Capítulo 2: Sorpresa mágica

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Libro Ojitos Violeta

Año 2048 – 365 días antes

POV ANTONIA

El reloj marcaba las 5:32 de la mañana mientras el silencio tenue gobernaba por completo la oscuridad de mi habitación, desperté de nuevo con la respiración acelerada y las sabanas revueltas, era habitual que los cambios radicales generan pesadillas en mí y esa era la definición de mis últimos días desde que me mudé a Miami para ingresar al Jackson Memorial Hospital.

¿En qué momento decidí irme de Colombia?, ¿qué me llevo a tomar dicha decisión?, aún sigo cuestionando las respuestas, lo único claro que se recalcó en mi mente fue nunca retornar a New York, ese sería el último destino al cual acudiría.

Esa ciudad protegía su presencia y atestiguaba las marcas profundas de nuestra historia resguardando los recuerdos más dolorosos que he vivido, el pasado se convirtió en mi maestro y justo ahora esas enseñanzas son mi veredicto para vivir.

Ella se encargó de enseñarme a nunca más volver a caer en el engaño de un sueño disfrazado de amor.

Una pequeña luz se recreó en la oscuridad de mi habitación, levante mi rostro de la almohada y observe la puerta abrirse con lentitud revelando a mi pequeña hija, sonreí en cuanto divise a la perfección su mano derecha presionando su ojo sutilmente y con su mano izquierda sosteniendo su muñeca de trapo lucecita.

Levante mi mano invitándola a unirse y sin pensarlo mucho corrió hasta saltar y caer sobre mí.

-Mami – dejo un beso en mi mejilla – ¿puedo acurrucarme en tu cama hasta que sea la hora de levantarnos?

- Por supuesto mi princesa – devolví su beso demorándome un poco más en su mejilla – buenos días, cariño.

-Buenos días mami – su mano acaricio mi mejilla - he soñado con Mariana.

- ¿Fue lindo? - Coloque mi mano en su cabello iniciando caricias sin sentido.

-Sí, jugábamos a las escondidillas – susurró guardando su rostro en mi cuerpo - ¿está mal si digo que extraño a mi amiga?

-No mi amor, nunca estará mal extrañar a las personas.

- ¿Entonces está mal decirte que me duele el corazón porque nos hemos ido lejos de casa?, no quiero que te sientas mal por mis palabras, pero me entristece ya no jugar a las guerreras con Mari.

-Celeste, nada que puedas sentir está mal, a menos que sean sentimientos destructivos, ¿recuerdas cuáles son? – asintió observándome fijamente – mi amor, los sentimientos puros que inundan tu corazón cuando reconocen la falta de una persona importante provocan dolor, pero sabes que viajaremos cada mes a Colombia y podrás ver tanto a Mariana como a tus abuelas y tíos.

- ¿Cuánto falta para volver a Colombia mami?

-20 días, mi princesa – contesté sonriéndole – por ahora puedes hacer más amigos.

-Y ¿si no me entienden mami? – Suspiro – mi Ingles no es tan bueno como el tuyo y sabes que no es fácil para mí hacer amigos, los niños de mi edad son tontos.

Reí ante su ceño fruncido y acaricié su mejilla recordando como yo a su edad decía lo mismo.

-Tranquila cariño, busque un instituto donde su principal lengua es español, la mayoría de los niños allí son latinos y los profesores están comprometidos en reforzar la lengua de Estados Unidos, cuando te des cuenta tendrás una habilidad impresionante para hablar inglés, además eres una niña llena de capacidades y podrás con todo lo que la vida ponga ante ti, siempre recuerda que en ti está el querer y el poder, si quieres algo en tu vida ve por ello y hazlo realidad.

Ojitos Violeta (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora