capítulo 1

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Capítulo 1

NACHALY

¡UN AÑO ATRÁS!

¡Mañana me caso con el amor de mi vida!, y soy la mujer más feliz del mundo. Tenemos una relación desde hace tres años y al fin daremos el siguiente paso ¡Estoy muy feliz!, aunque mis padres no están de acuerdo. A ellos no les cae bien Ricardo, pero es el hombre al que amo... Veo la hora en el reloj que está en mi mesita de noche, ya son la 6:20 de la tarde. ¡Ya es tarde! Me paro como resorte de la cama, para ir a darme un baño ¡Hoy tenemos una cena familiar!... Voy al baño, lleno latina, le echó las sales y las esencias florales que tanto me gustan. Me quitó el vestido y me sumerjo en el agua. En cuanto mi cuerpo toca el agua siento como se va relajando en verdad lo necesito, hoy será una larga noche mis padres y mi prometido en la misma mesa no pinta nada bueno, solo le pido a Dios que en algún momento se lleven bien.

Luego de un largo baño ya estoy casi lista, solo me faltan los zapatos. Me miro en el espejo y reviso mi maquillaje, que no es mucho, ya que no me gusta usar maquillaje solo un poco de polvo, delineador de ojos y lápiz labial rojo sangre. Escuchó el timbre de la casa y decido apurarme antes de quedarme viuda antes de la boda... Escojo mis zapatos de tacón alto blanco del mismo color que mi vestido, el cual es pegado al cuerpo más arriba de la rodilla, sin mangas y con escote algo discreto... Bajo la escalera lo más rápido que puedo con estos zapatos, en cuanto estoy en la sala noto la atención que hay.

—Buenas noches —digo.

—Buenas noches —dicen al unísono los tres seres que más amo en la vida, Ricardo viene hasta mí y me besa.

—Hola, mi amor ¡Estás hermosa! —exclama y yo estoy como boba.

—Hola, mi vida, ¡Gracias! Tú no te quedas atrás. Está muy guapo esta noche —digo cómo puedo, ya que con solo mirarlo a esos ojos tan bellos que tiene quedo idiotizada.

Pasamos a la mesa y cenamos en silencio hasta que mi padre dice.

—Nac. Hija, sabes que te amo con mi vida, pero debido a qué ha tomado la decisión de casarte con este bueno para nada.

—Papá, por favor.

—Déjame terminar —me pide y me quedo callada esperando a que continúe —Voy a desheredarte Nachaly, en cuanto des el sí en el altar perderás todo —en cuanto suelta esa bomba siento que el aire me falta.

—Pero papá, yo he trabajado mucho por el bufete —digo indignada, no puedo creer que el costo de mi felicidad sea perder todo por lo que he trabajado desde que me gradué.

—Lo siento, hija, pero no voy a permitir que este mequetrefe le ponga un dedo encima a mi dinero —no sé cómo puede estar hablando así, si se trata de mi felicidad.

—Mamá, ¿Tú estás de acuerdo con esto? —le preguntó esperanzada, buscando algún apoyo de su parte. ¡Por Dios, es mi felicidad!

—Lo siento hija, te amo más que a mi vida, pero estoy de acuerdo con tu padre.

—Está bien como ustedes digan, si el precio a pagar por mi felicidad es ese lo acepto, no necesitaré nada, solo estar con el hombre que amo, mañana me casaré con o sin su apoyo —digo muy segura de mí.

—Nachaly, en cuanto des el sí no hay marcha atrás el Lic. Liberato ya tiene los papeles, solo hace falta el sello del notario y será legal —dice con una voz tan fría. Nunca me había hablado así, él siempre fue el hombre más amoroso y comprensivo de mundo conmigo, claro hasta que conocí a Ricardo, ahí todo cambió.

—Bueno, creo que es mejor que me vaya, ustedes tienen que hablar —dice Ricardo, quien hasta este momento estaba callado.

—No cambiaré de opinión Ricardo —le dice papá... Acompañó a Ricardo a la puerta.

Destinado Para MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora