🚗; Automóvil

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Las gotas cristalinas que emanaban de sus lagrimales y resbalaban por sus rojizas mejillas habían permanecido presentes casi toda la noche. Había algo en el interior de SeokJin que dolía, demasiado.

Los ojos de Jungkook que debían cada vez más apagados y tristes. ¿Acaso el era el culpable de extinguir tanta hermosura en ellos? El azabache se sentía sumamente inútil e impotente.

SeokJin sintió una putada en su corazón, si él era el causante de ello, no se lo perdonaría en absoluto.

—Jin...

La mirada del azabache se encontraba perdida, su mente divagaba en un sinfín de cosas, creando un mayor dolor en su pecho con cada segundo transcurrido.

—Hey, ¿Jin?

Sus ojos empezaron a volverse cristalinos, deseaba llorar de nuevo, y ya que ni siquiera entendía la razón real. Simplemente quería hacerlo.

—¡SEOKJIN!

El azabache abrió los ojos lo más que pudo, saliendo de ese trance y encontrándose con la mirada preocupada y alterada del castaño. No supo en qué momento entró a la recepción, mucho menos cuánto tiempo estuvo sumergido en sus pensamientos.

—¿Por qué lloras? ¿Estás bien? —El lenguaje corporal de Jungkook denotaba lo mucho que le preocupaba verlo de esa manera, incluso caminó al otro lado de la recepción para poder tomar al mayor entre sus brazos y acariciar su espalda y cabeza con cariño.

SeokJin parpadeó ante esas acciones, sintiendo la calidez del cuerpo ajeno y, por un momento, olvidando todo lo que le atormentaba. Podría vivir una eternidad entre esos brazos, sentir ese aliento olor a menta que desprendía entre los labios del menor, escuchar tan cerca el latir de su corazón.

—Estoy bien, Jungkookie.~ —Estaba recordando una película muy triste que vi ayer. —Mintió. No se sentía lo suficientemente fuerte para admitir la razón de sus preocupaciones.

—Me asustaste... —El castaño cortó el tacto contra el cuerpo ajeno, permitiéndole a SeokJin poder notar ese leve sonrojo en sus mejillas.

El azabache contuvo el aire unos segundo al verlo. ¿Acaso existía una persona más hermosa que Jungkook?

—Estoy bien, Jungkookie.~ —El mayor mostró una amplia sonrisa, haciendo sus ojos desaparecer y logrando calmar al castaño. —¿Qué has traído hoy?

El castaño pestañeó, al mismo tiempo que formaba una "o" con sus labios. Por un momento olvidó la razón de encontrarse en ese lugar. Con torpeza buscó entre los bolsillos de su pantalón hasta dar con la fotografía que había guardado en uno de ellos.

El trozo de papel estaba completamente arrugado, como si lo hubiese hecho una bola y luego luego lo haya extendido. El sonrojo, ahora avergonzado, de Jungkook se hizo mucho más prominente, ganándose una estruendosa risa por parte del azabache.

El mayor intentó quitar la mayoría de arrugas en la fotografía, finalmente fijándose en el auto relativamente moderno, de color gris oscuro y con los vidrios polarizados. Apenas y podían distinguirse detalles especiales, por lo que la búsqueda tendría que ser más minuciosa.

—Vamos.~ —SeokJin buscó la llave que los llevaría al nivel de automóviles. Y sin más, ambos realizaron la rutina de ir al ascensor y esperar.

A diferencia de que en esta ocasión, el silencio no fue incómodo.

En el momento en que las puertas se abrieron, se encontraron en una especie de estacionamiento, sumamente enorme. Ni siquiera tenía concordancia de tamaño a comparación de los otros niveles que habían visitado antes. Se parecía al estacionamiento de un enorme centro comercial.

Fue de esa manera que la exhaustiva búsqueda del automóvil inició, sin saber exactamente por dónde empezar. Jungkook sabía de ciertos detalles característicos del vehículo, por lo que al encontrar uno similar, el castaño debía inspeccionar cada rincón y verificar si era el correcto o no.

Por más que SeokJin buscaba algún tema de conversación para hacer el momento más ameno, conforme los minutos transcurrían, el ambiente entre ambos se mostraba tenso. Y no era nadie más que el castaño quién parecía estar emanando un tipo de "aura negativa", como SeokJin lo definiría.

Sus enormes ojos se mostraban de la manera más oscura y sin vida que alguna vez vio en él. El azabache podía deducir ira, dolor, arrepentimiento, pero nada de vida en ellos. Podía ver su sufrimiento y frustración.

—Ya debo irme.

—SeokJin se encontró con la mirada del menor, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

—Jungkook...

El azabache lo observó de una manera tan fría, que lograba congelar su cuerpo entero. Y de una manera tan filosa que sentía su corazón ser mutilado por una navaja.

Jungkook dio media vuelta dirigiéndose hasta el ascensor, no dejándole más alternativa al azabache que seguirlo y resignarse, una vez más, a no encontrar lo que el mejor buscaba con desespero.

El incomodo silencio había vuelto, muchísimo peor que antes.

—No es tu culpa...

El menor habló, con su mirada perdida en la puerta de la recepción, haciendo a SeokJin sobresaltarse un poco. Incluso su voz sonaba carente de vida.

—¿Jungk~

—Él tiene la culpa.

El castaño empuñó ambas manos, dejando que sus nudillos se volvieran blancos y sus venas se marcaran con prominencia. Su voz había sido gruesa, un poco elevada y molesta, logrando que SeokJin sintiera un nudo en su garganta.

Y, sin ningún contexto en las palabras del menor, salió del establecimiento, dejando atrás a un azabache con la ojos cristalinos, confusión y culpa inundando su interior.

Por alguna razón, presentía que no volvería a verlo. Y ello le dolía más que nada...
















Esta vez sí me fuí un tiempo, pero he tenido muchas cositas que hacer, hasta que hoy terminé de escribir lo que ya había comenzado... Las quiero mucho mucho ❤️

Lost & Found   ̖́-  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora