Capítulo 50: No soy estúpido

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Mild se había acostado nuevamente en la cama de Mark a petición del castaño. Se despertó cuando lo sintió moverse, generalmente no se hubiera enterado ni aunque hiciera ruido pero desde que empezó a recibir todas esas llamadas, mensajes y demás del tipo calvo, pervertido y acosador, no había dejado de estar paranoico. Mark se levantó de la cama y salió de la habitación donde maldijo en voz baja.

-¿Qué te pasa? -preguntó Mild caminando atrás de él y haciendo que diera un brinco por haberlo asustado.

-¡Joder, Mild! -exclamó mirándolo con el ceño fruncido para luego suspirar profundamente-. Sucede que el idiota no está y seguramente Plan se ha ido con él -le dijo señalándole la habitación del azabache que tenía la puerta abierta y obviamente estaba vacía.

-Siempre le ha gustado salir de noche -el rubio se encogió de hombros restándole importancia-, y si Plan está con él no creo que haya peligro alguno... es mejor a que ande solo...

-Mean no es invencible -dijo serio antes de tomar el teléfono.

-Se enojara si llamas a Gun -comentó Mild como quien no quiere la cosa, yéndose a sentar en uno de los sofás-. No digo que sea invencible pero definitivamente sabría cómo escapar... o encontraría el modo de avisarnos si algo le pasa.

-No debería salir a estas horas... es peligroso diga lo que diga -insistió Mark sentándose a un lado de Mild. Se quedaron en silencio durante largos minutos, el rubio cerró los ojos tratando de descansar recargando la cabeza en el respaldo, sintió al castaño acercarse un poco más a él pero no se movió.

-Te agrada Pak -le dijo el castaño con cierto veneno en la voz.

-Me agrada -confirmó-, y no entiendo porque te desagrada... Ok, te desagradan todos los hermanos de Mean pero a él... ¿te hizo algo cuando eran vecinos? -le preguntó cauteloso escuchándolo bufar.

-No, ni siquiera lo veía muy seguido... sabía que estaba en casa cuando Mean lo mencionaba o cuando llegaba alguna patrulla por él.

-Ya... sigo sin entender porque te desagrada -murmuró con voz pausada.

-Porque a ti te agrada -susurró antes de pasar su índice perfilando el rostro de Mild, de la frente hasta la barbilla. El rubio abrió los ojos y lo miró sin saber cómo reaccionar.

-¿Qué estás haciendo, Mark? -preguntó serio.

-No lo sé -dijo mirando sus labios. Cuando Mild vio a Mark acercarse más se movió rechazando su contacto.

-¿Cómo que no lo sabes, Mark? ¿Qué mierda te pasa? Estas con Gun -le reclamó. Para Mild había sido obvio que algo había sucedido entre ellos. El castaño bajo la vista incapaz de negarle aquello-. Siempre has querido estar con él, lo sé, cuando los conocí estabas triste porque se fue...

-Tienes razón -aceptó en voz baja-. Pero no puedo evitar sentirme atraído también por ti, lo siento, ¿si? pero no puedo evitarlo.

-No me importa -le dijo directamente-. Puede que yo te parezca atractivo pero tu sientes algo por tu hermano, y joder si la frase suena de lo más pervertida pero es lo que hay. No vas a arruinar tu relación con él solo porque te confundiste con otra persona.

-Mild, no es... -pero el rubio lo interrumpió.

-No voy a dejar que lo arruines, Mark. Esto se queda entre nosotros y más te vale guardarte lo que pudo haber pasado y lo que crees que sientes por mí en esa cabeza dura que tienes y dejarlo ahí hasta que lo olvides, tienes a Gun... -el rubio bajo la vista.

-Lo haces ver como si fueras un capricho y no lo eres -Mark bufó.

-¿No lo soy? -le preguntó incrédulo haciendo que Mark chasqueara la lengua-. Ajá, a ver dime, ¿desde cuándo sientes "algo" por mí?

InocentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora