Memorias de mis infortunios amorosos.

VIII

Reducir al ser humano a términos estrictamente lógicos fue tal vez muy ambicioso de mi parte, la mente de una persona puede ser impredecible, y susceptible a estímulos que no pensamos que podrían hacerlo. En mi caso, en el pasado era partidario de que el amor puede ser impuesto, o que puedes enamorarte o desenamorarte de una persona utilizando ciertos trucos psicológicos. Pero una vez mas, como en la ingeniería y en la vida en general, la teoría y la práctica son dos mundos completamente diferentes. 

En teoría, el amor de tu vida no existe, y simplemente puedes ser feliz y tener una muy buena relación romántica con cualquier persona que sea lo suficientemente madura y con la que tengas ciertas cosas en común, y lo mas importante, sentirse atraídos mutuamente. O al menos eso pensaba antes, no se si el hecho de ahora no creerlo es una evolución o involución de mi forma de pensar,  pero, si que duele cuando las cosas no funcionan de la forma en que quieres. 

El correcto actuar de una persona enamorada cuando se le aclara que no tiene ninguna oportunidad no debería ser doloroso, al fin y al cabo, hay muchas otras personas en el mundo, se puede enamorar de cualquier otra y ser feliz, pero, aquí es cuando el comportamiento se torna ilógico, se cree que solo se puede ser feliz con esa persona, y te aferras a un pasado que ya no existe, la cordura y la razón dejan de ser una parte de ti, y la negación pasa a ser una fase permanente. 

En mi caso, gracias a mi mente fantasiosa y basada en series y películas, este es el momento en que nos separamos un poco pero ella luego se da cuenta de que si vale la pena y vuelve corriendo a buscarme y tenemos un reencuentro glorioso con una banda sonora impecable, tal vez Dusk till dawn sonando en el fondo, o lo que es un poco mas común, este es el momento de mi vida en que me interno en un gimnasio y tengo mi tan aclamado glow up, me convierto en una especie de maquina sin sentimientos y sigo llorando porque ella no me ama cuando nadie me ve. 

De cualquier forma, al final nada tiene sentido, todos vamos a morir en algún momento, y en un par de siglos nadie recordará lo que hayas hecho o dicho, la vida es un camino de sufrimiento con breves momentos de felicidad, pero, realmente creo que al lado de ella estos momentos sucederían con más frecuencia. 

A veces pienso que es cierto la teoría de que los humanos antiguamente tenían dos cabezas, 4 brazos y 4 piernas, y que Zeus los dividió a la mitad por miedo a su poder,  porque cuando estaba con ella me sentía de verdad completo y capaz de desafiar a los dioses. Ahora vuelvo a ser un mortal solitario existiendo por inercia.