Capítulo 7

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—Ustedes adelantense, quiero hablar un poco con Furihata kun —Notó la mirada curiosa de varios, la sorprendida de otros, y la impactada de cierto pelirrojo. Le dieron un saludo rápido y pronto se fueron, el de cabello celeste lo observaba.

—De qué quiere hablar, Kuroko kun?

—Es sobre tu motivo para no cantar.

—Ya lo imaginaba.. —Se sentó en la cama del peliceleste y jugó con sus dedos entre sí.

Por la ventana se veían las estrellas en el cielo azulado. La luna estaba pequeña como una uña de gato, el bajista lo observaba con aquella expresión nula, sus grandes ojos celestes eran inquietantes: nunca podía saberse lo que estaba pensando.

—Yo quería ser guitarrista —soltó de pronto.

—Ah si?

—Sí, pero cuando mi hermano me oyó tocar me dijo que dejara de matar a ese pobre instrumento.

—No sabía que tenia un hermano —dijo apenado por su falta de tacto.

—Chihiro nii san, va a la universidad. Después de que me dijo eso no quise volver a tocar.. Aunque es normal sentirse desmotivado cuando las cosas no salen como uno quiere..

—Mm.. Y cómo llegaste a tocar el bajo?

—Gracias a Akashi kun. —El castaño alzó las cejas con sorpresa— cuando le dije lo que dijo mi hermano él quiso venir a golpearlo.. Por suerte no lo hizo.

—Vaya, no imagino a Akashi kun tan violento.

—Él es reservado con su vida privada.. Pero cuando se trata de ser molestado por otros, o cuando alguien dice que no se puede hacer algo.. Él pierde la paciencia. Por eso supongo que fue algo rudo contigo.

—N-no! Para nada! Akashi kun siempre fue muy amable. Fue mi primer amigo en el instituto.

—Él no suele hacer eso.

—A que se refiere? —Los ojos de Kuroko se posaron en él con una inusitada profundidad.

—Él no suele confiar en extraños. Midorima kun, Kise kun, Aomine kun y yo le insistimos para ser amigos.. Él no hacía mas que alejarnos hasta que se acostumbró a nosotros.

Kouki guardó silencio.

—Es difícil pensar en él como alguien así. El Akashi que conozco es amable, divertido, inteligente, siempre se ve genial y es un experto en la guitarra! —exclamó y luego bajó la voz, rascando su mejilla— aunque no sé mucho del tema.

Dejó su dedo inerte sobre su piel al recordar la caricia del pelirrojo.

—Por eso nos sorprende a todos.. La manera en la que es ahora.. Porque tú estás a su lado.

—No! No puedo tomar el crédito por algo semejante! Akashi no necesita de mi para ser buena persona o amigable.. —Sonrió hasta recordar los susurros en el colegio— El problema es la gente que no está dispuesta a confiar o siquiera conocer a alguien que se ve diferente.

—Pero tú si —Le sonrió, apoyando su rostro en una mano.

—Yo..? Estaba muerto de miedo la primera vez que le hablé, hubiera sido muy vergonzoso si él no hubiera sido tan amable conmigo.. Se veía tan increíble.

—Inalcanzable?

—S-si, supongo que sí.

Kuroko le ofreció un chocolate y él se negó, por lo que tomó uno y lo metió en su boca mientras continuaba.

—Él me prestó su guitarra, pero como yo no mejoraba a pesar de la práctica, dijo que quizás me vendría mejor otro instrumento. Fuimos a una tienda y probé varios hasta dar con el bajo.

—Se siente más cómodo con el?

Movio el chocolate en su boca y asintió— Con la guitarra se deben acariciar las cuerdas, el bajo es más como rasgar, golpear con fuerza. Además, es un sonido que está presente aunque no puedas distinguirlo con facilidad.. Creo que me siento identificado.

—Eso fue muy bonito.

Le sonrió y Kuroko pasó a tocar algunos acordes, con un ritmo pegajoso que pronto contagió a Furihata, él movió la cabeza mientras las letras leídas durante toda la tarde aparecían en su mente. Abrió la boca sin pensarlo y cantó una parte del estribillo. Kuroko se detuvo.

—Oh, lo siento! Querías practicar y te interrumpí..

—Canta de nuevo —pidió con los ojos muy abiertos.

—Eh?

—Hazlo, por favor.

Comenzó a tocar , Kouki tragó saliva y cantó para él. Tenía los ojos fuertemente cerrados, entonces oyó que el bajo continuaba y se atrevió a abrir un ojo, viendo la sonrisa de Kuroko mientras golpeaba las cuerdas con emoción. Nadie hubiera imaginado que ese chico tan delgado y de apariencia delicada pudiera tener esa fuerza. Kouki perdió el miedo en un instante y cantó con voz baja y suave, pensando en la letra.

Entonces llegó el estribillo y se liberó. Usando su asombrosa voz atrapante, cantó como hacía años no lo hacía, con alegría, dotando a su voz de la pasión que da hacer algo por puro placer. A pesar del tinte serio de la canción, él cantó sonriendo.

—No imaginé que fueras tan bueno —dijo al acabar de tocar— ahora entiendo porqué Akashi.. Furihata?

Se cubrió el rostro cuando las lágrimas fluyeron cual torrente de sus grandes ojos. Seguía sonriendo, pero el llanto había llegado y no podía detenerlo.

—Lo siento.. No debí presionarte —dijo abrazándolo.

—No, tu diculpame.. Cada vez que canto.. No puedo evitar recordar.. Entonces, esto ocurre..

Se interrumpió cuando recordó que al cantar frente a Akashi no soltó ni una lágrima. Tan sólo un sobrecogedor sentimiento se instaló en su pecho, sabiendo que él lo estaba oyendo. Con un agridulce sabor de tristeza y alegría.

—No acepté a leer las partituras porque me obligaron —dijo alejándose mientras acababa de secar su rostro— yo.. Quería ver si..

—Tranquilo, lo entiendo —frotó su espalda con una dulce sonrisa— debió ocurrir algo muy malo para que te sintieras de este modo.

Kuroko no estaba presionándolo en absoluto. Kouki recordó las palabras de Akashi, de que si confiaba en alguien aquello sería mas ligero de llevar. Miró los gentiles ojos celestes brillando con comprensión y respiró profundamente.

—Yo dejé de cantar cuando mi madre murió.. De camino a verme en un concierto.

...

Kouki llegó hasta la esquina caminando con pasos lentos. Nunca había hablado de aquel suceso con alguien que no fuera familiar, pero Kuroko era un buen amigo y se había mostrado atento y amable con él mientras relataba lo sucedido. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

—Te encuentras bien?

—Akashi kun? —dijo con la mirada nostálgica, observando que pelirrojo se alejaba de la pared y se acercaba— me estuvo esperando?

—Ya es muy tarde para que vuelvas solo.. —murmuraba en voz baja, evadiendo los ojos chocolate. Al verlo Kouki sonreía con ternura, haciéndolo sonrojar— vamos, o nos quedaremos sin trenes..

El castaño asintió y lo siguió en silencio, perdiendo sus ideas en el firmamento. El pelirrojo lo miraba apretando los labios, quería preguntar qué tanto habían hablado pero no se atrevía a interrogarlo, porque sabía que él le diría la verdad.

Tomó el tren y Kouki bajó antes, cerca de su casa, echando una dulce mirada al pelirrojo mientras lo saludaba con una mano. Cuando Akashi lo perdió de vista dejó que una tonta sonrisa enseñara sus blancos dientes.

Como cuando te das cuenta de que Kuroko es uke con todos menos con Kouki.. 😂
Estamos llegando a los últimos capítulos!
Gracias por leer, saludos. 💕

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