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Calle

En cuanto Poché entró al baño me di cuenta de que había traído con ella una mochila, la cual por mera curiosidad abrí, pues nunca las ocupaba fuera de la escuela

Lo que me encontré fue de lo más lindo. Era una casa de chocolates, uno de mis favoritos, un sobre y una rosa de plástico dentro de un cristal, casi como la "Bella y la Bestia" pero en miniatura

Me distraje tanto que no me di cuenta cuando la dueña de las cosas salió de mi baño

- Calle, tú no tenías que verlo - se quedó parada aún a unos pasos de mi

- No te preocupes, Poché, me encanta, no sabes cuánto - en cuanto termine de decirlo ella se puso roja, creí que fue por pena, pero cuando la escuche hablar me sentí ridículamente torpe

- Esto es para Manu, no para ti, perdón - Ahora sentía que la roja era yo, sentí como mis mejillas se calentaban, mientras ella, tomaba y guardaba las cosas con un semblante serio

- ah, lo siento, es que como vi los chocolates que me gustaban, pensé que era para mi - agaché la mirada sintiéndome avergonzada y algo extraño, una sensación de desagrado

- ¿en serio te gustan? Son los favoritos de Manuela - sonrió al decir su nombre mientras yo la miraba desconcertada, ella sabe que esos chocolates me encantan  - y hablando de ella, ya que viste los regalos, ¿crees que le gusten? - ella seguía medio ida mientras la sonrisa boba seguía en su cara, esto comenzaba a fastidiarme, ella nunca me ponía atención cuando estaba así

- yo creo que sí, es muy lindo de tu parte que le des cosas así, aún sin ser nada - dije molesta, no quería que le rompieran el corazón a Poché cuando ella es tan linda, no lo merece, Manuela me agrada, pero no creo que sea para Poché

Platicamos de cosas bobas durante un rato, recostadas boca arriba en la cama, haciendo preguntas incoherentes, cuando recordé lo que pensé al verla

- Poché, ¿por que nunca te haz puesto vestidos o faldas? - ella se quedó callada, voltee a verla, ella permanecía aún con una sonrisa en su rostro, la cual se fue borrando poco a poco

- Calle, yo tengo un "problema" - se sentó haciendo comillas con los dedos haciendo que repitiera su acción

La seguí mirando dando pauta a que continuara

- yo tengo algo que el resto de mas mujeres no deberían, por eso nunca he usado vestidos o faldas - se quedó callada - yo tengo pene en lugar de vagina - apretó los labios y me quede callada

No sabía que decir, no era malo, no me molestaba ni mucho menos, pero me tomó por sorpresa

- Mario tenía razón - dijo justo antes de que el timbre sonora, ella se paró y yo seguía sin hacer nada - seguro es el, vámonos - sólo entonces salí del trance

- Mario lo sabe, ¿por que él lo sabía y yo no? - me moleste - se supone que yo soy tu mejor amiga, no el - realmente estaba enojada y ella solo se miraba desconcertada

- a ver, Calle, ¿me estás diciendo que te acabo de decir que no soy "normal" y te molesta que Mario sepa y tú no?  - sonrió de lado

- sí, ¿y a qué te refieres con que Mario tenía razón? - en ese momento su sonrisa desapareció

Y antes de que alguna otra dijera algo, Mario entro a mi cuarto con una sonrisa gigante

- Hola, mi amor, tú mamá me abrió, espero no haya problema - me dio un beso en lo labios y Poché no quitaba su mirada de él - Bueno, ¿que esperamos? Vamos por tu Julieta, Romeo - se dirigió esta vez a Poché, y después de todos estos días, ella le correspondió con una dulce sonrisa, o al menos eso creí

Tal vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora