ᶜᵃᵖ. ¹³: ⱽᶤˢᶤᵗᵃˢ ᶤⁿᵉˢᵖᵉʳᵃᵈᵃˢ.

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Las estrellas seguian brillando, los parpados del oji-carmesi ya pensaban, mientras tarearaba una canción que expresaba tantas emociones que lo azotaban cada día, a veces solia pensar que Lucifer la cantaba al mismo tiempo que el, “con un barco que jamás se hundirá” fue lo último que salio de sus labios para ver al cielo azul, era tan hermoso con las estrellas brillantes.

Hasta que oyo una suave voz, volteo a ver de donde venia era Rafael, que sonreia llevando una botella de vino y dos copas, Miguel Angel solo sonrio para la oji-violeta, quien camino a su lado hasta sentarse a su lado, sonriendo ambos, parecia que no era necesario las palabras, la oji-violeta sirvio en ambas copas aquel liquido rojizo para que luego ambos empezaran a beber en aquel silencio acogedor hasta que se oyo una voz, era el oji-menta que corria hacia ellos.

Uriel corria muy feliz, hasta que dio un paso en falso apunto de caer al suelo cuando Miguel rapido se levanto para correr atrapandolo antes de que este cayera al suelo frio, volteo a verlo molesto para luego soltarlo una vez logro acomodarse perfectamente bien.

—— ¡Iremos al infierno! —— dijo el oji-menta como si se tratara de lo más común.

—— ¡¿QUÉ?! —— Dijo el oji-carmesi exaltado por las palabras de si hermano que había dicho como di nada. —— ¡Uriel si es otra de tus bromas no participare esta vez!

—— ¡No es una broma, Rafael, tu y yo iremos al infierno a »supervisar el hotel« al parecer nuestro padre se entero que un demonio quiere redimir a los pecadores así que iremos en su nombre. ——

El oji menta sonria contento como si se tratara de cosas normales, aquella noche los 3 hermanos harian sus maletas mientras estaban emocionados de ver a su pequeño hermano menor a quien llevan años sin ver, esta vez la canción de Miguel rezobaba más fuerte por el cielo, una bella melodia que llenaba de aire fresco a los pulmones y daban esperanza.

——————

Lucifer se habia quedado dormido en el suelo, sus ojos se encontraban rojizos mientras que a su lado habia una copa de vino vacio al igual que una botella cuando se oyo un golpe de la puerta al abrirse haciendo que abriera los ojos asustado para mirar la figura de Lu, que estaba cruzada de brazos al ver como el rey del infierno se encontraba en sus peores momentos, si estaba molesta y asqueada la oji-azul.

—— No han pasado ni unas horas, y ya pareces hecho mierda Lucifer. ——

—— Ah callate Luciela, ¿qué quieres ahora? ¿Te mando ese venado de cuarta? —— Lucifer se levantaria apoyandose en la pared llevando una mano hacia su cabello para ordenarlo.

—— ¿Acaso eres adivino? ¡Claro que no! He venido porque oi que estas hecho un asco, estas peor que cuando te expulsaron del paraíso o cuando viste a Abbadon. —— La chica seguia molesta mientras lo vea.

—— Ah, callate ya ¿quieres? Me entenderas cuando tengas hij— —— Lucifer no puedo acabar la frase cuando entro Ciel jadeando para ver a Lucifer asustado.

—— ¡Angeles! ¡Hay angeles en la ciudad! ——

Lucifer apenas oyo la noticia volteo a ver el calendario, aun faltaban días para que fuera la siguiente purga, este rapido movio a Ciel para correr hacia fuera hasta llegar a la ciudad, notando aquellas 3 figuras, una chica de cabellos rubios largos, con una bella armadura blanca con plateado, conjuntada con estandarte, a su lado habían una espada, la otra figura era un chico de cabellos rubios con ojos azules verdosos, de bella armadura azul con plateado, una espada a su lado con una funda, y por ultimo, un chico de cabellos rubios, ojos carmesi, con armadura dorada y detalles rojos, un abdomen descubierto con marcas rojas en todo su cuerpo.

—— Rafael. . . Uriel. . . Miguel Angel. . . —— Estaba congelado al ver las figuras de sus hermanos parados enfrente de este mismo.

—— ¡Lucifer! ¡Hermano! —— La oji-violeta corrio a su lado para abrazarlo, derramando lagrimas.

Lucifer estaba congelado, estaba viendo a sus hermanos, estaban hay, no eran irreales, estaban hay, los demás demonios que estaban asustados que miraban por las ventanas, podían ver aquella escena, Lucifer no pudo más, abrazo a Rafael dejando caer lágrimas, la sujetaba fuerte, desmorandose poco a poco.

Estaban hay sus hermanos, sus hermanos quienes habia hechado de menos, no tardaria en unirse Miguel ni Uriel al brazo sujetandolo fuerte derramando lagrimas los 4, no tardo el tiempo cuando ya todo demonio sabía como se habia desmoronado el rey del infierno, en unas horas, como habia abrazado a 3 angeles. O mejor dicho 3 arcangeles.

——————

Alastor y Charlie pasaban la tarde juntos, viendo tontas peliculas porno comiendo palomitas, Charlie tenia el rostro completamente rojizo mientras sujetaba el tazon de palomitas, mientras Alastor reia suavemente cuando aparecio un comercial, donde se decia la llegada de los ángeles y como Lucifer los habia resivido, Alastor volteo a ver a Charlie rapido mientras que esta lo miraba tambien fijamente asombrada por la noticia.

—— ¿Tu padre. . .? ——

—— Alastor. . . No lo sé, jamás vi a mi padre de esa manera, nunca hablo de su vida anterior. . . Simplemente la ocultaba o repudiaba, jamás supe cosa alguna de cuando el estaba con Dios. ——

—— Bueno supongo que ahora esto sera malo, estan viendo a Lucifer como debil, si la familia real se entera. . . —— Alastor mordio su labio inferior, recordando a cierta familia noble de demonios, apreto los puños, sabia que su hijo de ellos habia salido con Charlie. —— No importa que suceda de ahora en adelante te protegeré——

Fueron las palabras que salieron del oji-carmesi, mientras tomaba las manos de Charlie, quien lo miro sonriente, aunque muy bien sabía que ahora su padre había mostrado un lado fragil, aunque lo ocultaran algo empezaria a golpear una y otra vez, solo abrazo a Alastor fuertemente ocultando su rostro, queria que todo fuera bien, pensaba en sus amigos, debian volver al hotel pronto, debian solucionar esto y conseguir respuestas.

Debian hallar la luz que se estaba ocultando, estaba siendo puestos a prueba.

¿ᵠᵘᶤéⁿ ᵈᶤʳᶤᵃ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora