Coincidencia

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Cada objeto, cada palabra, cada sonido, cada color.

A la mañana siguiente del día que despertó de su casi coma provocado por el inmenso dolor que le había echo sufrir Itachi Uchiha, Hinata sentía que todo lo que le rodeaba le hacia encontrar una relación con un pasado del que no tenía conciencia y del que no estaba segura fuese real.

¿Quién era ella después de todo?

Según lo que dijo alguna vez el joven pálido llamado Sai, nuestra personalidad es formada por las experiencias que vivimos, somos quienes somos gracias al pasado.

Negar quien eres es negar lo que haz echo, sentido o vivido, negarlo te convierte en un ser vacío, alguien como él según había mencionado.

Ella nunca había negado sus errores, ni mucho menos sus sentimientos y eso la habia echo ser tan diferente del pensamiento de su familia. Donde el orgullo Hyuga se alzaba hacia la perfección.

Sin embargo había salido adelante, pese a cualquier obstáculo que interfiriera lo había podido sobrellevar siempre siendo ella misma, luchando.

Pero...

Cúando hay una cierta parte de tu vida que ni tu misma conoces te hace preguntar si todo lo que eres es la forma correcta en la que debería ser tu vida. O al menos eso sentía ella.

Durante toda la noche ella tuvo sueños en relación a ambos Uchihas, unos fragmentos que le aseguraban que sus vidas fueron conectadas, muchos años atrás.

En un principio por supuesto estas cosas fueron consideradas por ella como un efecto del famoso Tsukuyomi del uchiha mayor, dañando poco a poco su mente. ¿Que ganaba Itachi haciéndole esto a ella? Era un enigma, quería creer que lo hacía para dañar su salud mental y no poder usar correctamente el Byakugan. Luego empezó a conectar sensaciones con sucesos que creyó olvidar, pero yacían en el fondo de su corazón y de alguna manera este le decía "todo es real".

Y las cosas no pararon ahí, cada vez que genuinamente trataba de olvidar todos éstos sucesos una pequeña punzada aparecía en su cabeza, justo en el mismo sitio que la primera vez solo que había una diferencia, mientras que la primera vez la dejó prácticamente en cama, estas punzaciones eran más como un malestar pasajero, que era acompañado de un nuevo Deja vú.

Un calorcito emanaba de su pecho cada vez que lo recordaba a él, era tan enigmático que le daban escalofríos.

No lo entendía, hasta hace una semana solo le conocía por lo que decía el libro bingo y por supuesto, las historias de la terrible tragedia Uchiha. Pero a fin de cuentas ella había vivido su vida de tal manera que nunca reparo en conocer más a fondo a esta familia perdida. Por supuesto, era un suceso por demás triste y más de una vez se detuvo enfrente de la calle que daba hacia aquel distrito fantasma a decir un bajo "descanse en paz", una leve reverencia y seguir con su camino. Y aún con ello sentía que sólo fue por simple respeto, por un clan que fue en algún punto, muy parecido al suyo.

Entonces ¿quién fue Itachi realmente en su vida?

La incertidumbre la dejó en un limbo soñando mientras caminaba durante el trayecto de vuelta a casa, varias veces Kiba la regañó preguntándole si lo estaba escuchando o si sentía bien, Hinata no sabía cómo reaccionar a esta sensación de no vivir el presente y contestaba con un simple - Si. - que hacía resoplar a Kiba y quien en la tercera ocasión se dio por vencido cerrando al menos por ese día la platica.

Al llegar al claro que estaba cercas del camino y que ella había encontrado para descansar, fue en un momento en el que ya no podía lidiar con sus pensamientos. Ella se sentía ansiosa, ahora más que nunca, está misma ansiedad la estaba carcomiendo por dentro. Y tenía más que claro que no podría dormir.

El jardín de las flores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora