Perfume

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Steve estaba un poco descolocado, esa actitud de Tony era bastante extrada, aun cuando podía sentirse bastante altivo y como una eminencia, había algo que transformaba esa energía en una carga emocional, el no era completamente experto en las emociones, por dios, se estaba fijando en un hombre, cuando siempre había estado con mujeres, Tony era diferente, era un punto mas alla, era estilizado, completamente apuesto, masculino pero aun asi se veía totalmente proporcionado, el podía compararlo con un leopardo, agil, perligroso y asi mismo hermoso, mientras su mente jugaba la puerta el celular de Steve comenzó a sonar y al aparecer su jefe en la pantalla de llamada entrante fue lo mas rápido que pudo a su cuarto para que no fuera a ser escuchado en el pasillo como un tipo de stalker o algo parecido

-El programa y organización de los asientos en las mesas se quedo en uno de tus maletas, necesito que vengas con el ya que habrá una reorganización en el acomodo de los invitados, es todo- colgó sin siquiera dejar a Steve respirar, rápidamente tomo la maleta en donde se encontraba aquel organigrama y se dispuso a ir a la habitación de su jefe, al esperar fuera de la habitación de Tony después de haber llamado seguía pensando en ese misterioso pequeño cambio en el, ya había estado junto al diablo por casi 8 meses, sabia de su forma de vida, de sus gustos, de cuando respiraba y porque debía de respirar, y aprender todo ello lo hizo estar junto a el en Paris para uno de los eventos mas importantes en las editoriales internacionales, volvió en si cuando la puerta frente a el se abrió, esa pequeña corriente de aire en contra a Steve hizo que un aroma tan irresistible y delicioso llegara hasta su rostro, mientras su atención regresaba de viaje a causa de aquel aroma, enfoco su vista y dejo frente a él una visión de Tony con una elegante bata mostrando el pecho desnudo y aquella abertura tomaba paso hasta cerca de su ombligo que también logro ver, seguido de su jefe, Steve entro a la preciosa suite, parecía que allí dentro era como un museo de porcelana

Tony se sento en una pequeña y elegante mesa alzo la mano en señal de que requeria lo que había solicitado, mientras que Steve pudo ver al sentarse que Tony mostro casi todas sus piernas descubiertas atravez de la abertura de la bata, trago saliva y desvio su vista hasta la pequeña maleta donde buscaba el documento, se lo entrego a Tony y este comenzó a ojearlo;

-En mi mesa vas a quitar a Stephen, ese asiento estará libre, mueve a Louis Vuitton en su lugar, pero no le confirmes, hasta un dia antes del evento a expensas de que decida llevar a alguien mas a ese lugar, prepárate para el evento de recepcion, es todo...- Tony se levanto de aquel lugar para dirigirse a lo que parecía el cuarto de baño, aquella tela de seda se resbalo por el movimiento al levantarse dejando parte de la espalda de Tony al descubierto logrando que Steve se quedara paralizado, tan pronto como cayo en cuenta que perdia segundos valiosos y antes de que Tony se diera cuenta de ello salio de la habitacion de su jefe con una ligera presión en el pecho

- Tony se levanto de aquel lugar para dirigirse a lo que parecía el cuarto de baño, aquella tela de seda se resbalo por el movimiento al levantarse dejando parte de la espalda de Tony al descubierto logrando que Steve se quedara paralizado, tan pr...

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Steve esperaba a su jefe en la recepcion del lujoso hotel, aunque su mente se encontraba conflictuada ya que la decisión que había tomado era un poco extraña, había pasado algo con el Sr. Strange como para que lo quitara de su mesa, o sea, seria una de las noches mas importantes de Tony ya que con esa noche consolidaría uno de los negocios mas importantes de la moda internacional, desconocia por completo a que se dedicaba la actual pareja de su jefe pero aun asi era demasiado extraño, elevo su vista mientras veía a Tony bajar por las enormes escaleras forradas con terciopelo rojo, ese hombre parecía hecho específicamente para ser hermoso, cada centímetro y movimiento de el no era mas que un elegante felino, parecía como si se moviera en cámara lenta o quizá era solo la impresión de Steve;

 Strange como para que lo quitara de su mesa, o sea, seria una de las noches mas importantes de Tony ya que con esa noche consolidaría uno de los negocios mas importantes de la moda internacional, desconocia por completo a que se dedicaba la actua...

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como si huera sido una eternidad Tony paso a un lado de su asistente y salio sin decirle nada ayudado por los empleados del hotel que le abrieron las impecables puertas de cristal, afuera ya se encontraba el auto que los llevaría hasta el evento, Steve por su parte solo aclaro un poco su garganta y siguió a su jefe abordando ambos el auto.

El aroma de Tony envolvía el lugar convirtiéndose en algo tan adictivo que Steve simplemente dirigio su mirada a la ventana para ver la vida nocturna de es ciudad, en menos de diez minutos llegaron hasta el lugar del evento, y tan pronto como el auto se detuvo un sinfín de flashes los rodearon, centellando millones de veces, aun cuando Tony llevaba sus característicos lentes fueron demasiado incesantes los flashes que tuvo que buscar equilibrio tomando el brazo de Steve y continuar caminando, el rubio asistente al sentir aquel contacto tenso cada musculo en su cuerpo, había sido tan sorpresivo, y aun mas teniendo como hecho el que aquellas fotos aparecerían juntos, quizá mas de lo que debería aparecer un asistente

-Tony, ¿quien es el, es tu nuevo interés amoroso?- escupió una reportera francesa, si bien Steve no pudo entenderlo todo a la perfeccion, sabia a que iba la respuesta, ante tal pregunta muchos de los allí presentes los bombardearon con miradas esperando a que el monstruo de la moda respondiera

-El es mi asistente, asi que no hagan conjeturas erróneas, y si saldremos en algun programa de chismes al menos logren una toma en donde nos veamos como la pareja ideal- respondio mientras comenzó a caminar, algunos rieron, otros continuaron tomando fotos tratando de encontrar ese angulo perfecto, Steve sentía una presión rara en su pecho y Tony simplemente sonreía

Pasando el mar de centellantes flashes, Tony descanso un poco y se separó de Steve, ya que tan pronto como entro al lugar, varios diseñadores se acercaron hacia el –Podria sostenerme a ti todo el dia, tienes un brazo fuerte, solo deja de estar tan tenso, nadie te va a matar- disparo Tony sin siquiera dirigirle una mirada a su asistente, Steve por su parte fue hasta donde se encontraba una mesa dedicada a los tragos para los invitados, sentía la garganta seca

_Por dios Steven Grant Rogers, que es lo que te pasa, sé que este mundo es difícil, y se que todo esto es nuevo, pero tampoco es algo imposible, como es que dejo que algo así me afecte, el solo es..._ Pensaba mientras que tomaba un poco de champaña

-Vaya vaya, pero mira a quien tenemos aquí, al chico Stark- Saludo una femenina voz familiar para el Steve

-Peggie Carter, me da gusto ver a un rostro conocido por aquí- La saludo de forma amistosa mientras tomaba la mano de aquella hermosa editora y le besaba la mano suavemente...


El Diablo Viste a la ModaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora