Memorias de mis infortunios amorosos.

III

Pasó casi un año entero para que yo volviera a hablar con Gabriela, ella había terminado odiandome porque no quise aventurarme junto a ella en una odisea contra sus padres para demostrar que ella podía estar conmigo, durante ese tiempo volvió a mi vida la que una vez fue una compañera de clases que me gustaba mucho durante mi paso por un curso de inglés, su apodo: Jey, la conversación con ella poco a poco se volvió mas personal hasta que por azares del destino decidí contarle lo mucho que me había gustado mientras estudié con ella, ahí fue cuando me enfrenté a uno de los mayores clichés, me respondió que yo a ella también le gustaba y que por qué nunca le había dicho nada, un mensaje así le rompe el corazón a cualquiera, saber que por la cobardía de tu yo del pasado perdiste una oportunidad de oro y la frustración de no poder hacer nada al respecto, seguí hablando con ella y al parecer ese sentimiento aún estaba allí de parte de ambos bandos, empezamos a coquetear y a acercarnos uno al otro, ella era un poco difícil y macabra porque al mismo tiempo que le daba luz verde a mis insinuaciones me contaba de otros chicos que le gustaban y que le hablaban, seguimos hablando hasta diciembre de 2017 cuando ella se graduó del bachillerato y me pidió ser su acompañante en su "fiesta de grado" lo cual era un gran paso si de alguna manera pretendíamos ser algo más, conocí a su familia quienes a diferencia de la de Gabriela me aceptaron totalmente, les caía super bien, su padre incluso me ofreció alcohol lo cual aún no sé si significaba que me tenía confianza o me estaba sometiendo a una prueba, de cualquier manera lo rechacé. Fuimos juntos a su fiesta de grado y yo quedé anonadado por lo mucho que se iluminaba el recinto cuando ella entró con ese vestido rojo y su cabello ondulado suelto, era algo de otro planeta, y yo aún no podía creer que era la persona con más oportunidades de tenerlo, cada vez que me enamoro de alguien mis ojos la ven como algo sublime, extraordinario, excelso, superior, celestial y aún no sé si eso es bueno o malo pero lo sigo haciendo cada vez, pasamos ese 7 de diciembre juntos y luego la llevé a su casa y pasé un rato con su familia, luego volví a mi casa con una sonrisa tan grande que no me cabía en la cara. Luego de eso salimos un par de veces y después ella viajó a EEUU por vacaciones con una tía, duramos un montón sin vernos, mi semestre empezó y ella aún no había vuelto del viaje, para cuando ella regresó yo ya estaba metido de lleno en el semestre y no pude sacar tiempo para verla, todo se cayó a pedazos, nos distanciamos y se terminó, aunque en realidad nunca empezó nada pero se sintió como una aventura intergaláctica. Odié con mi alma ese semestre porque de una u otra manera lo culpé de haberme separado de ella. Al final de ese tercer semestre de la universidad Gabriela volvió a mi vida, respondiendo mis estados y forzando conversaciones, hasta que un día llegó a mi casa, de los más natural y normal del mundo, cuando abro la puerta se abalanza sobre mí y me besa, y sentí como se rebobinaba el tiempo, al momento exacto en el que nos empezamos a conocer por segunda vez, todo fue fantasía por un momento, hasta me hizo pedirle que fuera mi novia, y así empezó una nueva historia, fue como hacer borrón y cuenta nueva. La relación empezó de 0 en incluso peores condiciones que antes porque sus padres ni siquiera podían saber que nos estábamos viendo, ya que se indignarian por el hecho de que ella me haya buscado después de todo lo que pasó, un día cualquiera la invité a la playa y pasamos todo el día allá, por obvias razones ella no podía decirle a sus padres por lo que les mintió, ellos se enteraron y la castigaron, a raíz de eso y muchos otros problemas ella se fue de la casa, y pasó a vivir con sus primas y continuamos nuestra relación, aquí puedo ser sincero al menos, siento que no debí meterme en esa relación en absoluto, y siempre sentí que fue un error, lo acepté por la forma en que me presionó ese día y simplemente le seguí el juego pensando que no iba a durar mucho, y así pasaron año y medio atrapado allí, no podía terminarle porque ella estaba enamorada de mí y sentía que si me alejaba se podía morir, pero por otro lado yo me sentía en un lugar en el que no debía, yo no estaba enamorado de ella de la misma forma que ella de mi, en algún momento de la relación me sentía bien a su lado pero era más producto de la costumbre que del amor. Nunca pude decirselo pues siempre pensé que esto la rompería en dos, el hecho de haber estado tanto tiempo con una persona y planear mil cosas y luego enterarse que básicamente no mucho era cierto. Al final decidí terminar esta relación por lo mismo que terminé con Danna, la relación era enfermiza, y ya yo no tenía más de dónde agarrar fuerzas para permanecer allí, así llegamos a octubre de 2019 fecha desde la que estoy soltero de nuevo, no demoré mucho en fijarme en otra persona, supongo que eso es un problema también, no tengo muchos amigos cercanos y constantemente siento que molesto a todo el mundo, por eso durante el tiempo de la universidad también he conocido a muchas personas pero no me quedo mucho tiempo con ningún grupo, porque después de un rato siento que no debo estar ahí, y esa falta de afecto y sobrante de tiempo me facilita el estar mucho tiempo ensimismado pensando en un millar de historias y fantasías que ojalá ocurrieran, entre esas que la chica que me gusta ahora me prestara atención, creo que es la primera vez que alguien me llama la atención y me lanzo a decirle que me gusta sin vacilación, corriendo el riesgo de que me rechace o simplemente se aleje de mí como sucede muy a menudo en todo el mundo, no la conozco muy a fondo pero de vez en cuando puedo predecir ¿que es lo que va a hacer?, ¿como va a reaccionar? y lo más importante, ¿cuando va a sonreír? Esto último es impresionante, ojalá todo el mundo pudiera ver tal maravilla, se lo he dicho ya varias veces, su sonrisa me parece algo mágico y no sé si de verdad es ella la que tiene superpoderes o yo que ya me terminé de volver estúpido. Lo único que me genera un severo problema es el estrés de tener la duda, porque desde que le dije eso su actitud conmigo no ha cambiado pero tampoco me dió una respuesta real, no me dijo si sentía algo parecido o si podría suceder, ni siquiera tuvo la delicadeza de mandarme a la friendzone de forma decente, a veces hablamos por horas y hemos durado hasta la mañana siguiente chateando y luego pasan semanas y no me escribe nunca, el interés es nulo, no se que es lo que aún me mantiene con esperanzas, he soñado con ella más veces de las que quisiera admitir y no sé si eso es una buena o mala señal, la mayoría del tiempo no se qué hay en su cabeza y eso me estresa porque tengo un grave problema con el desconocimiento de la información que me interesa. No se si de verdad haya un dios o no o si es el karma quien me está haciendo pagar por lo imbecil que he sido toda mi vida al hacer que me enamore de una persona así y tener la incertidumbre cada día a cada momento, creo que es un estrés que no había tenido antes y no entiendo por qué ocurre, no daré su nombre porque ella no lo autorizó, así que la llamaré: "mi amor platónico".
La conozco ya desde el 2017 y realmente creo que no fue la mejor forma de comenzar una amistad, para aquel entonces creo que mi actitud no era la misma de ahora, he cambiado un poco, en ese momento estaba de lleno metido en los videojuegos y no le daba mucha importancia ni a la gente ni a la universidad lo estaba desaprovechando en serio, tuve la suerte, que no diré si fue mala o buena, de estar con ella en un grupo de laboratorio de física y la entiendo cuando expresa que le fastidiaba en ese momento, porque es cierto, lo hacía, pero en ese momento, la verdad, no me importaba mucho.
Tuve la dicha de encontrarla en otras materias, en semestres posteriores cuando comencé a detallar a las personas y darme cuenta de quiénes conformaban mi entorno fue cuando me di cuenta lo linda que era, aunque para ese momento solo podía admirarla por eso pues nunca me había acercado, de una manera que se pueda tener en cuenta, a ella. Uno de los días que más recuerdo fue el Halloween de 2018, la facultad hizo una fiesta en la cual estuve como uno de los que se la pasó todo el día decorando y organizando que todo saliera bien, ella llegó en la noche destruyendo las leyes de la óptica que conocemos puesto que aunque estaba vestida de negro no absorbía la luz sino que la emitía. Ese día terminamos tirados en la terraza de una de las casas donde duermo (esto lo explico después) yo me dormí acostado en sus piernas y sinceramente aunque había tomado un montón esa noche recuerdo que no quería que la noche se acabara, quería quedarme ahí. Al año siguiente también hubo una fiesta por "Halloween" a la cual yo no pensaba ir porque tenía un parcial muy importante al día siguiente muy temprano, hasta que el diablo apareció en un estado de WhatsApp (lo cual es irónico porque ese fue su disfraz el año anterior).
Cuando vi esa foto de ella sonriendo en ese lugar y yo estando tan cerca algo dentro de mí me dijo "¿Que haces aquí? Ve a verla" y sin pensar mucho en mis parciales, aunque en realidad no es que les tenga mucho cuidado (otra cosa en la que debo mejorar), llegué a allí y quise perseguirla y estar con ella todo el tiempo hasta que me sentí como un estorbo lo que en realidad se que fue un error mío producto de las malditas inseguridades que todos tenemos. Desaproveché una noche en la que de alguna manera podría haberlo pasado hablando y bailando con mi amor platónico y la convertí en una noche en la que pasé aislado del grupo pensando en mil cosas malas mientras me arrepentía de haber ido. Creo que tengo un grave problema de autosabotaje.