- ¡Esto es estúpido! - Exclamó Jade con fastidio viendo a Beck, quien sonreía de lado al ver las reacciones de su amiga.
- Oh vamos, Jade. Esto es increíble. - La pelinegra negó, totalmente segura de que era una cursilería la rosa que descansaba en su mano.
- Esto es demasiado.
- Te prometo que no lo es. Además compramos una rosa porque te negaste a comprar un ramo.
- No creo que sea buena idea. - Después de recibir varios rechazos por parte de tori, Jade terminó acudiendo a Beck, Jamás lo diría en voz alta pero era todo un galán y ella realmente necesitaba de su ayuda.
- Deja de ser tan negativa, esto es bastante romántico.
- Odio lo romantico. - Jade lo escucho reír suavemente.
- Pero a tori le encantan. - West evitó la mirada del canadiense. - O dime, cual es tu plan ¿Darle una limonada? - La boca de la chica se abrió inmediatamente.
- ¡Pero a ti te gusta la limonada! - Se defendió cruzándose de brazos viendo la habitual sonrisa de su amigo.
- Era una lata de limonada grande y admito que no estuvo nada mal.
- ¿Ves? Entonces no te quejes.
- Y tú, ve a conquistar a esa latina. - Mordió sus labios con nerviosismo y se dirigió al baño solo para calmar sus nervios.
- ¡Deja de ser una gallina, West! ¡Eres irresistible! ¡Tu puedes maldita perra! - Se ánimo a sí misma.
- ¡Yo te apoyó chica! - Escucho una voz proveniente de uno de los cubículos y frunció el señó.
- ¿Gracias?- Respondió algo desconcertada
- ¡Puedes lograrlo! - La pelinegra salió de allí con un tornado en su mente." ¿Qué diablos haré si ella me rechaza nuevamente?".
Se acercó al casillero y se encontró con dos siluetas que la hicieron blanquear los ojos, se escondió con rapidez tras los casilleros.
- Lauren, yo...
- ¿Son lindas, no? Las vi y supe que debían ser para ti. - Ugh, "¿Es una puta broma? ¡Ella tenía una ramo de rosas en sus manos! ¡No era posible!" - Las dos guardaron silencio por varios segundos, segundos en los que Jade suplico internamente que vega le diera una bofetada y se alejara.
- Son preciosas...Gracias.- Ouch, al parecer la bofetada se la había dado a West. - Pero ya hemos hablado de esto. - Lauren meneo la cabeza y se acercó a la morena para dejar un suave beso en su mejilla. Jade se quedó allí preguntándose qué mierda estaba haciendo, se sentía como una imbécil y la ira se acumulaba en sus entrañas.
- ¿A quien espiamos? - Preguntó una voz en tono infantil, mas no obtuvo respuesta, pues Jade estaba demasiado ocupada viendo la forma en la que tori le sonreía a alguien más. -Oh... ven, Jade.- Cat la tomó de la mano y la alejó de la escena.
- No te atrevas a decir nada, Cat.
- No lo iba a hacer...-Hundió sus cejas y mordió su labio inferior. - Pero... Tal vez no es lo que parece.
- ¡¿Que no es lo que parece?! ¡Ella por poco le salta encima por un estúpido ramo de rosas!
- ¡No grites!
- ¡Ni gritis! - Repitió con frustración.
- ¡Odio que me grites! - Respondió ella en el mismo tono.
- ¡Ahora me estas gritando a mi!
-¡Porque tu empezaste!
-¡CAT! ¡ACABO DE VER A TORI COQUETEANDO CON ALGUIEN MÁS! ¡MALDICIÓN! ¡TENGO DERECHO A GRITAR A TODO EL MUNDO!.