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Calle

Estábamos camino a casa de Manuela, y dado a que el auto de Mario estaba en el taller, pasamos a casa de Poché por el suyo, yo iba de copiloto y Mario en los asientos de atrás. El camino fue más cómodo de lo que imaginé, Mario hablaba demasiado con Poché sobre su aparentemente repentino gusto por Manuela, ella a pesar de estar incómoda, las respondía.

Al llegar a casa de Manuela, Poché la llamo a su celular, al colgar me pidió que me pasara para atrás

- ¿que? - pregunte desconcertada - ¿me vas a hachar atrás por otra? Sabes que yo siempre voy contigo - ella se quedó callada y su celular sonó notificando un mensaje

- Lo siento, Calle, pero quiero hacer las cosas bien con ella, ¿sí? - dijo después de ver el mensaje, no dije nada más y bajé del auto cerrándolo de golpe. Poché se bajó y creí que era para hablar conmigo, pero no, Manuela estaba saliendo ya de su casa

Me subí junto con Mario y debo admitir, que fue la primera vez que vi a Poché que tal forma, mientras ella se acercaba para saludar a Manuela, me di cuenta que Poché tenía un cuerpo para desear, un trasero perfecto, y cuando se encaminaron al auto, vi que su sonrisa era una que me gustaría ver el resto de mi vida, su pelo con ese tono azul en las puntas, sus ojos, bien sabía que tenían un tono verdoso que los hacía brillar, pero solo esa vez, los vi brillar como nunca y no era por mi como muchas otras veces

- ¡amor! - grito Mario - te estoy hablando y no contestas - Lo mire y regrese mi vista a la ventana viendo como Poché le abría la puerta a Manuela para que subiera al coche

- Lo siento, solo me distraje - sonreí y me acerqué a darle un beso pero Manu nos interrumpió

- Oleee, mejor busquen un cuarto - rio aunque yo no le encontré nada divertido a su comentario - Bueno, ¿a donde vamos? - le preguntó a Poché una vez subió al auto

- Pues Mario quiere ir a ver unas películas, pero antes, quiero darte esto - dijo sacando la mochila que no había notado se encontraba en sus piernas

Poché

No te dejes manipular

Decía el mensaje que Manuela me mando cuando Calle me reclamo mandarla para los asientos de atrás. Sabía que ante ella era débil.

Cuando baje del auto Manuela salió de su casa, casi como si supiera que iba a ir detrás de Calle, me acerqué a ella y la salude como siempre

- ¿como va todo? - preguntó cuando dimos la vuelta hacia el auto

- Pues ahora sabe de mi condición y está al tanto de casi todo, no sabe lo que Mario me dijo - le abrí la puerta y se subió sin decir nada - ¿a donde vamos? - preguntó ella una vez subí

- Pues Mario quiere ir a ver unas películas, pero antes quiero darte esto - tome la mochila y saque las cosas que Calle había visto en su casa

Vi como los ojos de Manuela brillaron, ella no estaba al tanto de nada, dejó los regalos sobre el tablero del auto y se abalanzó a abrazarme. Cuando se separó nuestros rostros quedaron muy cerca mire sus labios por inercia y ella sonrió, carraspee la garganta y me aleje, fue raro. Ambas teníamos una risa nerviosa y nos veíamos de reojo

Decidí avanzar y en ese momento mire por el retrovisor, Calle tenía el ceño fruncido y no se veía nada contenta, mientras Mario besaba su mejilla intentando llamar su atención, pero ella solo me veía a mi

Tal vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora