"Oye Tú!" | Yoonmin 3° Temporada

20. Te amo, Jimin

Yoongi comenzaba a entrar cada vez más en pánico al ver que la ambulancia no llegaba. Gritaba con todas sus fuerzas a los policías presentes para que hicieran algo pero sus palabras eran en vano.

Su rostro comenzó a llenarse de lágrimas y en su desesperación quiso seguir forcejeando con los policías pero sus amigos llegaron para llevarlo al exterior del lugar. Min les decía que lo dejaran, pero quedarse ahí presenciando cómo Jimin moría literalmente frente a él no era lo mejor en ese momento.

Jungkook se encargó de llevarse a Yoongi, mientras, Taehyung se percató de que Yoonsoo se encontraba a salvo con otros agentes y corrió rápidamente en búsqueda de su pequeño con los ojos cristalizados.

Una ambulancia se aproximó a la vivienda y bajaron de ella varios médicos que se encargaron del cuerpo de Jimin. Le hicieron lo más rápido que pudieron una reanimación y lo subieron a una camilla al notar que Park no respondía.

Yoongi presenciaba la escena desde lejos, y corrió tras los médicos mientras sentía su corazón hacerse pedazos. Como pudo logró convencer a uno de los médicos para que le dejaran ir con Jimin, y antes de subir a la ambulancia volteó en dirección a Jungkook quien se encontraba junto a Tae y Yoonsoo.

Jeon hizo contacto visual con su mayor, y le sonrió junto a un gesto indicando que fuera con su novio. Para el alivio de todos, el bebé de la pareja no había sufrido ningún daño, solo se oía un pequeño llanto por su parte que era calmado por sus padres.

Los policías se encargaron del arresto del Señor Park, para luego llevárselo a una comisaría, donde sería nuevamente procesado y llevado a prisión. En unos días se hará un juicio contra él y se dictará su condena. Pero antes, necesitaban asegurarse de que Jimin seguía con vida.

[...]

Los pitidos provenientes de una pantalla se sincronizaban con los latidos de Jimin. Estaba conectado de varios cables que le permitían mantenerse vivo. Seguía inconsciente y los doctores querían darle esperanzas a Yoongi de que todo estaría bien. Pero lo único que pudieron comunicarle fue que el disparo había perforado uno de sus pulmones y que si hubiera sido unos centímetros más arriba, su corazón también habría sufrido daños graves. Y la historia probablemente sería otra.
Otra donde a estas alturas todos estarían llorando la pérdida de Park.

Lo único que mantenía a Yoongi con los pies sobre la tierra es que Jin y Nam estuvieran con él dándole apoyo. Ya llevaban varias horas allí, y le habían traído a Min un poco de comida y algo de ropa para cambiarse, ya que no quería moverse del hospital por nada del mundo.

Cada vez que veía a un doctor pasar levantaba la vista esperando que alguien le diera noticias sobre el estado de su novio, pero cada vez sus esperanzas se desvanecían más y más.

—Yoongi hyung—habló Nam.

El mencionado lo observó sin ánimos.

—¿Por qué no vas a descansar un poco a tu casa? Te ves muy cansado—sugirió.

Yoongi resopló un poco irritado.

—No me moveré de aquí hasta que Jimin despierte y pueda sacarlo de éste lugar.

Con cierta molestia, giró su cabeza en dirección opuesta a su amigo y vio lo que tanto había esperado.

—¿Usted es la persona que viene con el joven Park Jimin?—un médico se acercó.

Min se levantó de su silla, asintiendo como loco—S-sí yo soy su novio—.

—Le pediré por favor que no se exalte ni se desespere, pero su novio ya logró despert-...

Yoongi no dejó que el hombre uniformado terminara de hablar cuando salió corriendo hacia la habitación de Jimin. Justo antes de abrir la puerta lo hizo con cuidado, pues no quería asustar a su novio.

Lo vio tan débil y pequeño en esa cama que la impotencia le creó un nudo en su garganta. Sus ganas de llorar eran inmensas pero no quería que Jimin lo viera así. Se acercó despacio hacia él y le sonrió al ver que Park lo estaba mirando.

—Yoongi—su nombre se escapó débilmente de los labios del menor.

Min tapó con suavidad los labios de Park para que no hablara. Y comenzó a acariciar suavemente los cabellos contrarios.

—Me alegra mucho que hayas despertado—dijo en voz baja para no perturbar el ambiente tranquilo.

—Lamento haber... hecho todo esto por mi cuenta yo no...—susurró Jimin lentamente.

—No te culpes por eso, gracias a tí ahora todo está bien. Yoonsoo volvió con Tae y con Jungkook. Y tu padre, se lo llevaron detenido—.

Una suave sonrisa se asomó en los labios de Jimin. De cierto modo le reconfortaba haber sido de ayuda para que todos estén bien. Todos menos él. Pero eso no importaba, había cumplido su objetivo y eso lo hacía sentir genial.

—También, perdón por terminar así cont-...—una leve tos interrumpió sus palabras

Yoongi le insistió en que ya no hablara más, y no pudo evitar soltar una de las tantas lágrimas que venía aguantando desde hace un largo rato.
Él también se sintió mal por no haber detenido a Jimin antes de que se fuera solo. Y de cierto modo, se culpó por cómo había terminado.

Jimin tomó con delicadeza la mano de Yoongi y como pudo las entrelazó. Ninguno de los dos podía soportar el dolor del otro, querían abrazarse, besarse y decirse que nada más importaba. Nada más que ellos. El mayor permaneció en silencio mientras limpiaba rápidamente sus lágrimas.

El sonido de la puerta los descolocó del momento y ambos se sorprendieron.

—¿Doctor?—preguntó Yoongi.

El señor escuchó toda la conversación de la pareja y sus ojos se notaban cristalizados. Al notar que había sido descubierto trató de disimular de una pésima manera.

—Señor, le dije que no podía entrar de esa forma a la habitación—carraspeó un poco para aclarar su voz—Le dejaré un tiempo a solas con el paciente.

Seguido a eso, el doctor cerró la puerta, que un par de minutos después fue abierta nuevamente por Seokjin.

—¿Qué le hicieron al doctor? Salió corriendo por el pasillo mientras lloraba—

Ingresó junto a Nam y se acercaron a Jimin.

—Chicos ¿Qué hacen aquí?—murmuró Jimin.

—Vinimos corriendo cuando Yoongi nos contó lo que pasó, se oía tan desesperado que apenas pude entender lo que quiso decir por teléfono—.

Min lo observó con furia y Jin le devolvió la mirada.

—Además, dijo que no se movería de aquí sin ti—agregó Nam—Imagínate que ni siquiera quería irse a casa a cambiarse de ropa interior.

Yoongi comenzaba a avergonzarse, y le pegaría un puñetazo a ambos Kim de no ser por su novio. Quien como pudo, hizo que se acercara un poco más, para darle un beso al mayor.

—Te amo, Yoongi.

—Yo también te amo, Jimin.

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pequeño aviso: el siguiente capítulo será el final 😭