Soy Plan, me gusta el sexo y me gusta cumplir todo tipo de fantasías, estoy disponible todo el tiempo.
¿Orgías? ¿Tríos? Me apunto. ¿Eres mujer, eres hombre? Lo que sea; me gusta de todo, altas, pequeñas, con tetas enormes, tetas pequeñas, morenas, r...
Y por fin era nuevamente viernes, Plan suspiró pesadamente al recordar que no podría ir a visitar a su familia, tenía que entregar un trabajo el lunes y no tenía gracia hacer un viaje solo para que lo vieran trabajar enfrente de la computadora sin poder prestarles atención. También estaba el asunto con Mean, pues al día siguiente, o mejor dicho, unas horas después de que despertó aquel día con una horrible resaca, el azabache no se encontraba en el departamento, cosa que le extraño un poco, y cuando regreso no volvió a mencionar nada al igual que en los siguientes días, se comportó como siempre y pareciera que el único incómodo era Plan. “¿Habrá olvidado la declaración? ¿Se estará comportando así porque se arrepintió?”
El rubio suspiró, no sabía que pensar o mejor dicho no quería pensar y ya. Es decir, salir con Mean, aceptarlo como su novio, haciendo énfasis en la última ‘o’ “¿eso me convierte en gay?” sacudió su cabeza borrando esos pensamientos, no necesariamente tenía que ser gay “¿Cierto?” porque le habían gustado algunas chicas, había tenido sexo, le había gustado y le siguen llamando la atención. Aunque que el azabache se le haya declarado no significaba que iban a dejar de gustarle “pero debo admitir que no me es indiferente.” se detuvo en seco con los ojos abiertos.
—¿Qué? —preguntó en voz alta. “Oh por Dios, ¿Qué mierda acabo de admitir?”
—Respira profundo, vamos, hazlo lento —sintió una mano sobre su espalda, levantó un poco el rostro topándose con los ojos azules de Earth quien lo miraba un poco preocupado—. ¿Estás bien, Plan? Empezaste a hiperventilar y estas un poco pálido.
—Sí… estoy bien —le dijo el rubio mirando sus ojos, dándose cuenta de que eran... lindos. Aun tenía cierta expresión de preocupación en el rostro, la misma que puso cuando sucedió aquello con Saint. Sí, Earth era una persona muy atenta… y apuesto.
—¡Me tengo que ir! —casi le gritó en la cara antes de empezar a correr sintiendo las mejillas calientes.
“¿Qué demonios me pasa?”
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—¿Entonces vas a venir o no? —le preguntaron a Saint nuevamente, estaban en los vestidores del gimnasio preparándose para ir a entrenar.
—No estoy de humor —fue sincero. Estaba sentado sobre la banca atándose las cintas de los tenis escuchando sus planes de ir a celebrar un juego que aun no habían ganado. Su equipo era el mejor de la temporada pero aun así le fastidiaba un poco que ellos se confiaran, pues cuando lo hacían cometían errores.
—¡Venga ya! No has estado de humor toda la semana, ¿Tienes la regla o qué? —se burló otro dándole un golpe en el hombro, haciendo reír a los demás. Y sí Saint era sincero, de haber estado con otro temperamento seguramente hubiera fingido que fue gracioso.
—A mover el culo que debemos ir a calentar —les dijo otro chico después, golpeando uno de los casilleros mientras los demás se iban corriendo entre bromas—. Oye… —se sentó al lado de Saint. El rubio dejo lo que estaba haciendo para mirarlo un poco extrañado.
