Para mi sorpresa la compañía de Ethan me resultaba cómoda. Hacía tanto que no me sentía así al lado de un hombre, no podía negar que él me hacía sentir en casa, así es como podía describir lo que sentía cuando estaba junto a ese apuesto detective.
Dejamos un rato el trabajo y comenzamos a hablar sobre la salud y el clima, demasiado lluvioso en esta temporada y que pesar de ello, la lluvia aun no se hacía presente. Al parecer hasta el clima estaba de acuerdo en que la llegada de Ethan pondría mi vida de cabeza.
Por un momento olvidé que era una bruja tratando de esconder lo que en realidad era. Mi tía Ava no tenía problemas en gritar por los cuatro vientos que era una bruja, pero yo era una policía, una detective, no podía darme el lujo que los hombres en la estación me tacharan de loca.
Pero hablar con Ethan acerca de brujas y rituales, no se sentía raro o ajeno, era tan fácil empezar a abrirme con él, pero también eso asustaba, después de todo, solo iba a estar en mi vida mientras los casos se resolvían.
Tenía que poner esa atracción que sentía por él en algún lugar lejos de mi corazón, después de todo el corazón roto de una bruja que no es del todo una, pone a prueba el balance interno, no quería ver las heridas internas menos mirar aquel tema que sabía que en algún momento vendría a hacerse presente, después de todo los fantasmas no se quedan quietos y regresan sino encuentran el descanso debido. Y los míos estaban tranquilos mientras la palabra amor no apareciera, pero el amor era una complicación en todos los sentidos posibles, fantasmas del pasado, poderes saliendo de control y no era buena en los asuntos del amor.
Miré a Ethan mientras estaba recargada en el coche, él traía la caja de pizza que habíamos pedido para llevar. No podía dejar de admirar esos ojos, sus brazos, seguramente mordía mis labios y tenía cara niña boba que moría por el chico guapo, un imposible. ¿Y si era yo la que estaba inventando y dejándome llevar por las cartas de mi tía?
En verdad necesitaba mi tía, necesitaba un té, ese olor a incienso y recostarme en sus piernas.
Pero el día apenas había pensado, también estaba el hecho de que una bruja estaba asesinando a otras brujas. La forma en la que esas mujeres estaban colocada, y como ciertas partes de los cuerpos habían sido extraídas, al menos parecían haber tenido una muerte algo pacifica.
Aunque no podía dejar de pensar en las flores tan peculiares que la bruja. Esto no estaba bien, necesitaba hablarlo con mi tía, pero involucrarla en esto era algo difícil. No tenía idea qué tanto se tomaría de personal este caso. Pero también debía alertarla, eran mujeres brujas las que estaban atacando y mi tía era una víctima en potencia. Eso también tenía que tomar en cuenta, ninguna bruja estaba a salvo, si Ethan estaba aquí era porque la bruja se encontraba en esta ciudad, pero no había ataques hasta ahora, pero si los había sería porque esta ciudad sería parte de su agenda final.
Trate de pensar cómo ella, meterme en su mente y ver que podría ser lo siguiente, el siguiente paso. Aunque traer de ver lo que pensaba una bruja en mi caso era peligroso. De nuevo necesitaba los consejos de mi tía, si quería ir contra una bruja, no solo iba a necesitar mi arma sino también otro tipo de protección y también la iba a necesitar para Ethan, era obvio que ese hombre estaba más perdido que yo, quizá debería haber seguido aprendiendo de cosas de brujas.
En ese instante el móvil comenzó a vibrar, lo que hizo que todos mis pensamientos enmarañados se esfumaran. Era de un rescatista con el que me había topado hace tiempo, creía que no tenía ya mi celular, no podía negar que era un chico adorable, pero en realidad yo tenía un grave problema con el amor, huía, si el amor fuera algo como correr un maratón, yo echaba a correr pero en sentido opuesto y ahí si nadie me ganaba. Era buena con las armas, con los malos, pero mi vida amorosa era todo un desastre, me había resignado a no encontrar el amor. Después de todo mi única aventura amorosa había sido desastrosa, a veces sentía y miraba la vida de las mujeres de mi familia, todas ellas habían acabado solas, con varios hombres pero ninguna relación había terminado bien. A veces creía que el destino de una bruja era estar sola, muy pocos hombres en realidad podían aceptar nuestra parte loca, o creer en nosotras. Lidiar con esa parte nuestra no debía ser fácil, así que pensaba que no éramos tan afortunadas en el amor.
—¿Cómo dices?
Contesté. Aquel rescatista me había llamado. Al otro lado del teléfono escuché lo que estaba diciendo.
—Atendimos una llamada, para rescatar a una perrita y sus cachorros. Uno de ellos salió corriendo hacia una de las alcantarillas, entramos y al fondo encontramos este cuento.. Y ahí esta la mujer que encontramos, llamamos a la policía, aunque recordé que eras detective, quizá podrías ayudarnos a que...
—Si, yo iré con mi compañero, sobre todo porque es una mujer.
—¿Puedo preguntarte algo?
—Claro Murielle.
—¿Hay flores en la escena del crimen?
—Ahora que lo mencionas, sí. Hay flores oscuras.
—Es ella.Manda la localización y estaremos saliendo.
Ethan venía hacia acá, colgué la llamada y la ubicación del lugar entró en un mensaje.
—Detective... Ethan. No supe bien cómo dirigirme a él, porque en mi interior solo podía decir guapo y atractivo detective Ethan.
—¿Detective Murielle?
Dijo como si no entendiera lo que estaba pasando.
—Creo que tenemos otra mujer que agregar a alista, y es mejor que vayamos ahora antes de que la policía llegue. Así que manejo yo, tenemos que llegar antes de que la escena sea vista por otras personas.
—¿Otras?
—Si, hay unos rescatistas que saben que soy detective, hemos coincidido en cosas muy curiosas, así que me habló y por eso creo que este asesinato es solo uno de los primeros de esta zona. Tiene que haber algo en esta zona para que ella te haya traído hasta acá, seguro ella ya sabe que estas aquí Ethan.
Dije mientras, arrancaba el carro y nos íbamos rumbo a la escena del crimen.
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MURIELLE
FantasyLa detective Murielle tiene un record perfecto de arrestos, y aunque muchos lo ven como sólo un golpe de suerte, ella esconde un secreto, por ello es que no quiere ningún compañero, pues teme que si comparte más de su vida, puedan descubrir su loca...