₊်⸼̥🧷꒱ Operación: Odio | taekook ࿓᪶٬⸼°

21

Intentó no sentirse tan molesto por eso.

Intentó no pensar en eso.

Intentó ignorar los latidos de su corazón cada vez que se abre la puerta de su oficina.

—Hola señor.

La cara de Jungkook cayó—. Oh —suspiró y volvió a mirar el documento frente a él. Es la séptima vez esta mañana que tiene esperanza.

—¿Está bien, señor? —Jimin se acercó al escritorio del Presidente con ojos preocupados—. Tal vez deberías tomar un descanso-

—¿Cuándo es la próxima reunión? —interrumpió rápidamente el presidente Jeon. El trabajo fue su única distracción de ciertos problemas de los que está huyendo. No puede dejar de trabajar.

—Dentro de una hora.

—Bueno.

—...

—¿Puedo ayudarte?

Al principio, Jimin contempló si debía o no morir hoy. Pero después de echar otro vistazo a la tez horrible de su joven maestro, el guardaespaldas principal decidió que es su deber garantizar el bienestar de su joven maestro. Así que olvídate de la muerte. Su joven maestro necesitaba desahogarse—. No. ¿Necesita ayuda?

—¿Perdóneme?

Audazmente tomando asiento frente al escritorio, Jimin se estableció cómodamente antes de mirar directamente a los ojos de su joven maestro—. Señor, han pasado dos días.

—¿Qué quieres? —el Presidente lanzó una mirada mortal a su guardaespaldas jefe, encontrando la situación absurda. ¿Desde cuándo Park Jimin era tan valiente?

—Nada —Jimin hizo una pausa, luego asintió con la cabeza un poco—. Señor.

—No tengo tiempo para esto-

—Mira, ambos sabemos que te mueres por saber dónde está Taehyung-ssi, está bien. Espera no. Más bien, te estás muriendo por que él se materialice de alguna manera frente a ti. No quiero decir esto, pero...

—Entonces no lo digas.

—Lo extrañas.

Ante esto, el presidente desmoronó el pobre papel debajo de su palma. La habitación pacífica ahora huele a ira de sangre caliente. No quiso perder el carácter por tan mera razón. Pero esas palabras lo provocaron mucho. Solo esas simples palabras. Nunca antes había sentido un dolor tan terrible en su corazón. Sin embargo, esas palabras solo trajeron una tormenta sobre él.

—¿Ves? Esa mirada en este momento...

—Deja de perder el tiempo con tus tonterías.

—No es-

—Jimin.

El guardaespaldas principal suspiró, cabeza abajo con frustración. Jimin no iba a presionar más sobre los asuntos, pero había que decir algunas cosas—. Joven Maestro, ¿quieres hablar de eso?

—¿Hablar de qué? No hay nada de qué hablar.

—Sí hay. Quiero que dejes de fingir que no pasa nada. Estas molesto. Puedo verlo. Dios, puedo sentir físicamente lo molesto que estás. Deja el acto de 'Presidente' y sé sincero conmigo por un momento, por favor. No me gusta verte así. Y es peor cuando estás tratando de mantener todo bajo control por ti mismo. Usted mismo sabe que las cosas están fuera de control en este momento. No tienes nada bajo control. Entiendo que te estresa. No puedo imaginar lo impotente que debes sentirte. Por eso estoy dispuesto a ofrecer ayudar...