La maldición de Allegra

Capítulo 8. Conspiración

El gimnasio escolar se hallaba abarrotado de gente, la noticia de que la "gorda Briana" hablaría sobre su virginidad perdida frente a todos se había esparcido como pólvora y la curiosidad del alumnado era una llama fácil de avivar.

Allegra cruzó la puerta principal del gimnasio luciendo unos altos tacones rojos que hacían juego con su labial, un holgado vestido de verano negro le llegaba poco más arriba de la rodilla, mientras una chaqueta de Jean completaba su atuendo.

Maquillada y con un cabello perfecto caminó con la decisión y la seguridad que la verdadera dueña de aquel cuerpo jamás había sentido, ignoró los silbidos en el público, los murmullos de las chicas e incluso las advertencias del profesor Murray que era quien estaba realizando los ejercicios de práctica al equipo.

El gesto de asombro en el rostro de Max valía plenamente la travesía que tuvo que pasar para alquilar aquella ropa de segunda mano que llevaba puesta, valía el tiempo de maquillaje en el baño del colegio, las horas leyendo el diario de Briana oculto en su casillero... recuperar la dignidad de Briana lo valía.

Si antes había pensado poner en su lugar a Max, luego de leer fragmentos del diario de Briana estaba segura que defender a aquella chica era necesario.

El micrófono a un lado del gimnasio estaba apagado, Allegra lo tomó con calma, lo encendió y comenzó a caminar con él al centro de la cancha, los chicos en el lugar que aún practicaban se apartaron.

Observó como sus amigos la miraban desde las gradas y sonrió, se aclaró la garganta y comenzó.

- Soy Briana Caroline Franklin Roberts y hoy he venido a aclarar un par de cosas, no porque tenga miedo de alguien.- miró a Máx que lucía triunfante, era evidente que esperaba que la chica cumpliera con lo que la había obligado a decir temprano, no podía estar más equivocado.- disculpe profesor Murray, le prometo que seré lo más breve que me sea posible.

El profesor la miró intrigado, y más por curiosidad que por otra cosa le permitió hablar con un gesto de aprobación con la cabeza, a lo que Allegra continuó.

- He pasado los últimos años de mi adolescencia escuchando tonterías por parte de muchos en este recinto, ofensas sobre mi peso como si fuera eso lo único que me define, me han juzgado de todas las maneras posibles y aún así he guardado silencio... no por cobardía.- miró a Mandy que la observaba con aburrimiento fingido.- o por vergüenza, lo hice porque soy más inteligente que eso... soy más que habladurías sin base... soy más que mi desorden  de tiroides o mi hiperinsulinismo.

-Y en honor a la verdad decidí admitir que sí... anoche cometí la estupidez de  tener sexo con alguien que en definitiva no merecía mi tiempo... mi corto tiempo.- miro fijamente a Max, se escucharon risas y la cara del chico se puso roja de inmediato.- y mucho menos mi cuerpo, sí, Briana cometió un error... - se aclaró la garganta.- cometí un error, por estar con alguien por las razones equivocadas, como muchos de ustedes también se habrán equivocado, sin embargo me han tachado de zorra y pensé que sería justo que no fuera yo la única en llevar ese pesado título cuando muchas personas en este lugar merecen más que yo, tal honor.

Cualquiera hubiera pensado que el profesor Murray interrumpiria el discurso de Allegra pero el calvo y demasiado alto profesor estaba tan entretenido como el gimnasio entero.

-Y es que la verdad nos hará libres ¿No?, hablemos con nada mas que la verdad entonces.- Briana comenzó a pasearse con el micrófono con aire despreocupado. - hay otras chicas que comparten mi corona de zorra, una de ellas es por su puesto Mila... Si, la dulce Mila, la chica que hace unos minutos escuche hablar en los baños de chicas con Lindsay  sobre como estaba usando la imagen de su mejor amiga ausente... Allegra Winfrey, para ganar el liderazgo del equipo de porristas.- los murmullos crecieron y Mila negaba insistentemente pero sin poder objetar realmente lo que Briana decía.