Fue despertada por unos golpes en su puerta, la alarma no había sonado y ya era de día. Estaba indecisa sobre si debía asistir a clases o no luego de lo ocurrido con Jade anoche, pero debía ser valiente y dar la cara.
- ¡Tori! Necesito hablar contigo y se que estas despierta. - Escucho la voz de su hermana pero definitivamente no hablaría con ella. Tomo una ducha y se vistió con rapidez, no deseaba hacer esperar a Jade o la dejaría tirada o algo por el estilo. Salió de la habitación y ahí estaba trina.
- Explícame que paso anoche. - Tori la ignoro y bajo las escaleras. - Tori, soy tu hermana, dime si la bruja te hizo algo.
- No tengo tiempo para hablar ahora, nos vemos. - Escapo de trina y salió de la casa justo cuando la camioneta de Jade se detenía, sus nervios se dispararon y tomo una respiración profunda y camino hacia ella, sintiendo que con cada paso que daba caería.
Subió a la camioneta en completo silencio, se preparo para saludar pero en cuanto cerro la puerta del auto, se encontró con Jade a centímetros de su cara ¿Qué diablos estaba haciendo? Los labios de la pelinegra se estrellaron contra los suyos, moviéndose de forma lenta y suave, su mente le grito que la apartara, que le dejara en claro que no podía jugar con ella de esa forma pero su corazón y cuerpo le suplicaron que se dejara llevar. Guio sus manos al cabello de Jade y esta descanso las suyas en la cintura de la morena de forma posesiva, ocasionando que el beso dejara de ser tierno y la respiración de ambas se volvió pesada por la intensidad con la que se acariciaban los labios, Tori le mordió el labio inferior y West le respondió dándole un apretón a su cintura y besándola con mas ganas.
- Vega, ¿te gustó? ¿Sentiste algo? - Jade le pregunto cuando se separaron por la falta de aire, la miraba fijamente y Tori noto lo dilatadas que estaban sus pupilas.
¿A ti te gusto? - Prefirió saber primero la respuesta de la pelinegra y guardo la esperanza de le confesara que si, pero Jade se aparto de ella y miro en dirección contraria.
- No, yo solo.... - Tori la vio dudar. - quería asegurarme de que las cosas seguían siendo igual entre nosotras y no habían nada de estúpidos sentimientos de por medio.
- No deberías preocuparte, West. No hagas este tipo de cosas para confirmar algo, solo pregúntame y así nos ahorramos la incomodidad. - Sonó mas segura de lo que se sentía.
El trayecto a Hollywood Arts fue silencioso, Tori notaba lo tensa que estaba la pelinegra y la forma en la que miraba en ocasiones con "disimulo". Pero le dio igual, lo único que deseaba era alejarse de ella así que en cuanto llegaron a la escuela se dirigió a su clase en el segundo piso y trato de concentrarse en otra cosa que no fuera el comportamiento de west pero era imposible, su actitud no era lógica.
- ¡TORI!- Dio un brinco al escuchar ese grito en su oído.
- ¡Cat! ¿¡Que te sucede!?
- Lo siento, es que estaba llamándote y no me prestabas atención.
- ¡Pero casi me dejas sorda! - Cat formo un pequeño mohín con sus labios y tori suspiro. - Espera, ¿Qué haces en esta clase? Nunca te había visto aquí.
-No lo sé, estaba caminando y decidí entrar. - Asintió con lentitud, Cat era algo especial.
- Oye, ¿Cómo va todo con Jade? Aun no te perdono que no me dijeras que te gustaba, pero si te soy sincera ya lo sospechaba.
- ¿Sospechabas? ¿Por que dices eso pelirroja? - Pregunto con curiosidad y nerviosismo.
- Por favor, Tori. Era obvio, siempre estas ayudando a Jadelyn, te gusta mirarla y te pones roja cuando esta cerca tuyo.