97

515 71 36
                                    

Mi ceño estaba tan fruncido, que de seguro se convertía en una uniceja, en cualquier momento.

Seguía a Damien por los pasillos, apenas escuchando sus palabras. Decía algo de un tal Pip, que era el nombre de su amigo. Pero a mi no me importaba en lo más mínimo, y se lo haría saber en el primer instante en que lo viera. Realmente, no tenía un motivo para ser así, es decir, ni siquiera conocía a aquel chico. Sin embargo, no le di muchas vueltas al asunto.

Como dice Marvel, Hulk aplasta. Y no se pone a cuestionar por qué aplasta.

Luego de unos dos minutos aproximadamente, de estar caminando y dando vueltas, llegamos a la biblioteca.

El lugar donde todo comenzó. Aun recuerdo aquel dia, cuando Pete me mostró como mi novio me engañaba. Siento que paso hace años, y apenas fueron unos meses. Paseamos por algunos pasillos, hasta que vi un cabello castaño que se me hizo familiar.

—¿Clyde...? —susurre, alejándome de Damien. En cuanto vi mejor su cuerpo, descubrí que era él, y sonríe, gritando su nombre—. ¡Clyde! —dije con alegría.

Vi como se daba vuelta, y tambien sonreia.

—¡_____! —extendió sus brazos, para sujetarme entre ellos, yo bese su mejilla y sonreímos.

—¿Que haces por aquí? Pense que tenias prohibido...no se, venir.

—Algo así, estoy acompañando a tu hermano en una misión —respondió llevando su mano a su frente.

—Suena como algo intenso —me burle.

—Si, es mucho trabajo, debo estar alerta.

—Clyde, ¿Donde esta Pip? Te dije que lo cuidaras —se quejo, acercándose a nosotros—. Era tu unica responsabilidad.

Tuve que aguantar reirme.

—El esta bien, me pidio si podia ir a buscar algo para leer, ya que estaba aburrido.

—¿Y dónde está? —frunció el ceño. Guau, el mal carácter es algo de familia.

—Fue a leer algo de Dickens, así que ve a la estantería de la D —recorrió con su mirada los libros.

—Vamos, los dos. Y no se aparten, en especial tu, Clyde.

Seguimos al chico, mientras charlaba un poco con mi ex novio. Las cosas no le estaban yendo tan mal después de todo, pensé que considerando donde vive, estaba jodido, pero al parecer, era como un paraíso veraniego.

Iba tan concentrada, que choque con la espalda del azabache.

—Ten cuidado, _____ —me reto. Yo solo revolee los ojos, para apartarme, y pararme a su lado.

Ahí, pude observar con más atención a su supuesto amigo.

—Oh, dios, ¿Qué hice para merecer esto? Ser amigo de Pip...y de Damien —sufría el castaño, de manera muy audible. Yo rei por la manera en la que lo estaba diciendo.

—Hola —me saludo el rubiecito, extendiendo su mano. Yo cruce mis brazos, viéndolo de arriba para abajo, de muy mala manera.

Lamentablemente, Damien tomo mi brazo entero, e hizo que nuestras manos se saluden. Una vez nuestras manos se separaron, mi hermano seguía sosteniendo la mía, hasta el punto de sentir que me estaban echando fuego.

¡El hijo de perra me había quemado!

—¿Por qué hiciste eso? —pregunte enojada, sobandome mi brazo.

El pelinegro me sonrió de manera bastante falsa, mientras entre dientes me respondía.

—Por que te estas comportando como una perra —dijo apenas audible, para luego mirar a su amigo—. Disculpala, está algo sensible hoy.

—Sensible te voy a dejar el- -

Damien tapo mi boca con ambas manos, y suplique internamente que no fuera a quemarme de nuevo. Por suerte, no lo hizo.

—Oh, _____, disculpa las molestias ocasionadas —sonrió Pip—. Es solo que mi apetencia de cultivarme es tan impetuosa, que no pude repeler la idea de pedirle valimiento a tu hermano. Y él me condujo a ti —junto ambas de sus manos.

Yo solo eleve mis cejas, intentando asimilar sus palabras.

—¿Que?

—Que quiere estudiar, y necesita alguien que lo ayude con los trámites —las manos de mi hermano, sostuvieron mis hombros.

—¿Y porque tengo que hacerlo yo? —consulte—. Además no entendi ni dos palabras de lo que dijo, ¿Como me voy a comunicar con el? —lo señale.

—Puedo hacer mi mayor esfuerzo para hablar en un lenguaje más coloquial —dijo con inocencia.

—Como sea, ¿Que quieres? —le pregunté.

—Estudiar —sonrió.

Iba a borrarle esa estúpida sonrisita, en cuanto Damien no esté para defenderlo.

—Aja, si, ¿Que quieres estudiar? Es la pregunta.

—Bueno...aun no lo se, pero- -

—¿Por qué tengo que perder el tiempo con el? No sabe ni lo que quiere —le dije a mi hermano, Clyde solo observaba incómodo. La campana sonó antes de que alguien pueda decir algo—. Bien, yo me voy —observe al tal Pip—. Nos veremos cuando sepas lo que quieres.

Tome la mano de mi ex novio, lista para irme, pero me detuve.

—Ah, y me llevó a este como parte de pago —guiñe un ojo.

—¿Pago...? —oí decir al británico, esa forma de hablar me molestaba muchisimo.

Tambien senti la mirada de Damien, debía reconocer que yo estaba siendo muy valiente para comportarme de esa manera. Era jugar con fuego, literalmente.

Me preocupaba llevarme al castaño, no quería que eso le ocasione problemas a mi hermano. Pero si algo pasaba, daría la cara en su lugar.

El día escolar termino, y una vez estuve en casa, pude disfrutar enteramente de mi amigo. Le conté que ya había fecha para la boda, y como estuvo mi vida este último tiempo sin el. No había sido emocionante, eso seguro.

Seguimos charlando, hasta que el, me hizo percatar de algo que había ignorado por completo.

El baile de graduación.

A Typical Anti Typical Love [South Park y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora