🖌️; Lienzo

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Dos medias lunas oscuras cubrían la parte inferior de ambos ojos en el rostro de SeokJin, no había podido dormir bien, su cabeza estaba llena de un sinfín de diversos pensamientos; no entendía la razón por la que ningún objeto era encontrado. ¿Acaso en menor mentía respecto a cada uno de ellos? Pero... Era imposible.

Según el entendimiento del azabache, las fotografías de los objetos perdidos se generaban según la memoria del dueño. Era algo más que un simple trozo de papel, era un recuerdo de forma física y material.

—No puede estar fingiendo... —El chico de linda sonrisa mordió una de sus uñas, totalmente confundido y frustrado. Se encontraba en la recepción, su mirada puesta en un punto cualquiera y su mente trabajando a mil por hora.

—Y... ¿Por qué viene y se va a la misma hora? —La mordida impuesta sobre su uña fue tanta que un leve sonido resonó en sus oídos. El azabache pestañeó, dirigiendo su vista hacia su dedo, notando la desigual uña, y la sensación en su lengua de tener ese trozo arrancado sobre ella.

—¡Ahg, soy un idiot —El sonido de la campanita en la puerta principal lo calló de inmediato. Sus oscuros orbes se posaron en el chico de cabellera castaña, que apenas estaba asomando su cabeza, luciendo el rostro más confundido que alguna vez pudo ver en él. SeokJin pestañeó incontables veces, jugando con sus dedos en modo de nerviosismo. —B~bienvenido a Lost & Found Jungkookie.

El castaño entró, cerrando la puerta tras de sí, sin dejar de dedicar al mayor esa mirada llena de confusión.

—¿Por qué gritabas?

—Oh... Es que... —El mayor presionó sus labios, nervioso, no podía decir la razón real y verse como un completo loco a los ojos de Jungkook. —¡Rompí mi uñita, y era mi favorita!

Gran idea, Jin. Te mereces un premio. Pensó SeokJin, mientras alzaba su dedo índice y así mostrar la uña desigual y claramente mutilada por sus dientes.

Jungkook no puedo evitar reír, un tanto agudo. El azabache se perdió en ese hermoso sonido, deseaba tanto poder escuchar esa risa durante mucho tiempo, todos los días, a toda hora.

—Yah, Jin. —El menor tuvo que colocar una mano en su boca para ahogar sus carcajadas en ella y poder calmarse del todo. Si tan sólo el azabache hubiese tenido el coraje, le habría pedido que no hiciera algo así y continuaba con ese canto angelical al que tanto llamaba risa.

—¡No te rías de mi sufrimiento! —SeokJin fingió indignación, abultando ambos labios y formando un puchero completamente infantil, más no tardó en soltar leves y agudas risas.

Ambos simplemente se sonrieron, como si el mundo que les rodea pasara a segundo plano. Ambos perdiéndose en la belleza ajena.

—¿Qué traes hoy?

—Oh, casi lo olvidaba. —El castaño entregó la fotografía, el contenido siendo sumamente peculiar.

Constaba de un lienzo, en él una pintura al óleo de un retrato sin terminar, un enorme espacio en la esquina inferior estaba en blanco. Y, a pesar de que el rostro pintado estaba incompleto, era fácilmente deducible que se trataba de Jungkook.

El mayor alzó su mirada para dirigirla al rostro de castaño, y de vuelta a la fotografía, comparando los detalles que lograban visualizarse en la pintura sin finalizar.

—Vaya, la persona que estaba pintando eso es muy talentosa.

La mirada de Jungkook se apagó por un momento, era increíble como podía transmitir todos sus pensamientos y pensamientos por medio de esa profunda mirada. SeokJin supo, con sólo ver el brillo desaparecer y dejar tras de sí dos ojos negros sin vida, que esa pintura era importante.

Y, más aún quien la hubiese pintado. Algo en el interior del azabache le dijo que esa obra sin finalizar era de la persona de la cual estaba enamorada el menor.

¿Cómo lo supo? Esos mismos ojos sin vida fueron los presentes en aquella conversación, donde la mirada del menor se veía llena de dolor en el momento que el azabache decidió mencionar al "amor de su vida."

—Lo es... O lo era.

La respuesta del menor dejó completamente confundido al azabache. Sin embargo, debía dejar de lado ese tema. Sin decir más, buscó la llave que los llevaría al nivel de "Objetos de Arte."

El silencio incómodo nuevamente hizo presencia, tal como el día anterior. ¿Acaso era SeokJin el único que sentía esa extraña presión en el pecho al estar dentro del ascensor con el menor? Antes no se sentía de esa manera, y no entendía la razón de que ello cambiara.

El agudo sonido anunció que llegaron al nivel, encontrándose con un lugar muy similar a un museo, con miles de cuadros colgados en la pared. Apenas lograba verde del todo el papel tapiz beige en la pared debido al sinfín de cuadros, de diferentes tamaños, técnicas, colores y temáticas.

Sin entablar mayor conversación, ambos iniciaron su búsqueda, observando detenidamente cada una de las pinturas. Jungkook, luego de unos tantos minutos, perdió toda atención debido a un cuadro, de los más pequeños, donde se mostraba un paisaje de otoño.

SeokJin volteó su mirada, encontrándose con el menor perdido en la pintura. Había estado todo ese tiempo aguantando su curiosidad, pero el verle mirar un cuadro tan insignificante como ese logró armarle de valor.

—¿Estás bien, Jungkook?

El castaño se sobresaltó, dándose la vuelta para mirarlo al ser sacado del trance en el que se encontraba.

—No lo sé.

—¿Te gustó esa pintura? Digo... Es realmente pequeña.

—Sí, pero tiene algo especial...

SeokJin observó a detalle la obra, sin entender en absoluto. No era más que un paisaje, ni siquiera lo consideraba tan bello como para captar la atención.

—Hay algo que quieres preguntar, ¿verdad? —El castaño observó al mayor, curioso.

—La obra que perdiste, ¿Quién la pintó?

—El amor de mi vida.

SeokJin sintió un nudo en su garganta. Sabía que era esa persona, y aún así no se esperaba esa respuesta. El azabache simplemente asintió, su labio inferior temblando.

—No... No pude encontrar la pintura...

Jungkook mostró una leve sonrisa, asintiendo. Pero esos ojos no demostraban más que dolor.

Una vez más, SeokJin era incapaz de encontrar algo que haría feliz al menor. Y nadie podría describir lo mucho que el azabache deseaba hacerlo feliz, verle sonreír de la manera más amplia. ¿Por qué no lo lograba? Estaba sintiéndose cada vez más ansioso.

Y por primera vez en su vida, SeokJin no pudo hacer nada más que llorar ron comenta frustración una vez que el menor se fue del lugar.

No creía soportar mucho más esa situación.






Pueden sacar sus teorías...

Capítulo dedicado a Amylovejin por dedicar parte de su tiempo para leer está pequeña historia, espero te guste

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