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—Y bien, _____, ¿Tienes un crush en alguien? —me pregunto Bebé de manera coqueta, mientras que el resto de chicas me miraban expectantes.

Debía ser la vez nueve mil que me hacía esta pregunta, en lo que llevamos de conocidas.

—Bueno...pienso salir con alguien pronto —eleve mis hombros, mientras miraba mi desayuno.

Fue la peor respuesta que pude haber dado, ya que ésta, desencadenó en muchas más por parte de las chicas. Como que quien era, sobre si se trataba de un chico o una chica, que si era Kyle. Todas las preguntas me hicieron sentir incomoda, asi que levante mi vista esperando encontrar a alguien que me salve. Fue raro, porque encontré a un conocido, sin darme cuenta, dije su nombre en voz alta.

—Demian —susurre, mientras lo veía fijo, desayunando junto a un muchacho rubio.

Decir su nombre, no fue buena idea.

—¿¡Demian!? —preguntaron todas impactadas, elevando la voz, y capturando la atención del pelinegro. Este me miro fastidiado, y elevo una ceja.

Yo solo cubrí mi rostro.

—Quien diría que el seria tu tipo...bueno, quien diría que el tendria novia —agrego Rebecca, mirándolo sin disimulo alguno—. Hey, Demian —lo llamo.

—¿Que quieres?

—Ven a desayunar con nosotras —abrí mis ojos de par en par, mientras le decía a las chicas que paren a la pelirroja.

Si bien las cosas estaban tensas, aquel chico disfrutaba de situaciones en las que yo esté poco cómoda, o en las que no me encuentre contenta. Por lo que mirándome, sonrió con malicia, tomo sus cosas y se acercó a nosotros. También le dijo a su amigo que lo siguiera, pude escuchar que el rubiecito tenía una voz fina, junto a un extraño acento. Vi como caminaba, y el sonrojo vino a mi, solo porque estaba incomoda, nada más.

Al estar frente a nosotras, las chicas hicieron espacio. Asi quedaron Bebe, Rebecca y Wendy, frente a Damien, su amigo y yo. Suspire bajo, para intentar tranquilizarme. La situación no estaba a mi favor, ya que las chicas pensaron que mi "próximo ligue" sería Damien. Y estábamos distanciados,, por lo que pasó la otra noche. Mire para la ventana, intentando no tener que confrontarlo.

—Damien —oí decir a Wendy—. ¿Conoces a _____ hace mucho? —su ceño estaba fruncido.

—Pues, más de lo que quisiera. Nos conocemos desde niños —apoyó sus codos en la mesa, y sus manos sobre su rostro.

Yo bebí el batido que había pedido.

—¿Y qué es lo que más te gusta de ella? —volvió a preguntar.

Yo casi escupo mi bebida, pero por suerte, eso solo pasa en las películas. Apenas tocó un poco.

—¿Perdona? —dijo el.

—Si, digo, ustedes están en algo, ¿No? —casi me levanto y salgo corriendo, pero por obvias razones, no podia hacerlo.

—Ya quisiera —reí con sarcasmo—. Solo andamos en algo llamado soportarnos mutuamente —hice una pausa—. Además, cuando me hicieron todas esas preguntas, solo respondi su nombre porque lo vi, no porque me guste o algo —intente explicar. Pero el sonrojo en mis mejillas no ayudaba.

Me sentía como una maldita niña pequeña, carajo.

—Ya quisieras tu —agregó él—. Seguro que salir conmigo seria mejor que salir con todos los otros estúpidos con los que andaste —sonrió, acercando su rostro al mío.

Hasta ahora, no había visto este lado de mi amigo, y tampoco quería verlo. El conocerlo desde tan pequeños, me hacía sentirlo como un hermano.

Siento que ya dije eso...como sea, iugh.

—No lo creo —negué.

—¿Seguro? A que beso mejor —bromeo.

O eso pensé.

—Por favor, ni lo intentes —puse mi mano frente a él, riendo.

—¿Que? ¿No me crees?

—No —lo mire fijo, desafiando, a que me deje en paz por supuesto.

—Bien.

Y el bastardo me beso.

A Typical Anti Typical Love [South Park y Tu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora