remember the time - bruno mars [spanish translation]

[00] prólogo

b r u n o

"Tengo que hablar contigo.", su tono separado me interrumpe de mi esfera: las letras que parecían correr por mi mente, el suave rasgueo de las cuerdas del conjunto de acordes que había estado reproduciendo durante los últimos minutos se detuvieron por completo. Mientras me indicaba que entrara a nuestra habitación.

La luz de la habitación estaba apagada y la brisa fresca flotaba mientras las campanas chocaban entre sí en un ritmo lento e irregular, haciendo que la tensión fuera casi insoportable. Subo las escaleras en silencio y la sigo adentro mientras me siento a su lado en el futón. "¿Qué pasa, El?"

Sus ojos obsidianos miraban a los míos con simpatía, mientras yo sostenía su mano, no listos para lo que estaba a punto de venir. "No me has estado dando mucho tiempo en estos días."

"Pero lo estoy intentando. Es solo que esto de la música usa la mayor parte de mí tiempo."

"Ese es mi punto." Dice fríamente y aleja su mano de la mía, mi corazón cae en un instante. "Vuelves a casa del estudio o de la gira y siempre estás tan cansado que ni siquiera hablamos en absoluto."

"Lo siento, Elise. Es solo que tenemos que cumplir con los plazos y hay demasiados de ellos." Le expliqué con un suspiro, pasando una mano por mi cabello con cansancio. "¿No te gusta que esté viviendo mi sueño?"

"Lo hago. En realidad, estoy muy orgullosa de ti, pero es como si fueramos completos extraños entre sí, bajo este mismo techo."

"Pero soy todo tuyo después del lanzamiento de mi álbum. Solo una canción más para terminar, El. Solo una más." Le digo, desesperado por complacerla y hacerla sentir mejor.

"No, no lo harás.", espetó ella mientras sacudía la cabeza rápidamente y miraba hacia abajo. "Después del lanzamiento de tu álbum, tienes que recorrer el mundo. Todos los días es una ciudad diferente, un país diferente y un mundo completamente diferente para ti. Estaremos lejos el uno del otro durante semanas y meses."

"Y no entiendo por qué estás tan preocupada por esto, cuando sabes exactamente que te invité a unirte a mí-"

"¿Tu gerente lo permitió?", respondió sarcásticamente, cruzando los brazos sobre el pecho con enojo.

"Podemos llamarnos por Skype, enviarnos mensajes de texto, podemos hacer tanto, El."

"Es diferente..." Su voz se desvaneció cuando las lágrimas brotaron de sus ojos.

"No tengo otra opción, ¿De acuerdo? También me duele.", exclamé, apoyando mi mano sobre su hombro y girándola hacia mí para que estuviese directamente frente a ella. Levanté la barbilla y estudié sus hermosos rasgos durante unos segundos antes de plantar un beso en su frente. "Pero aquí hay una cosa que siempre debes saber: TE AMO."

"Sé que lo haces y también te amo. Tanto que incluso si son solo horas sin ti a mi lado, me volveré loca y ahora estamos hablando de meses.", dijo suavemente, sin dejar que su frustración la superara, una de las pocas cualidades suyas que amaba más. "Ya ni siquiera tenemos citas y noches de cine. Solías cantarme canciones y teníamos conversaciones íntimas y ahora..."

"Bueno, estoy aquí ahora".

Ella se encogió antes de sacudir la cabeza como si estuviera disgustada y las lágrimas finalmente bajaron por sus mejillas.

"No, por favor no llores, El. Odio verte así.", le supliqué y comencé a acariciar su brazo para consolarla antes de que ella lo apartara. La veo levantarse del colchón y salir rápidamente por la puerta. Me levanto y me dirijo a las escaleras donde la veo clavando sus palmas a los costados de su cabeza y solo yo puedo escuchar sus sollozos serenos. "Realmente lo siento, El."

Levanta la cabeza hacia mí mientras se limpia las lágrimas con el pulgar, y me ubico a su lado, agarrándola de la mano una vez más. "Bru..."

"¿Sí, cariño?" Levanto su barbilla mientras me inclino, a punto de besarla, cuando aparta su rostro del mío.

"No creo que pueda estar más contigo". Y con esas palabras, siento que mi mundo se derrumba.

"El, por favor no digas eso. No puedes rendirte ahora. Lo acabo de hacer, vamos hacer que esto funcione.", supliqué desesperadamente antes de que me mirara a los ojos una vez más y en ese mismo momento supe que hablaba enserio. Con un movimiento rápido, se apartó de mi abrazo y se dirigió a nuestra habitación solo para que descubriera que estaba haciendo las maletas. "No tienes que hacer esto, El. Por favor, dame otra oportunidad." La vi cerrar su bolso sin girarse.

"Han pasado tantas semanas, tantas oportunidades desperdiciadas. Incluso me quedé contigo a pesar de tu arresto.", escupió venenosa y luego bajó la cabeza con culpa, sabiendo que despreciaba cuando mencionaba mi desafortunado y tonto pasado. "Lo siento mucho, Bru. Solo estoy haciendo lo mejor para nosotros."

"No tú no eres. Se supone que no debemos renunciar a... nosotros."

Ella camina hacia mí, ignorando por completo mi explicación y rozó sus labios ligeramente sobre mi mejilla. "Adiós, Bruno."

Me tomó un momento sentir que el dolor subía por mi pecho, la constricción en mi garganta y una agonía en el estómago: así era como se sentía la angustia. Tuve que recuperar el aliento laboriosamente antes de bajar corriendo las escaleras para detenerla. "Por favor no me dejes. Todavia te amo."

"Si realmente me amas, solo..." hizo una pausa para buscar las cosas correctas que decir mientras esa pequeña mota de esperanza dentro de mí se encendía, mi corazón golpeaba contra mi pecho. "...déjame sola."

Y cuando pronunció esas palabras, sentí que todo mi sistema decaía mientras eludía mi marco que estaba bloqueando su camino, y caminaba detrás de mí. La puerta principal se cierra con esa pequeña llama de fe que muere en una delgada línea de humo, causada por su suave golpe, su despedida. "Siempre te amaré."