Capítulo 5. Correr o morir.

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Jamás había sonado tan bien el timbre del colegio, jamás fue tan placentero encontrarse a los alumnos de la preparatoria Jackson yendo y viniendo... y si... jamás se sintió tan bien un abrazo de Nick.

Allegra estaba colgada del cuello de Nick mientras Alaia observaba en la distancia.

-Ya... ya pasó, shhh shhh.- Susurraba Nick.

-Fue... Dios fue espantoso.- Era lo único que podía decir Allegra hundida en lágrimas.

Había corrido por el bosque al menos por media hora hasta llegar a la carretera y pedir ayuda a una anciana que conducía una destartalada camioneta llena de frutas, la mujer la llevó hasta la ciudad y le dio algo de dinero, allí logró subir a un bus que la condujo a la preparatoria.

Cuando vio a Nick fue como volver a respirar, se lanzó sobre él y este tardo unos segundos en comprender que era Allegra.

Ya habían pasado unos minutos desde su llegada pero aún estaba nerviosa, con calma le explico todo a Nick y este estaba lleno de impotencia y rabia.

-Creo que debemos decirle al director.- Dijo Nick.

- No servirá de nada, él es amigo de Joe de la infancia.- Contestó Alaia, Allegra le transmitio el mensaje a Nick.

- Tiene que haber una solución no puede simplemente quedarse así.

Allegra pensaba en todo lo ocurrido y no podía creer lo que había vivido, de sólo pensar en lo que le pudiera haber pasado se le hacía un nudo en la garganta, imaginar todo lo que Alaia soportaba cada día, noches extraídas del mismo infierno... no, Nick tenía razón, tenía que haber una salida, ella tenía un problema que solucionar pero no podía ni pensar en dedicarse a responder sus preguntas sin antes ocuparse del problema que Alaia tenía sobre ella.

De camino a la ciudad tuvo tiempo de pensar muchas cosas, la adrenalina del momento le hizo pensar mucho y llegó a la conclusión de que sólo su padre podía sacar a Alaia y sus hermanos de semejante pesadilla, así que cuando hubo recuperado el aliento, allí sentada en los jardines del colegio le expuso a Nick sus ideas.

- Papá conoce gente importante, gente que podría solucionar este caos, creo que la única forma es informarle lo que está ocurriendo pero para ello necesitamos a Emma.- Dijo Allegra al fin.

- Ella y Gianna entraron a clases y yo decidí esperar aquí afuera a que nos dieras una señal de vida, estábamos muy preocupados.- Respondió Nick.

- En ese caso esperaremos falta poco para que salgan.- Dijo Allegra.

-¿Cómo esperas que tu padre nos ayude?.- Preguntó Alaia.

- Papá no sabe como había sido yo todo este tiempo, él se quedó con esa vieja imagen de chica amable y compasiva que había sido años atrás, no tiene ni idea de la clase de repulsiva chica arrogante en la que me convertí, estoy seguro de que si Emma llega a él diciendo que juntas deseábamos ayudarte y que esto era algo que queríamos hacer él le creerá... él la recuerda, Emma y yo éramos muy unidas, papá la conoce.- Explicó la morena.

- Es una buena idea, creo que si decimos la verdad podemos encontrar una solución. - Dijo Nick.

- De ser así debemos trabajar rápido, Joe ya debe estar enterado de que me fui, ahora mismo estará buscandome, y me preocupa lo que pueda hacerle a mis hermanos, hay que actuar antes de la salida de los chicos de la escuela.- Alaia tenía una especie de mirada de poca fe que a Allegra le partía el alma, pero podía entenderlo, cuantas veces no habrá denunciado su caso y había sido en vano.

Allegra le transmitió a Nick lo que Alaia pensaba y juntos idearon que debía decir Allegra a su padre, para ello necesito que Alaia fuera muy explícita y le dijera todo lo que aquel hombre le hacía... al final Allegra sentía náuseas y muchos deseos de cambiar los hechos.

La maldición de AllegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora