Capítulo 82: Discípulos cobardes

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Al pie de la montaña de la Secta del Santo Demonio, al amanecer, en el bosque…

El Emperador Yan estaba en medio de varias personas, mirando esas nueve montañas que solían ser invencibles y que estaban fuera de su alcance hace tiempo. Ahora estaban justo delante de él, ya casi en sus manos. Este sentimiento lo excitaba.

Hubo muchos antepasados que trataron que la Gran Dinastía Yan quedara fuera del control de la Secta del Santo Demonio. Sin embargo, ninguno de ellos tuvo éxito. Pero ahora, el Emperador Yan estaba a punto de liberar a la Gran Dinastía Yan de la vergüenza. De hecho, ese sería un logro destacado en la historia.

Cuando miró a las personas de las otras sectas, sus ojos brillaron un instante.

“¿Quién hubiera pensado que la Secta del Santo Demonio conocía nuestro plan? Claramente, uno de nosotros filtró esa información”. Un hombre con una capa negra dijo con una voz profunda y ronca.

“Rey de la capa negra, eso no importa. Ahora nosotros, las nueve sectas, estamos reunidos al pie de la montaña de la Secta del Santo Demonio. ¿Crees que nos pueden vencer?” Una anciana que estaba junto al Rey del manto negro dijo. La anciana tenía una joroba y sostenía un bastón con forma de cabeza Fénix, hecho con materiales desconocidos. Entrecerraba sus ojos, con algunas luces que de vez en cuando brillaban causando escalofríos.

El Emperador Yan era el emperador de la Gran Dinastía Yan, pero ante estos grandes maestros, era una persona insignificante.

Había fuerzas buenas y malas entre las nueve sectas. Ellos solían discutir mucho cuando se conocieron, pero ahora habían llegado a un acuerdo. Destruirían la Secta del Santo Demonio juntos. Lo que sucediera luego se decidiría después.

Cuando se enteraron de que el Gran Maestro del Santo Demonio obtuvo la sangre Divina de una antigua ruina, fue en ese momento cuando comenzaron a pensar lo mismo.

La Sangre Divina, un elemento súper raro en el mundo, era el núcleo de poderosos guerreros ancestrales.

El nivel Celestial Mayor no era eterno, y seguramente no era el final. Todos ellos tenían que obtener la sangre divina para comprender la prosperidad de la antigüedad y lo desconocido.

Si se compara cada una de esas sectas con la secta del Santo Demonio, ninguna secta podría realmente igualarlas. El Gran Maestro del Santo Demonio había hecho que su nombre se difundiera en el mundo hace mucho tiempo, y nadie se atrevía a desafiarlo.

Ahora, todas las sectas se unieron para obtener la sangre divina. Cómo lo dividirían después de tomarlo se decidiría luego.

“Destruyan la Secta del Santo Demonio…” Cada Gran Maestro miró a lo lejos. Entonces ordenaron a todos los discípulos pericelestiales que atacaran la Secta del Santo Demonio.

En la Secta del Santo Demonio…

Aquellos discípulos de la secta externa que querían irse pero no pudieron hacerlo, vieron las nubes oscuras que se acercaban a ellos y renunciaron a luchar. Ellos no pensaban que podrían sobrevivir. Todos en lo más profundo de su corazón sentían que iban a morir.

Lin Fan sintió la horrible fuerza que se estaba por venir. Su expresión seria reflejaba la amenaza que se les acercaba.

Al poco tiempo, Lin Fan vio a una multitud de personas que flotaban en el cielo.

“Gran Maestro del Santo Demonio, si no quieres que tu secta quede destruida, debes entregar la sangre divina.” En este momento, el Rey del manto negro dio un paso adelante. Antes tenía miedo de pelear solo contra el Gran Maestro del Santo Demonio, porque era más débil que él.

The Strongest System [Volumen 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora