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Poché

Tomé tres mochilas de Calle y comencé a guardar ropa en dos, en la otra guarde cosas de aseo

- Poché, ¿qué haces? - escuché a María Fernanda detrás de mi, pero la ignoré - María José - volví a ignorarla - ¡María José! - gritó y esta vez si voltee a verla ya con las mochilas llenas

- no puede seguir tratando así a Daniela, me la llevo - dije intentando salir del cuarto pero me detuvo

- ella es mi hija y hago lo que quiera con ella, se lo merece por ser una puta - me contuve y solo cerré los puños al rededor de los tirantes de las mochilas, no podía hacerle nada

- No, no es una puta, y a pesar de ser su hija no tiene ningún derecho de hacerle lo que le hace - Salí del cuarto esta vez sin ningún impedimento de su parte

- ella no irá a ninguna parte, si lo haces me encargaré de que Germán te destruya la vida - me detuve y voltee a verla, ella tenía una sonrisa de superioridad

Reí sarcástica - Germán no quiere saber nada de usted, así que no me venga con esos cuentos - su sonrisa se borro y salí

Calle se encontraba recargada en el auto cubriendo su rostro con sus manos

Me acerque y abrí la puerta de los asientos de atrás metiendo las mochilas, Calle levanto la vista

- ¿que es eso? - preguntó y abrí la puerta del copiloto ella subió sin renegar, rodee el auto y subí

- pensaba arreglar el no haberte dicho sobre el departamento, e iba a llevarte a cenar, quería pedirte que vivieras conmigo, pero creo que no hace falta, así que vamos a casa y prepararé algo de comer, ¿te parece? - dije sin verla

- Poché, no necesito que sientas lastima por mi - se escuchaba molesta ¿por qué lo está?

- No siento lástima, no tienes porque aguantar eso, ademas te quiero cerca de mi - confesé

- ¿para qué? Se que somos amigas pero no tienes que hacerte cargo de mi - y ahí estaba otra vez la razón por la cual me desilusionaba todos los días

Pero esta vez decidí tenerle paciencia y me quede callada

El resto del camino me la pasé con tarareando las canciones que se escuchaban en la radio y Calle solo miraba por la ventana

Llegamos al departamento, baje dejando a Calle, saqué las mochilas y subí

Al llegar abrí la puerta y Sebastian estaba dormido en el sillón con un tazón de gomitas encima de el, sonreí y seguí mi camino, entre al cuarto que quedaba vacío comenzando a sacar las cosas de Calle para acomodarlas

Estaba doblando la su ropa cuando entró al cuarto

- Perdón por haberte dicho eso, pero de verdad no tienes que hacerte cargo de mi - la ignoré y empecé a guardar su ropa en el closet - Poché, no me ignores - volvió a hablar y la mire

- solo tienes que guardar tus cosas de aseo personal, todo lo demás lo he hecho, si tienes hambre me avisas, iré a mi cuarto - sin más salí dejándola sola

Calle

Solté un grito ahogado cuando Poché bajó del auto dejándome sola

Sabía que estuvo mal haberle dicho que solo era mi amiga cuando era obvio que era mucho más que eso, pero tenía miedo, y tal vez debíamos seguir siendo solo amigas

Subí e ignoré el tal vez cadáver de Sebastián, busque en los cuartos y la encontré

- Perdón por haberte dicho eso, pero de verdad no tienes que hacerte cargo de mi - me ignoro y le pedí que no lo hiciera

Me dijo que solo debía guardar unas cosas y que estaría en su cuarto

Suspiré frustrada y me senté en la cama

Ella me lo da todo, y yo no soy capaz de perder el miedo por ella, por nosotras

Me levante y fui a su cuarto, encontrándola con audífonos y los ojos cerrados, me rompió ver como lagrimas corrían por sus mejillas, yo nunca la había visto llorar y de alguna manera eso me hizo sentir culpable. Salí del cuarto y pedí una pizza junto con un refresco

Había arruinad la noche, así que intenté arreglarlo

Una vez las cosas llegaron volví a entrar al cuarto y esta vez Poché estaba recargada en la cabecera de la cama mientras leía algo en su teléfono que la hacía sonreír, me molesto pero decidí no darle importancia en cuanto me miro y sonrió

- te tardaste - dijo y dejó su celular a un lado

- ¿entonces sabías que te compraría pizza? - hice un puchero y me acerque a ella sentándome a su lado

- no, pero sí sabía que vendrías - sonrió mientras habría la pizza y servía refresco en lo vasos que traje

¿Como es que hace unos minutos la vi tan rota, tan frágil, y ahora está como si ese momento no hubiera existido?

Pasamos el rato hablando de tonterías, todo fue normal hasta que de alguna manera, salió el tema de las parejas

- ¿y por qué decidiste andar con Mario? No sabía que te gustaba - preguntó comiendo el ultimo bocado de pizza que le quedaba

- no lo sé - confesé - creí que sería bueno, pues teníamos buena química, pero al parecer era sólo como amigos - dije y Poché solo hizo un sonido con la garganta como si dudara mi respuesta - ¿y tú por que le diste una oportunidad a Juana? - volví a preguntar esperando que esta vez su respuesta fuera diferente, y lo fue

- porque creí que tal vez funcionaría - alzo los hombros restándole importancia

Ambas nos quedamos calladas y me puse de pie levantando todo lo que había traído

- bueno, ya es tarde y estoy un poco cansada, me iré a dormir - ella asintió lentamente dudando

- descansa, gordita - dijo antes de que cerrara la puerta de su cuarto

No respondí y me fui

Tal vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora