—¡Oigan! Jungkook puede llegar en cualquier momento, debemos tener todo listo—gritó Tae emocionado.
Estaba satisfecho, los preparativos y el pastel habían quedado perfectos, justo como él los quería y no tenía duda alguna de que la fiesta para Jeon sería un éxito.
Jimin estaba bastante ocupado buscando aún el biberón de Yoonsoo que había desaparecido y que finalmente Namjoon tampoco logró encontrar en el apartamento de Tae.
—Oye Tae...—habló Park pensativo—Ahora que me doy cuenta, desde hace rato tampoco veo a Yeontan.
El mencionado miró confuso a Jimin y dio un vistazo por la sala, comprobando que su mascota también se había esfumado. Le entregó en brazos a Yoonsoo por un momento mientras buscaba a su bebé canino.
Se fijó en todas las habitaciones del departamento pero no había señal alguna de Tan. O eso creyó.
Escuchó en el pequeño corredor unos ruidos provenientes de la habitación de Jimin. Caminó hasta esta con tranquilidad, pues no quería espantar a su cachorro.
Primero asomó la cabeza, como si fuese a espiar a alguien, y comprobó que estaba vacía, pero los ruidos no paraban. Se fijó en el baño del dormitorio, nada. Dentro del armario, nada.
Ya se había dado por vencido cuando se acercó con sigilo a la cama, y notó que el sonido era más fuerte.
Se colocó sobre sus rodillas, se agachó para tener una mejor vista y cuando levantó el cobertor vio algo que le derritió el corazón por completo.
Eran Holly y Yeontan, ambos bebiendo la leche del biberón de Yoonsoo. Por obvias razones el suelo estaba mojado y ambos perros no paraban de limpiar con su lengüita el líquido esparcido.
Tae soltó una pequeña risa que llamó la atención de los canes, por lo que dejaron de beber y no hacían contacto visual con él, solo mantenían la mirada agachada.
Taehyung se levantó, Holly salió de su escondite, y Yeontan también con el biberón en el hocico. Tomó del baño un poco de papel para limpiar debajo de la cama el enchastre que habían causado los cachorros y simplemente los acarició.
—Estuve más ocupado en que la fiesta de papá salga bien que los descuidé—se culpó a si mismo—Lo siento mucho.
Kim hizo una reverencia, mostrando arrepentimiento, pero los perros sólo lo miraban, sin entender que rayos pasaba y porqué el humano se agachaba ante ellos.
—¡Enserio muchas gracias por esto!—habló Jungkook con una sonrisa en el rostro, aunque ya sabía de antemano lo que Tae se traía entre manos no quiso arruinar su sorpresa.
—¡Toma hyung! Espero que te guste—dijo Jimin extendiendo una pequeña caja hacia su hermano.
Jeon le agradeció el obsequio y no pudo resistir las ganas de abrirlo. A pesar de ser ya un adulto aún le seguía emocionando la idea de recibir regalos en cualquier ocasión.
El azabache no desperdició ni un segundo en deshacerse el envoltorio y encontrarse con una caja color rosa pastel. Levantó la tapa de la misma con cuidado y no pudo evitar no sentirse conmovido por el contenido.
Era una antigua foto de ellos dos juntos. Estaban abrazados en lo que parecía ser un viaje escolar a la granja. Sus sonrisas relucientes y llenas de felicidad eran suficientes para saber lo bien que la pasaron ese día.
—¿Dónde la encontraste?—dijo feliz abrazando el marco con la fotografía.
—En uno de los tantos álbumes de fotos que mamá guardaba—sonrió avergonzado bajando la cabeza y enseguida sintió el calor del cuerpo de Jungkook junto a él, envolviendolo en un tierno abrazo.
Taehyung trataba de mirar hacia otro lado, ya que si centraba su atención en los hermanos lo más probable era que termine llorando, y no le gustaba hacerlo en público. Yoongi simplemente mantuvo su mirada fija en Jimin, cuando se separó de Jeon quiso ir a consolarlo, secar sus lágrimas y decirle que todo estaba bien, pero en su intento de hacerlo, Park sorprendentemente lo alejó.
Seokjin observó la situación desde su lugar. Se sentía mal por hacerle eso a Jimin, pero al mismo tiempo estaba tan enfadado con Namjoon que la culpa no logró superar su enojo. Quería desquitarse con alguien, aunque esa no fuera la mejor manera de curar sus penas.
La fiesta se dio por finalizada cuando todos terminaron de comer el pastel, incluídos los cachorros. Jimin se había encargado de comprar uno especial para que las mascotas no se sintieran excluidas de la celebración.
El primero en marcharse fue Hoseok, estaba un poco cansado y para colmo tenía que trabajar al día siguiente. Le deseó una última vez un muy feliz cumpleaños a su hermano con una gran sonrisa y abandonó el apartamento. Seokjin y Namjoon fueron los siguientes, pero una vez pisaron la calle cada uno tomó su camino en silencio.
Todos excepto Jungkook se encontraban ordenando la sala. Taehyung no le había dejado hacer nada, era su día especial y no permitiría que se le pase limpiando.
Una vez que todo quedó nuevamente reluciente, Tae sosteniendo a Yeontan y Jungkook con Yoonsoo dormido en brazos se despidieron y agradecieron a Jimin y Yoongi por haberles prestado el apartamento.
El ambiente volvió a sentirse tenso. Ninguno de los dos cruzaba palabra con el otro y mucho menos cruzaban miradas. Por primera vez Jimin se sentía incómodo ante la compañía de Yoongi y este sin pensarlo dos veces se dirigió al dormitorio.
Park maldijo por lo bajo, él también quería irse a dormir, pero no quería compartir la cama con Min. Su orgullo era más fuerte y no se rendiría tan fácil, por lo que simplemente se dignó a dormir en el sofá.
Lo que más le molestaba no era que Yoongi pasara tiempo con Seokjin, sino que él trataba de ocultarlo y ponía excusas cada vez que Jimin le preguntaba porqué lo escondía con tanto trabajo.
Durante los últimos días la actitud de Min era otra, no era el mismo chico tierno que le seguía el juego de enviarle notas que había conocido años atrás. No era el mismo que hizo que durante el baile escolar se apagaran todas las luces para decirle lo mucho que lo quería enfrente de todos.
Ahora pareciera que su interés por Jimin era menor. Y Park no podía evitar pensar que tal vez el mayor se había cansado de él y que ahora se había convertido en una carga debido a todos los problemas que ambos habían pasado.
Tal vez lo que su padre había dicho tiempo atrás no era del todo mentira. Yoongi no le había traído problemas a Jimin, sino todo lo contrario. Lo que más lamentaba era la muerte del señor Min. Tal vez si nunca se hubiesen conocido él seguiría con vida.
Se sentía culpable de tantas cosas y no podía evitar pensar que sólo era una molestia para Yoongi.
—Jimin—el contrario llamó su atención—¿No vas a venir a dormir?
El mencionado negó con la cabeza—Estoy bien aquí.
Yoongi se adentró nuevamente a la habitación, dejando a Jimin sólo en la sala, y salir luego de unos segundos con una manta y una almohada.
—Tú ve a recostarte, yo me quedaré aquí—dijo para luego apagar la luz y acomodarse en el sofá—Buenas noches.
Park quería llorar, no soportaba más a este raro Yoongi y tampoco estaba dispuesto a seguir con él.
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"Oye Tú!" | Yoonmin 3° Temporada
FanfictionLa mente de Jimin trata de borrar todos aquellos recuerdos, pero los fantasmas del pasado aparecen. Nuevos problemas deben ser afrontados por Park y Yoongi ¿Tendrán algún momento de paz? ✅Los errores ortográficos serán corregidos una vez finalizada...