- ¡Emma Roberts! – escuche decir desde el otro lado de la habitación.
Mirna, una de las peores enfermeras de este lugar se aproximaba a paso furioso en mi dirección, se entrecejo fruncido, sus ojos rebosando de ira, y su nariz a punto de echar humos indicaban que lo que venía a continuación no sería bueno en absoluto. Llegó hasta mí y paro justo a unos centímetros, su cara se encontraba tan cerca de la mía que podía sentir el aire que expulsaba al respirar.
- ¿Pasa algo? – pregunté con cuidado, sin gestos, sin tonos, totalmente neutral. Ella no era una persona muy tolerante, y si quería seguir sin manchar mi historial de paciente debía de comportarme.
- No tomaste tus pastillas de las cuatro – dijo con un tono amenazante.
¿Mis pastillas de las cuatro? Pero aun ni si quiera eran las cuatro. Volteé y mire hacia la esquina izquierda del salón, observe atentamente las manecillas del reloj, las cuatro con cinco minutos. Me había pasado cinco minutos, joder.
- Son solo cinco minutos, Mirna – dije volteando a verla de nuevo, nuestros rostros se enfrentaron, en el suyo apareció un deje de malicia, sus ojos, su sonrisa, sus gestos.
En un movimiento rápido levanto su mano hacia mi cabellera, empuño en ella la mayor cantidad de pelo que pudo y lo tironeo hacia abajo. Sentí inmediatamente el dolor que aquello causo, mi cuello fue el mayor afectado. Mis ojos comenzaron a acumular lágrimas, lagrimas que por orgullo no dejaría caer de ninguna manera, no le daría el gusto de verme llorar.
Desde aquella incómoda posición pude ver la cara de algunas mis compañeras del lugar, caras preocupadas, asustadas, temerosas. Esto era lo que vivíamos todos los días, un infierno.
- No vuelvas a responderme de esa manera ¿Escuchaste bien niñata? – pregunto amenazante. Asentí de la manera que pude.
Sin soltarme aun me arrastró hasta la salida, me guio por los pasillos, y antes de llegar al sector de la enfermería, me soltó bruscamente. Me quede parada un momento, recuperándome de aquello y llevándome la mano al cuello, pero aun sin conseguir paz, Mirna me dio un fuerte empujón para que avanzara. La miré de reojo una última vez antes de abrir la puerta y entrar al sector farmacia.
Una vez más llego el tan ansiado domingo. Esperaba ansiosa en la larga fila que debíamos formar siempre que íbamos a retirar nuestros celulares, estaba a solo cuatro chicas de llegar a la señora que sostenía la caja. Ya quería volver a hablar con Luke, escuchar su voz, escucharlo contarme como le ha ido en la semana, escuchar que ciudad nueva a conocido, o que regalos ha recibido de alguna fan, incluso quería escuchar a los chicos de fondo interrumpiendo la conversación con alguna loca ocurrencia. Pero de repente sin razón alguna mis pensamientos cambiaron de rumbo.
Quedan tres chicas.
¿Y si él no quería hablar conmigo hoy? ¿Y si todo esto nuca fue real? ¿Si el solo ha estado fingiendo conmigo y yo solo estoy molestándolo? Porque que famoso haría lo que él, ¿Quién mantendría contacto con una fan enferma durante tanto tiempo?
Quedan dos chicas.
Mi inseguridad se hizo presente nuevamente, jodiendo todo.
Intenté convencerme una y otra vez de que lo que estaba pensando no era cierto, de que Luke se había vuelto mi amigo y que era por eso que seguíamos en contacto, de que él era una buena persona y jamás fingiría todas aquellas conversaciones, él no es un famoso como cualquier otro. Tiene un corazón enorme y bondadoso, lo sé.
Una chica.
Pero, aun así, una batalla se libraba dentro de mi mente, mis inseguridades luchaban por ser las vencedoras. Mi respiración comenzó a acelerarse, y luego una pregunta capaz de calmar la guerra mental que se había formado, surgió:
¿Por qué Luke Hemmings hablaría con una persona como yo?
La ultima chica que quedaba se había ido, ahora yo era la primera en la fila. Observé dentro de la caja buscando mi celular, lo encontré a los pocos segundos. Mi mente estaba en blanco. Camine lentamente hacia el jardín del lugar.
¿Cuánto tiempo ya llevábamos hablando? Más de dos meses era claro, hoy se cumplirían dos meses y tres semanas. Pero ¿Por qué seguía llamándome cada domingo?
Te tiene lástima
Lástima... aquello quedo grabado en mi cerebro. Si lo veíamos desde un punto analítico no era una idea loca, de hecho, hasta podría ser cierto. Él es famoso, tal vez soy como una obra de caridad, eso sería lo más lógico ¿No?
Me senté en la sombra debajo de un frondoso árbol que se encontraba en la esquina más escondida de todo aquel espacio. Suspire.
Debía despejar todos esos pensamientos, Luke no es así, no tengo que dudar así de él.
Mire la pantalla de mi celular, mi mente quedo en blanco y una enorme sonrisa surcó mi rostro.
"Hey, ¿ya tienes tu celular contigo?"
"Es aburrido aquí"
"Escríbeme apenas lo tengas"
...
- Con los chicos hoy fuimos a un McDonald's A almorzar, fue toda una odisea, lo juro – dijo aparentemente divertido, imagine una sonrisa en su rostro.
- Cuéntame más de eso- respondí.
- Bueno, los chicos y yo decidimos bajar a comprar nuestras hamburguesas por nosotros mismos, como cualquier persona normal. Pero quien iba a adivinar que una niña, al parecer de unos quince años, estaba con todo su gran, gran grupo de amigas.
- Oh no puede ser – lo interrumpí – ¿Cómo lograron salir ilesos de eso?
- ¿Ilesos? – escuche su risa – Tengo un bonito arañazo en la mejilla izquierda. Deberías haberlo visto, creo que la chica creyó que alguien nos contactó para estar allí, no lo sé.
- Oh, pobre niño. Tranquilo los arañazos sanan rápido. Además, sacándole el lado positivo al menos hiciste feliz a un gran grupo de niñas hoy. Buen trabajo
- ¿Cómo siempre sabes sacarle el lado bueno a todas mis desgracias? – preguntó algo pensativo – ¿Por qué no puedes hacer eso contigo misma?
Si algo era seguro, fue que definitivamente no había previsto venir aquello de su parte. Nos quedamos en silencio por unos minutos, tal vez por miedo a decir algo que pudiera empeorar la situación, y a mi en especial la pregunta no me había ofendido, pero no negaría que causo gran impacto en mi ¿Cómo podría yo responder eso?
Sin otra opción decidí cambiar totalmente el tema en cuestión y pasar a lo más importante del día:
- Salgo en dos semanas.
- ¿Qué? – juraría que estaba atónito.
- Eso, me voy de aquí dentro de dos semanas – dije totalmente segura.
En realidad, segura es lo que menos estaba, pero, las ganas de salir, el plan que tenía y la falta de habilidad para cambiar temas de conversación me habían hecho quedar al descubierto.
- ¿Cómo es eso? – preguntó dudoso.
- Tengo un plan – contesté sin más, no estaba dispuesta a revelarlo aún.
- ¿Un plan? Madre mía Emma, no te vayas a escapar, piensa bien en lo que vas a hacer –
- Confía en mí – lo interrumpí – ¿Confías en mí?
- Sí, pero...
- Listo no hay mas que decir, dentro de dos semanas estaré fuera.
Otro silencio se hizo presente por un par de segundos, hasta que fue cortado por un gran suspiro de su parte.
- ¿Podremos vernos?
Mi corazón latió fuerte, tan fuerte que un dolor agudo se presentó en la zona. Lágrimas se acumularon en mis ojos y antes de comenzar a lloriquear, pude formular un:
- Si, Luke, podremos vernos

ESTÁS LEYENDO
Gracias Luke. [Pausada]
Fiksi PenggemarEsta es la secuela de "Querido Luke", para poder entender mejor todo lo que pasa en esta novela, deberán de leer Querido Luke. Podrán encontrarla en mi perfil. »» La vi allí tendida en esa camilla de hospital. Conectada a varios aparatos. Con un...