Kyūbi

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Obito estaba sorbiendo su ramen con entusiasmo, había logrado distraerlo lo suficiente para que no continuara con su retahíla de preguntas sobre mi misión. Mi estomago y mis reservas de chakra me agradecían con cada bocado, me comí seis tazones de jalón y uno extra por el mero gusto de saborearlo.

-Recuerda que dije que te invitaría un tazón, y llevas ocho.- Dije después de colocarme la máscara. Ayame, la hija del señor Teuchi me miraba embelesada, la ignoré lo mejor que pude. Colocarme la máscara pareció ayudar.

-¿¡Qué!? Do buedes haceb eso Kakashi.- Dijo Obito con la boca llena.

-Fue nuestra apuesta, un ramen.- Dije. Obito estaba a punto de replicar cuando se escuchó una enorme explosión que hizo vibrar el piso.

Ambos salimos a toda velocidad a ver que estaba sucediendo. A lo lejos se veía un enorme zorro de nueve colas.

¡Demonios! ¡Kushina!

-Debo irme. Kushina y mi sensei están en peligro.- Comencé a correr en dirección al zorro. Kushina era su Jinchuriki y su sello se debilitaba al momento del parto. Esto debía significar que el bebé debía haber nacido ya.

Noté que Obito iba unos metros detrás de mi.

-Obito, regresa, aun no estas para cumplir misiones.- Le dije

-Espera Kakashi, tengo una idea.- Corrí más lento para que pudiera alcanzarme y seguirme el paso.

-¿Qué se te ocurre?-

-Uliticemos el kamui para enviar al zorro a la otra dimensión en lo que el Cuarto decide que hacer.-

-No hay duda de que hacer, un jinchuriki no puede vivir si le extraen el bijuu. Lo unico que hay que hacer es volverlo a sellar dentro de Kushina.- Dije. Aceleré el paso. De la nada ya no sentí a Obito. Supuse que se había detenido.

La batalla que se libraba a los pies del zorro era brutal, había más cuerpos de los que podía contar. Mi sensei estaba sobre uno de sus sapos librando tremenda batalla con el zorro.

La presencia de Obito fue evidente otra vez. Estaba a mi lado.

-Kakashi, ya hablé con Minato sensei, esta de acuerdo en mandar el Kyūbi a la otra dimensión en lo que prepara todo para que lo pueda resellar en Kushina.-

Lo miré incrédulo.

-¿Y cómo lo vamos a regresar?- Dije, nunca habíamos regresado nada.

-Déjamelo a mi.-

-Pero...- Me colocó una mano sobre el hombro.

-Confía en mi.- Sentí a la mirada suplicante de Rin en sus ojos. Asentí. -¿Listo?- Preguntó.

-Listo.- Dije asintiendo una vez más. -¡¡KAMUI!!- gritamos al unísono, use prácticamente todo el chakra que me quedaba. La mancha de color naranja desapareció en un remolino y la paz reinó de nuevo. Todo se puso negro.

-Lleva una semana en cama sin responder. Me preocupa sensei.-

-Ahora puedes imaginar lo que el sentía durante todos esos meses en que estuviste en coma.- Dijo Minato sensei.

-Llevaba una carga terrible sobre sus hombros. Cuando supe de la muerte de Rin, me enojé mucho. Pero no podía reprochárselo.

-Debiste.- Dije débilmente, tenía una migraña terrible. Y me dolía todo el cuerpo.

-¡Hey! ¡Estas vivo! ¡Y despierto! La verdad solo estuve molesto unas horas. Luego el Tercero me explicó todo. Me alegra que estes consciente. -

-Además es gracias a Rin y ese Mangekyou que la aldea está a salvo, y Kushina y Naruto están bien. Gracias Kakashi por arriesgar tu vida de esta manera por ellos. - Dijo Minato sensei. - Y gracias Obito por hacer posible el sellado del kyūbi.-

Me alegraba saber que Kushina y Naruto estuviesen bien.

-¿Cómo lo hiciste Obito?- Le pregunté.

-Puedo ir y venir a la otra dimensión a placer. Una vez que mandamos al zorro tuve que mandar al sensei, a Kushina sama y al bebé de igual manera, Minato sensei dividió el chakra del Kyūbi y sello la mitad en Kushina y la otra mitad en Naruto, entonces utilicé el... - Lo comencé a escuchar muy lejos, y la oscuridad regresó.

カカシ と おびとDonde viven las historias. Descúbrelo ahora