cocina.

—Bien, mientras más mejor.

—Solo hay tres aquí, no exageres.

—Bueno, con más razón ¿no?

Bueno ellas son Hiyori, y Aida… Dos compañeras de escuela, que están un poco locas la verdad.
Finalmente, asi fue como inicio la peor de mis pesadillas, o se podría definir también como, un impulso para dar un paso a lo “desconocido” y superar uno de mis más grandes miedos.

—¡Empecemos! —Pasamos un rato intercambiando verdades y retos entre nosotras, cosas locas que nos hacían reír, y otras tantas que nos sorprendían, terminamos conociéndonos mucho más.
Pero finalmente llegó un momento, que debí temer.

—Nifuji… ¿Verdad o reto? —Hiyori me observo con malicia.

—¡Que sea verdad!

—Estuve esperando esto desde que comenzó el juego —un brillo peculiar desprendía su mirada, mientras Ai-chan se mantenía a la expectativa.

—Vamos, ya, solo pregunta.

—¿Sientes algo por Miyuki-kun?

Todo pareció permanecer en un gran silencio.

—No —mis frías palabras cortaron el ambiente, como un sable que corta un árbol, sin dificultades.

—¡¿Qué?! Negación inmediata.

—Mentira, no puede ser.

—Hiyori, Ai-chan, hemos tenido esta conversación más de mil veces, es un Kohai, y además no tengo ese tipo de intereses.

—Bla, bla, bla, que aburrida Nifuji, ¿En serio tus sentimientos no han cambiado en todo este tiempo?

—¿Qué hay de Chris? —interfirió Ai.

—Ni hablar, él es como un hermano para mí, un mejor amigo.

—Tal vez no tiene sentimientos.

—No es eso, en realidad, no me interesan.

—Realmente pareces un robot.

—Ok, chicas, ya basta, sigamos.

Todo iba relativamente bien, hasta ese instante, en el cual le tocaba a Ai-chan preguntarme.

—Elijo reto Ai.

—¡Si! —Ambas se miraron, asintieron, y me miraron, rayos, eso no tenía buena pinta.

—Tu reto será, colarte en la habitación de Miyuki.
Ambas parecían desprender un brillo feroz en sus miradas, me quede atónita en el sofá, mirándoles, mientras ellas estaban demasiado entusiasmadas con la idea.

Holaaaa, si ya se... Soy yo de nuevo con una nueva historia que probablemente crean, no voy a terminar... Pero se equivocan, si lo terminaré... Espero que les guste, la lean y me den su apoyo. Gracias a Vesicula por la hermosa portada~ te amodoro x3

El atrapó mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora