Naruto Uzumaki y la Voluntad de Fuego

Capítulo 54:No respires

NARUTO UZUMAKI Y LA VOLUNTAD DE FUEGO

Sendero

-CAPITULO 54-

"No respires"

Un Naruto de 19 años movía la pierna derecha con inquietud, mirando el anillo que relucia en la palma de su mano.

Sentado en su cama alzó la vista hacía las fotos que tenía con Anko colgadas en toda la pared. En su mayoría eran recuerdos en las diferentes naciones ninja a las que había visitado junto a ella, en su gira de la paz.

En otras era con sus amigos.

De pronto escuchó como la puerta del baño se abría. Apresurado ocultó el anillo.

Anko salió envuelta en una toalla mirandolo curiosa, pero con una sonrisa.

Últimamente paraba mucho más feliz que antes, y Naruto no podía dejar de romperse la cabeza pensando en la razón.

-¿Te vas a duchar?

-Oh sí claro-contestó Naruto-¿A donde vas?

-Ya... te dije que voy a reunirme con amigos -dijo Anko titubeando mientras se cambiaba. Naruto frunció el ceño y asintió. Siguió mirándola mientras apreciaba lo que disfrutaba cada noche. Tenía un cuerpo espectacular. Y mucho más ahora que usaba el jutsu de la abuela Tsunade para rejuvenecer .

Parecía de su misma edad, y se comportaba de esa manera.

Pero nuevamente la desesperación lo atacó, no había tenido relaciones con ella desde hace mucho. Mucho para el eran dos semanas. Pero aún así tomando en cuenta que desde que terminó la guerra lo habían hecho todos los días (¡benditas hormonas de la adolescencia!) . Esto era muy frustrante.

A su mente llegó una escena que recordaba con cierta aprensión.

Había estado en esta posición desde que había terminado la guerra. Pasada la euforia por la paz en todas las naciones, era difícil hacer a un lado el remordimiento por sus acciones.

Llegó a un momento en donde no pudo callar y le dijo a su amada lo que había ocultado. Tal vez no tuvo el tacto suficiente.

-¿Qué? - Anko no lo miraba o el más bien no podía verla a los ojos. -No.. No puede... Ser.

-Es mi culpa. -dijo una vez más,las palabras cada vez eran más difíciles de soltar. Sentía un nudo en la garganta. Si pudiera verse frente al espejo, vería un muchacho devastado.

Anko quedó en silencio unos momentos. Alzó la mirada y recibió una cachetada de parte de ella. Dolió, dolió mucho. Pero aún más sus palabras.

-¡¿Cómo pudiste?!-gritó mirándolo herida-¡Tenías informacion de todo lo que iba a suceder! ¡Podrías haber hecho algo!¡Murieron! ¡Muchos murieron! ¿Esa es tu forma de traer paz?

Anko se calló ahora con lágrimas en los ojos.

Naruto también las sintió recorrer en sus mejillas.

-¡Di algo!

Con todo el pesar del mundo, respondió :