Rubius caminaba a paso ligero por las húmedas calles de Karmaland. Ya era tarde por lo que las farolas iluminaban escasamente el lugar dejando ver la gran iglesia en medio de la noche.
—Tendría que haber traído un paraguas —piensa el joven observando el cielo nublado y grisáceo.
—¡Coño! —las llaves del edificio se caen a sus pies golpeando el asfalto mojado.
—Si es que soy imbécil —el cura se agacha durante unos segundos sintiendo una corriente de aire pasar sobre su cabeza.
Ignorando completamente este hecho, abre con dificultad las puertas de la iglesia cuyo estruendoso chirrido se combina con el aullido de un lobo a lo lejos.
Ya dentro, decide bajar al sótano y organizarlo todo para la venta de libros de mañana.—Esto por aquí —el cura estaba ordenando mientras intentaba no tropezarse, pues la oscuridad ya había consumido casi todo el lugar y sólo podía observar la luz de la luna reflejarse por la puerta entreabierta.
—Esto... aquí y es-
Un golpe seco irrumpe el silencio haciendo eco en la habitación. El oso no tarda en reaccionar, dejando escapar un insulto de sus labios y dando un pequeño salto en el sitio, sintiendo como su corazón empezaba a latir con tanta fuerza que creía que se saldría de su pecho.
El cuerpo del chico quedó paralizado durante unos instantes por puro temor.—Puede que haya sido el viento —se convence girando lentamente la cabeza hacia el origen de aquel ruido. —O quizás...
—¿Mangel? —pregunta en un hilo de voz avanzando pequeños pasos.
—Hasta cuando está en peligro no deja de pensar en él —piensa el causante del impacto.
Rubius recoge el pesado libro del suelo y vuelve a colocarlo a duras penas.
El cura decide por seguridad (y algo de cobardía) retirarse del lugar aún alerta, sintiendo escalofríos a cada paso que da y sin dejar de pensar en salir de ahí cuanto antes.—Shh —unas manos agarran con fuerza las muñecas del oso, quedando su rostro contra la pared, justo al lado de las escaleras que llevaban a la única salida del cuarto.
El cura sintió el corazón subirse por su garganta y su
respiración se volvió pesada.—¿Qu-
—Tienes que darme lo que quiero. —susurra el desconocido con acento francés muy cerca de su oído.
—¿Qué es lo que quieres de mí? —pronuncia con dificultad el de pelo blanco.
—De ti no —afirma bajando los brazos del chico detrás de su espalda —de la iglesia.
—¿Libros viejos? En la iglesia no hay nada que robar. —declara revolviéndose en su lugar.
—No —el delincuente fuerza al más bajo a girarse colocando sus manos por encima de su cabeza. —El dinero que le da el pueblo para nada.—El desconocido tiene una prenda negra que cubre su cabello y parte de su rostro dejando ver solo sus ojos color morado.
—Ese dinero es usado para mejorar la iglesia y las vidas de las personas más pobres.—replica el más joven enfadado por la afirmación del contrario —Nosotros sólo ayudamos.
—Ja —se burla el de ojos morados —¿ayudar? No te lo crees ni tú —responde con asco acercando su rostro al de Rubius lentamente provocando que su víctima se inquiete cada vez más. —Sé dónde vives —declara sin pudor —Así que ve pensando cómo reunir el dinero.
—No me has dicho la cantidad —dice aguantando la mirada, haciéndole creer que de verdad está por la labor.
—Todo. —pronuncia sin dejar de observar al cura.
—Yo —articula tragando saliva con dificultad procurando que la voz no le tiemble —No tengo acceso a ese dinero.
—Pues averigua la forma de tenerlo.
Tras estas palabras el de ojos morados suelta al joven cura y desaparece saltando todas las escaleras de una, dejando a este último perplejo y apunto de darle un ataque de pánico.
...
Espero que les haya gustado. No es la gran cosa pero ahí está. No creo que este fanfic dure mucho, pero no se preocupen que traeré otro fanfic Rubegetta (Y uno Luzuplay) en el futuro.
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Indecente - Rubegetta 🐻🐺
FanfictionEl cura de Karmaland se ve en problemas cuando Lobo nocturno le asalta una noche en la iglesia. Historia basada en Karmaland. ©Portada: Dibujo hecho por dickheadanti (Twitter) ©Todos los derechos reservados