Tori sentía náuseas, estaba mareada y su cabeza y su cuerpo le dolían como el infierno. ¿Por qué? Ah si, se había emborrachado anoche. Pero ¿Por que esta en el suelo en vez de su cama? No lograba mantener los ojos abiertos y todo parecía confuso.
— No puedo creer que no durmieran en tu cama, Victoria Vega. — La voz de su mamá llegó a sus oídos como una bala y miro hacía la puerta. Se veía demasiado molesta.
— Yo... — Trato de disculparse pero no podía hablar, se sentía muy cansada.
— Te traje algo para tu jaqueca. Cuando puedas levantarte te lo tomas. No hace falta decir que tenemos una conversación pendiente. — Salió del cuarto y tori comenzó a pensar en qué tontería había hecho y como termino en ese estado.
Trato de dormir nuevamente pero no pudo. Balanceando se logró estar de pie y tomar lo que le había traído su madre. Se recostó en la cama y pronto los recuerdos de lo que había pasado llegaron a su mente.
Flashback
No tenía idea de cómo pero André había logrado convencerla de ir a una fiesta, aunque en el proceso Trina se había enterado y la obligó a prometerle que estaría con ella todo el tiempo.
— ¿Sabes de quién es la fiesta? — Preguntó trina mientras se ponía un poco de labial. — Ya sabes,no puedo asistir a la fiesta de cualquiera.
— No lo sé, es de algún amigo de André. —Tori mordió su labio en señal de nerviosismo. No se sentía del todo cómoda yendo a divertirse cuando las cosas estaban tan mal con Jade...
— Bien, estoy lista, — La morena le sonrió. — Y tú también hermanita. — Suspiro, estaba arrepentida de aceptar ir.— Hey, solo relájate ¿Si? — Trina la tomó de la mano y la tiró suavemente fuera de la habitación.
La madre de ambas se encontraba sentada en el sofá.— ¿Qué tal nos vemos? Listas para conquistar a cualquiera¿Verdad? — Dijo trina mientras daba una vuelta.
— Por supuesto, se ven preciosas. — La mujer se acercó y dejo un beso en la mejilla de sus hijas.. — Que se diviertan y no lleguen temprano.
— Espera, creo que es "No lleguen muy tarde". — Llevó sus dedos al cabello de tori y lo despeinó.
— No, Necesitas despejarte un poco.
— ¡Hora de irnos! — Trina la sacó casi a empujones de la casa. — ¿No estás emocionada? Pregunto luego de subir al taxi.
— Si. — Mintio.
— Será una noche inolvidable para ambas. Te lo prometo. — Ninguna de las dos se imaginó que tanto se cumpliría esa promesa.
La fiesta tenía buen ambiente, Sus amigos estaban ahí y no paraban de ofrecerle alcohol. El gran problema es que Tori tenía poco aguante para el licor.
— Vamos Tori, solo será este trago. — Beck le ofreció un poco de vodka, en ese momento solo estaban ellos dos en el sofa.
— Lo tomaré... Pero solo este ¿Entiendes?
— Por supuesto. — El chico le sonrió como si estuviera seguro de que no sería así. Luego de sentir esa sensación en la garganta gracias al alcohol, una pregunta resonó en la cabeza de cabeza.
— Oye... ¿Jade vendrá? — Beck la miró con algo de nerviosismo.
— No lo sé... ¿Tu quieres que venga? — Nuevamente le acercó el pequeño vaso y lo acepto.
— No... — No sonó muy segura.
— Fingiré que te creo.
— ¿Por qué estaría mintiendo? — La morena le arrebató la botella de vodka y le dio un trago.