Tal vez

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Poché

Y como siempre que ella me decía algo lindo, sentí como mi corazón se aceleraba

- Poché, hace mucho tiempo que estoy enamorada de ti - alzo la mirada y me vio a los ojos - y se que tú lo estás de mi, por favor, dame una oportunidad, prometo que no te arrepentirás - entre abrió los labios a espera de mi respuesta y suspiré frustra

- No puedo - me miro dolida - sí quiero, pero no puedo, le di una oportunidad a Juana - me miro y sin decir nada bajo del auto, lo rodeo para dirigirse al súper

Baje e intenté alcanzarla pero corrió, la comencé a llamar y me mando un mensaje

Princesa
Compra lo que tengas que comprar, vine por unas cosas, te aviso cuando esté en la caja

No respondí y tomé un carrito para hacer el mercado

Tomé muchos dulces, papas y dos refrescos, no quería terminar con dolor de estómago. Fui a la caja olvidando por completo que Calle iba a mandarme mensaje cuando la vi ahí hablando con Mario

Sentí mucho coraje así que me aleje dos cajas, ahí pase todas las cosas y pague. Me fui al carro y le mande mensaje a Calle

Yo
No te encontré, ya estoy en el auto, ¿tardas?

Cinco minutos después vi a Calle salir y baje para ayudarle con las cosas que traía

Cerré la cajuela y ella habló

- ¿que te pasa? - preguntó y se recargó afuera de la puerta del piloto antes de que que pudiera abrirla

- decides ignorarme pero no a Mario, genial - intenté hacerla a un lado cuando me abrazo pegándome a ella dejándome inmóvil

- creí que no me habías visto y por eso te fuiste - sonrió egocéntrica

- como sea, quiero ir al departamento - evite su mirada

- Poché, mírame - obedecí y me perdí en sus ojos, ignoré todo lo que dijo y mi mirada se fue hacia sus labios

Da igual si lo hago, no perderé nada, esto en algún momento lo olvidará o fingirá hacerlo

Pensé y sin más me abalancé hacia sus labios haciendo que chocáramos bruscamente pero no me importo, eso era el paraíso mismo

Sus labios se movían contra los míos, decidí introducir un poco mi lengua y ella atrevida metió la suya a mi boca, ¡carajo! Se sentía tan bien

Ella comenzó a soltarme y lleve mis manos a ambos lados de su rostro, sentí como me tomo de la cintura y me acerco más a ella, solo entonces noté que comenzaba a ponérseme dura

Me aleje de ella quien aun se encontraba con la respiración acelerada. No dije nada y me subí al auto, segundos después escuché la puerta del copiloto abrirse y vi como ella subió

A mitad de camino la calentura se me había bajado y decidí hablar

- Perdón, no debí haber hecho eso - me disculpe y ella me miro, le devolví el gesto unos segundos antes de regresar la vista al frente

- Poché, estoy dispuesta a espérate, pero necesito que me digas si sientes algo por Juana - nos toco un alto y la vi

- No, Calle, no siento nada por Juana - suspiro aliviada

- ¿Entonces por que le diste una oportunidad? - me quede callada, no lo sabía, lástima no era, despecho tampoco, tal vez creí que realmente podría funcionar

- No lo sé - se puso el verde y avancé. Estábamos ya a un par de calles del departamento

- sí lo sabes, pero esta bien si no quieres decirme - de reojo vi como se cruzó de brazos y rodé los ojos

No quise hablar más y espere hasta que llegamos. Bajamos las cosas del auto y en el elevador se podía sentir la tensión

- haz lo que yo por ti he hecho, espérame - dije y ella me volteó a ver confundida - así como yo aguante verte con muchos otros, aguanta verme con una durante una semana

Las puertas del elevador se abrieron y salimos

- no sé si pueda hacerlo - dijo antes de que abriera la puerta, decidí no decir nada más

En cuando Sebastián salió de su cuarto el ambiente cambió un poco. La noche fue realmente buena, nos divertimos viendo "¿y donde están las rubias?" Y una que otra película de Disney. Eran las cuatro cuarenta y cinco cuando decidimos ir a dormir

- ustedes duermen juntas, que el otro cuarto tiene unas cajas con cosas mías que no he podido acomodar - comentó Sebas y me guiño el ojo antes de ir a su cuarto

Ambas fuimos a la cama sin decir nada, escuché como su respiración se volvió pesada y entonces me paré a desvestirme para quedar solo con una camisa larga y bóxers

Antes de dormir, no pude dejar de pensar ¿Por qué para ella no iba a ser posible cuando yo he hecho lo imposible por ella?

Le escribí un mensaje a Manuela, deseándole buenas noches como siempre, y preguntándole si podía ir a su casa mañana para hablar 

Apegue el celular, lo puse a cargar y finalmente decidí dormir