Ａ Ｔｙｐｉｃａｌ Ａｎｔｉ Ｔｙｐｉｃａｌ Ｌｏｖｅ [Ｓｏｕｔｈ Ｐａｒｋ ｙ Ｔｕ]

2

Kenneth McCormick.

¿Como describir a Kenny?

—¿Kenny? Es el chico más genial de la escuela. Digo, si Clyde muriera tragicamente en un accidente.

—Una vez tuve una cita con él, fue como mi sueño hecho realidad. Aunque luego me enteré que era una apuesta...

—Es una total perra. En todo sentido de la palabra.

—Debe tener un lado tierno, creo que cambió desde la última vez que estuvo con Tammy.

—Cuando apenas entre me golpeó en el rostro. Y fue hermoso.

Kenny es el chico que menos esperas que te guste. Del que tus padres te dicen que te alejes. Por extraño que suene, mi padre lo adora. Por poco me ofrece a él para que nos casemos. Dice que le recuerda mucho a sí mismo en la juventud. Y como supone que el salió bien, cree que Kenny será igual. Ya lo creo.

—Kenny, ya que me pides la tarea, supongo que será porque quieres tener un gran futuro, ¿No? —me burle. El cruzo sus brazos y sonrió de lado.

—Claro, tan brillante que te estoy pidiendo la tarea a ti. Gracias a tus esfuerzos, seré un gran asaltado de bancos.

Kenny es como mi Flynn Rider. Tan apuesto, tan valiente, tan atrevido.

—Tierra llamando a _____ —rió mientras pasaba una mano delante de mí rostro—. A veces me preocupa en que piensas cuando me miras así.

Yo torci mi cabeza, no entendía a que se refería.

—Te recuerdo que tu noviecito esta por allá.

Estúpido desgraciado, me descubrió.

Rápido, piensa en una coartada.

—Tranquila, solo bromeo. No hacía falta que te pongas tan pálida. Se que nunca te fijarias en alguien como yo —miro al suelo, se lo veía apenado.

Claro que lo haría, por eso estoy tan pálida.

—Bueno, me he fijado en ti de manera que somos amigos —busque entre mis cosas y saque la tarea hecha.

—¿Y quien dice que somos amigos? —arqueo una ceja. Lo golpee levemente y reímos.

Me retire del pasillo caminando con estilo, sabía que me estaba viendo.

Cuando avance lo suficiente me volteé, notando que ahí estaba mirando todavía. Esto provocó que tropezara con el cordón de mi zapatilla.

Pero por suerte, otro príncipe apareció para rescatarme.